En Coahuila hay un sólo ganador, múltiples perdedores
El gran ganador de los comicios de ayer en Coahuila, digámoslo pronto, es el gobernador Miguel Ángel Riquelme. Y lo es, sobre todo, porque el resultado le otorga el margen de maniobra que le hacía falta para el cierre de su sexenio.
Los perdedores… los perdedores son todos los demás. No todos pierden de la misma forma, desde luego, ni les golpea con la misma intensidad la derrota, pero finalmente pierden.
En el contexto local el mayor perdedor es el PAN y su dirigente estatal Jesús de León Tello, que no solamente fue incapaz de alzarse con la victoria en al menos un distrito, sino que fue desplazado al tercer lugar como fuerza electoral en Coahuila, con un mísero 10 por ciento de los votos.
Más aún: en Torreón, su principal bastión electoral, lo más que consiguió fue meterse a la disputa, ¡del segundo lugar!, con Morena en los distritos 9 y 10. En los demás fue desplazado a la tercera posición.
Con esto, Acción Nacional va a pasar de contar con 9 asientos en el Poder Legislativo a poseer una bancada con apenas tres integrantes. Esto a reserva, desde luego, de confirmarse con los datos oficiales de los cómputos de pasado mañana miércoles, pero es lo que adelantan las cifras preliminares.
El otro gran perdedor es Morena, el partido del Presidente, pues deja claro que si Andrés Manuel López Obrador no está en la boleta, es incapaz de ser un partido al menos competitivo. Y esto último a despecho de las declaraciones que anoche realizaba su todavía dirigente nacional, Alfonso Ramírez Cuéllar, quien aseguraba encontrarse en “una cerrada disputa” en 9 de los 16 distritos.
Los resultados preliminares muestran una realidad muy distinta: es verdad que Morena será la segunda fuerza en el Congreso y obtendrá seguramente cuatro asientos en la próxima Legislatura, pero en los resultados individuales no está cerca siquiera de alegar un “final de fotografía”.
Sus mejores resultados se dan en los distritos 1 y 4, en donde le separan 15 y 17 puntos del ganador, respectivamente. En el resto, las distancias son mayores a 20 puntos y en 10 casos es superior a 30. Ni siquiera en Piedras Negras, donde gobierna, logró un resultado destacable, pues allí su candidata quedó 21 puntos detrás de la ganadora.
También pierde Unidad Democrática de Coahuila (UDC) aunque, todo hace indicar, será el único partido estatal que conservará el registro. Pero pasa de haber logrado, en 2017, un histórico triunfo en tres distritos (el 1, el 3 y el 4), a rasguñar apenas el umbral de la supervivencia y, cuando mucho, conquistar un asiento en la próxima legislatura.
Finalmente, otro perdedor digno de mención es Humberto Moreira. El otrora todo poderoso gobernador coahuilense y dicharachero dirigente nacional del PRI fracasó una vez más en el intento de conseguir un membrete estatal que le permitiera, a través de su primogénito, recuperar influencia en Coahuila.