Transporte Público Saltillo

Elecciones Coahuila 2021 | Lograr un transporte eficiente necesita de voluntad política: expertos

La situación de las rutas urbanas era crítica desde tiempo atrás y empeoró con la pandemia de COVID-19

El transporte público de Saltillo dista mucho de ser eficiente, seguro y atractivo, y para empezar a tener un servicio digno o competitivo es necesario superar grandes retos que requieren voluntad política, como el rediseño de rutas con base en estudios que permitan tomar decisiones, modificar el esquema de concesiones, mejorar las condiciones laborales de los conductores y garantizar la continuidad del proyecto mediante un marco normativo sólido, explicaron especialistas en movilidad.                        

La situación de las rutas urbanas era crítica desde tiempo atrás y empeoró con la pandemia de COVID-19: los años de bonanza para los transportistas fueron en 2014, cuando registraban 800 mil pasajes diarios (no usuarios, pues uno solo podía subir a más de un camión para completar su trayecto), pero antes de la contingencia sanitaria la cifra se redujo severamente a la mitad y contabilizó 400 mil pasajes al día. Y el primer año de la pandemia se registraron 200 mil pasajes diarios, señaló Héctor Gutiérrez, director del Instituto Municipal de Transporte (IMT).

Los años de bonanza para los transportistas fueron en 2014/Foto: Vanguardia

Para Parménides Canseco, consultor de movilidad y transporte público, la siguiente administración enfrentará el reto de hacer al transporte público un sistema eficiente, para eso los principales retos son el rediseño técnico de las rutas con base en estudios, modificar las concesiones actuales e implementar los cambios poco a poco, pues es un proceso que toma años.               

“El transporte público no va a mejorar por sí solo, porque lo dice la ley o el reglamento, no, esto realmente necesita dinero para hacerlo atractivo, que sea atractivo irse al transporte y que esté cuando la gente lo necesita. Este va a ser el reto de la siguiente administración”, agregó.

Asimismo señaló que la pérdida de usuarios de transporte público puede fomentar el uso del vehículo particular, lo que va a generar más tráfico.                    

Claves, rediseño y negociaciones 

“Hay que hacer un rediseño de las rutas porque las actuales no necesariamente están pensadas en un tema de eficiencia”, señaló Parménides Canseco, y fue un tema pendiente y de atención urgente por parte del Instituto Municipal de Transporte, sobre todo con la disminución de unidades durante la pandemia.                     

“Lo que estamos promoviendo con ellos es que algunas rutas se puedan unir, separar las cargas de trabajo, compartir territorio”, dijo el titular del IMT, Héctor Gutiérrez.     

Sin embargo, señaló que las negociaciones no han sido fructíferas, pues desde hace décadas los concesionarios siguen con el mismo esquema de trabajo y defienden sus territorios mientras la ciudad sigue creciendo y expandiéndose, los transportistas se adjudican zonas para levantar usuarios.

La pérdida de usuarios de transporte público puede fomentar el uso del vehículo particular, lo que va a generar más tráfico/Foto: Alejandro Rodríguez

“La modernización no se debe entender como un cambio de flota. La modernización tiene que llegar a la actitud de los concesionarios en cómo están ofreciendo el servicio, dejar de empalmarse en algunos sectores, modernizar las rutas, hacerlas más directas, más cómodas para el usuario, y eso es a lo que le podemos seguir apostando sin necesidad de que ellos tengan que invertir”, apuntó.                   

Además dejó ver otro problema: la alta rotación de personal y la desconfianza entre los concesionarios y conductores, pues los transportistas señalan que los choferes les roban. 

Realizar estudios y asegurar continuidad                            

Para mejorar el transporte es necesario reconocer el problema, algo que no está en el discurso de las autoridades municipales, y realizar estudios que permitan obtener datos y comportamientos para tomar decisiones, implementar cambios y, sobre todo, generar mecanismos que aseguren la continuidad del proyecto.                       

“No se tienen estudios todavía, no se le ha invertido lo suficiente a conocer cómo podríamos transformar el transporte público de la ciudad de Saltillo a uno más competitivo”, apuntó Diana Infante.

Agregó que otro problema es la falta de “continuidad de programas entre administración y administración. Definitivamente es un reto que entre las administraciones se vea el proyecto de mejorar a Saltillo como algo más allá de los intereses políticos de los partidos”.