Luis Arrieta y Luis Ernesto Franco: Dualidad y complemento

Los actores que hacen a un mismo personaje en ‘Malacopa’ platicaron con VANGUARDIA sobre su amistad y lo que admiran el uno del otro
‘Malacopa’ es dirgida por Armando Casas y recién se estrenó en los cines de Saltillo. Fotos: Especial

Mateo vive a la sombra de su padre, un hombre carismático y exitoso con las mujeres. Él, por su parte, crece tímido y le cuesta trabajo desarrollarse en su ambiente laboral y de manera sentimental. Esto cambia cuando encuentra una bebida extraña de su papá, la cual lo transforma, literalmente, en otro cada vez que le da un trago. Él es Luis Arrieta, él es Luis Ernesto Franco, los dos Luises protagonistas de la cinta “Malacopa”. Némesis en la pantalla, en la vida real son grandes amigos, a pesar de que también son muy distintos fuera de escena. Se complementan, aseguran en plática con VANGUARDIA, ese es el secreto. Tan bien se llevan que fundaron la compañía productora Los Güeros Films, con la cual han apadrinado cintas como “Cuatro Lunas” (2015), “El Cumple de la Abuela” (2016) o “Los Inadaptados” (2011), en la cual también comparten créditos. Pero nunca habían filmado tantas escenas juntos como en “Malacopa”.

Con todo, su nuevo trabajo no es producción de Los Güeros, pero es casi tan suya como esa compañía. No existe una dupla mejor para esta historia, sobre todo por la gran confianza que se tienen entre sí, una química natural que consigue que dos personalidades opuestas logren buen resultado en esta historia. 

-¿Cómo recuerdan la primera vez que trabajaron juntos?-
Luis Arrieta (LA): “De hecho la primera vez que trabajamos juntos… Sí trabajamos una vez…”
Luis Ernesto Franco (LEF): “¡Es cierto! ¡Hace años! ‘La Vida es Una Canción’. Coño, Arrieta, qué mal actuaste ahí, brother”.
LA: “Ay, tú también”.
LEF: “Arrieta hacía de norteño”.
LA: “Hacía de norteño y era la historia de tres hermanos que se enamoran de la misma chava. Entonces era cada hermano tratando de resaltar sus atributos. Él (Franco) era un tipo ejecutivo, político…”
LEF: “No, yo era como Mateo ahí. Era el tipo serio que me daba miedo acercarme a las mujeres, estábamos estudiando, ¿cuál ejecutivo? Era un nerd, como calladito y este (Arrieta) era el deportista…”
LA: “Me ponían a hacer pesas en la escena”.
LEF: “Ahí nos conocimos, de hecho”.
LA: “Y luego nunca más volvimos a trabajar juntos hasta que hicimos ‘Inadaptados’ (2011), nuestra primera peli, donde realmente nuestros personajes tampoco se relacionan mucho ahí”.
LEF: “Tuvimos una escena juntos nada más”.
LA: “Donde más hemos trabajado juntos es justo en una película que es ‘Malacopa’, que no es nuestra. Aquí es donde más escenas tenemos, más interacción…”
LEF: “Es nuestra, es muy nuestra, pero no la producimos”.
LA: “Es nuestra pero no es una película de Los Güeros”.

-¿De alguna manera facilitó este trabajo la amistad que tienen?-
LA: “Sobre todo para que Franco tuviera ese exceso de confianza conmigo”.
LEF: “Pues sí, lo dirá de broma, pero sí ayudaba porque si hubiera sido un actor que no conozco… Le hago mucho bullying en escena, al ser Arrieta, pues sabe que no lo estoy haciendo en serio, lo estoy haciendo en el personaje. Aun así que es medio llorón, pues aguantaba. Alguien que no conocía yo no sé hasta cuánto me hubiera permitido. Pero, aparte de eso, creo que la relación que tenemos fuera del set, de amistad, pues hay mucha confianza, nos conocemos muy bien, hay mucha amistad y mucha camaradería”.
LA: “Sí, no nos tomamos las cosas personales”.
LEF: “Eso es lo que tiene que haber en estos personajes, porque al final es uno mismo y si no se conocen, pues hubiera sido como muy difícil llegar, como esa química que necesitaba esta dualidad”.

-El protagonista obtiene cualidades que no tiene del otro personaje. Si ustedes pudieran elegir algún rasgo del que carezcan el uno del otro, ¿cuál sería y por qué?-
LA: “Hay muchas cosas que yo admiro mucho de Luis Ernesto, de entrada como que es alguien que si decide algo lo consigue. Me gusta que es alguien como muy social, se relaciona muy bien con la gente, es muy amigable, muy carismático. Y sobre todo eso de poner el ojo en algo y eso es lo que quiere. Es como alguien muy aventado, toma muchos riesgos. Yo soy alguien muy temeroso y a veces me gustaría tener esta cosa de Franco que arriesga”. 

LEF: “De Arrieta, creo que es un gran amigo. Te puedo decir que tengo muchos conocidos, amigos, amigos, tengo tres y él es uno de ellos. Es una persona que, si bien le da miedo tomar decisiones, cuando se compromete con algo, él no se da cuenta, pero lo consigue a base de trabajo. Yo soy más aventado y como que no pienso las consecuencias. Arrieta analiza todo antes de hacerlo, pero al final, cuando dice ‘sí lo voy a hacer’, lo consigue. Porque trabaja duro, duro, duro. Creo que de la gente con la que he trabajado, es de los que más prepara sus escenas, sus personajes, es demasiado clavado. En exceso para mi personalidad, ojo, no estoy diciendo que está bien o que está mal, simplemente es muy distinto, creo que por eso nos complementamos muy bien. También los valores que tiene Arrieta que están basados en su familia y en la relación que tiene, conozco muy bien a sus papás y creo que todo viene de ahí. Y como cuando escoges a la novia, conoces a los papás. Hubo una etapa de mi vida que me dieron asilo porque me quedé sin casa, viví ahí y pude convivir con ellos, con sus papás, con sus hermanos y dije ‘wow, qué valores y qué cimientos tienen como familia’. Y Arrieta viene de ahí”.

-Y hablando de familia, como el personaje de la película, ¿qué es lo que quisieran tener o más admiran de sus respectivos padres?-

LA: “Pues yo de mi papá admiro que es un gran líder, tanto en la parte laboral como dentro de la familia. Es alguien que te cuida, te protege, pero también te deja que tú vayas haciendo tu camino. Es alguien con quien puedo platicar de lo que sea. Y mi mamá es una mujer alegre, positiva, sumamente sensible que también he tenido la fortuna de poderle siempre decir todo. Y los dos pues hacen un gran equipo”.

LEF: “De mi papá siempre he resaltado la honestidad, un hombre demasiado recto, demasiado honesto. Desde chico lo pude ver y me lo inculcó, entonces te puedo decir que esa es la cualidad número uno. Aparte mi papá ha estado cerca de la muerte ya dos veces. Vive la vida no despreocupado, pero no se toma las cosas tan a pecho. Sabe que en esta vida estamos de pasada y en cualquier momento te vas a ir. Porque de hecho él se fue, por ciertos minutos y lo revivieron. Pero él ya no se toma nada tan a pecho y no sufre por cosas que no están bajo su control y he tratado de ver la vida un poco así porque yo soy más intenso y me gusta el drama. Y de mi madre creo que, a lo largo de los años, se ha acercado mucho a la parte espiritual y buscar como esa paz interna y que sabe que nada en el exterior te lo va a dar. Me lo ha inculcado también, conforme ella lo ha ido descubriendo y está padre, al igual, como dice Arrieta, es un contraste muy claro ante lo que es mi papá y lo que es mi mamá. Entonces hay que sacar lo mejor de cada uno”.