México llega a la cumbre virtual del clima con una controvertida política energética
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México llega a la cumbre virtual del clima con una controvertida política energética
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acudirá este jueves a la cumbre virtual del clima convocada por el presidente Joe Biden con la demanda de que Estados Unidos coopere para el desarrollo de Centroamérica, pero con una controvertida política energética que prioriza los combustibles fósiles.
El mandatario mexicano pedirá a su homólogo estadounidense invertir en su programa social de reforestación agrícola Sembrando Vida para extenderlo a Honduras, Guatemala y El Salvador con el argumento que frenará la migración irregular.
"Sembrar árboles es fundamental, sería la superficie más grande sembrada en el mundo, estamos hablando de sembrar 40,000 kilómetros cuadrados, es la superficie de varios países del mundo, es producir muchísimo oxígeno y mejorar el medio ambiente", aseguró.
PROGRAMA INSUFICIENTE
López Obrador ha presumido que Sembrando Vida emplea a más de 400,000 campesinos, en particular en el sureste de México, con una inversión de 1,400 millones de dólares para sembrar 1,000 millones de árboles frutales y maderables en 1 millón de hectáreas.
El presidente sostiene que si ese programa se amplía a Centroamérica "podría crecer tres veces más" y crear 1.4 millones de empleos en el Triángulo Norte.
Pero especialistas cuestionano la efectividad del programa porque los campesinos queman vegetación para acceder a los apoyos económicos, lo que ha provocado la deforestación de 73,000 hectáreas, según un reporte del World Resources Institute (WRI).
“Es un programa que no está logrando las transformaciones en campo, de hecho, hay varios estudios que analizan que está intensificando la deforestación en ciertas áreas en donde se desarrolla”, comentó a Efe Sandra Guzmán, fundadora del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (Gflac).
NUEVA NARRATIVA, VIEJAS POLÍTICAS
La experta destacó que López Obrador por fin incluyó el concepto de cambio climático al hablar de su participación en la cumbre que Biden ha convocado para el 22 y 23 de abril con 40 líderes mundiales.
Aun así, señaló que su Gobierno apuesta por cambios en la política energética que consisten en priorizar los combustibles contaminantes de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las empresas del Estado, en detrimento de inversiones en renovables.
"Va a la cumbre de Biden con una nueva narrativa, pero con el mismo contenido de siempre. Eso es grave porque está vendiendo que todo lo que está haciendo actualmente está alineado con la política climática, lo cual, a cualquier escala, es mentira", denunció.
La especialista previó un aumento de la presión internacional sobre México, que ocupa el duodécimo lugar mundial y el primero en América Latina en emisiones, según el Atlas Global del Carbono.
Apenas este semana, un ránking de Greenpeace colocó a México como el quinto país con mayores emisiones de dióxido de azufre por los campos petrolíferos de Pemex.
"No es verdad que el cambio climático sea la prioridad de este gobierno y todas las políticas que están en marcha en el sector energético evidencian que el interés más fuerte es en la producción y el fortalecimiento de la industria de los combustibles fósiles", comentó Guzmán.
AGENDA POBRE
Al Gobierno de México le falta visión para aprovechar la cumbre climática, lamentó Andrea Arias, internacionalista especializada en el sector energético.
“Creo que vamos con una agenda muy pobre, se está desperdiciando una oportunidad increíble para negociar la cuestión de la migración, que ahora es el asunto número 1 que le preocupa a Estados Unidos”, indicó la consultora.
En política energética, México se está "quedando atrás" y se está "aislando" frente a la comunidad internacional, consideró Arias.
Bajo el Acuerdo de París, México no ha aumentado su compromiso de reducir el 22 % de los gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 y de generar un 35 % de electricidad con energía limpia para 2024.
“No creo que Estados Unidos espere nada de nosotros en el tema de una real mitigación a la crisis climática, ni en reducción de emisiones, lo tienen muy claro", comentó Arias.
Aun así, y pese a la política energética que consiste en fortalecer las empresas del Estado frente a las extranjeras, Arias detalló que ahora la prioridad de Estados Unidos con México es la migración, por lo que descartó un conflicto de alto nivel en la cumbre.
“No va a escalar, más bien lo que va a pasar es un ambiente de incertidumbre, ya hay bastante, entonces no vamos a ver nuevas inversiones y eso va a hacer que nuestra recuperación económica sea mucho más lenta, pese a que nuestro país vecino tiene un plan ambicioso”, concluyó.