¡Sarape que usó Canelo en pelea fue hecho en Saltillo!

Artesano de Saltillo afirma ser el único que teje de la manera original; de morirse, nadie sabría el “secreto”
Originales. En Saltillo existen varios telares, pero solo en el taller de Tamayo —afirma—, el sarape se hace con los elementos tradicionales. Fotos: Marco Medina

En todo México hay sarapes, pero la mayoría de los que se comercializan se hacen en China.

El sarape de Satillo es único y actualmente solo hay una persona que lo puede hacer desde cero con todos sus elementos tradicionales: Héctor Tamayo. El artesano atrajo los reflectores del mundo al confeccionar la pieza que utilizó Saúl “El Canelo” Álvarez en su reciente pelea, y utiliza esta oportunidad para hacer una llamada de emergencia para conservar esta artesanía.

El sábado “El Canelo” salió de los vestidores de la Arena T-Mobile en Las Vegas portando un sarape blanco de acrilán con grecas doradas. Tamayo ya había publicado en sus redes sociales el pedido del boxeador, otro usuario los relacionó y la viralidad hizo el resto.

Foto: Internet
Foto: Internet

Esta es la segunda vez que el deportista jalisciense utiliza una creación del artesano. El 15 de diciembre vistió un gabán guinda con dos franjas tricolores para enfrentar a Rocky Fielding, en el Madison Square Garden. También ha elaborado piezas para el Papa Francisco, el pianista Raúl Di Blasio y para la familia de José Alfredo Jiménez.

DOS PASIONES

Tamayo viene de una familia de boxeadores, aprendió el oficio por casualidad.

“Mi mamá le ayudaba a una señora que se llamaba Ana María Mendoza, en el Sarape de Saltillo; era la encargada desde 1918 cuando se llamaba El Charro.

“Empecé desde abajo, desde lavar lana, teñirla, todo. Fui el que le aprendió todo a don José (Zendejo). Yo digo que en la vida Dios nos da dones, en ese tiempo eramos cinco chavos y nada más quedamos dos y de esos dos nada más yo pinto la lana”, platicó el artesano que aprendió el oficio junto con su hermano Rubén, él actualmente trabaja en el Museo del Desierto. Héctor dice que él no tiene apoyo de Gobierno porque no le gusta quedarse callado.

“Las autoridades andan regalando sarapes que no son de Saltillo, son chinos, nada más los mandan bordar y dicen que son de aquí y a mí me duele porqué yo soy artesano”, platicó.

DISPUESTO A ENSEÑAR

Tamayo dice que si él muere se pierde el sarape tradicional, con todos sus elementos, porque a pesar de que hay personas que saben utilizar el telar, en la ciudad únicamente él sabe teñir, incluso con pigmentos naturales.

“El sarape original lleva ocho tonos de cada color, solo lo hago yo. Lleva unas líneas color verde, blanco y rojo al empezar, se llama pabellón y va también en la cenefa o manita y en el centro un diamante o dibujo. En todo México se hacen sarapes, pero el de Saltillo es mundialmente conocido”, platicó Tamayo.

Tras 23 años en el oficio, a Héctor no le parece nada complicado, platica que lo tradicional es que se utilicen más de 5 colores, si los colores son claros van divididos por hilo amarillo, si son oscuros, por hilo negro. Cada uno debe ocupar 11 centímetros.

El diseño clásico está inspirado por los amaneceres y atardeceres de Saltillo, de ahí sus tonos. Sin embargo, el artesano dice que ha hecho piezas hasta con hilo de oro o incluso retratos, que fue la petición que recibió de la familia de José Alfredo Jiménez.

Tamayo asegura que está dispuesto a enseñar a quienes les interese el oficio, sin embargo, no tiene mucho tiempo entre sus tres trabajos. Pide el respaldo de Gobierno para poder poner una escuela y mantener viva la base del patrimonio cultural de la localidad.

“Que las autoridades ayuden a conservar la tradición que el mismo Gobierno Municipal o Estatal me diera condiciones para poder enseñar. Yo quisiera poder enseñar a mucha gente, a mí me dicen, pero se necesita un cazo de cobre, soplete, ácidos para pintar.

“La gente que viene a Saltillo a lo mejor piensa que en la ciudad hay 100 ó 200 artesanos, y no, somos pocos. Nada más yo pinto lana. Si yo me muriera ahorita se moriría el sarape con sus características tradicionales. He visto que cualquier pedazo de cobija le llaman sarape, pero no es así”, dijo el artesano.