¡Chicle y pega!
Por Jesús Peña
Fotos: Luis Castrejón/Jesús Peña
Edición: Kowanin Silva
Diseño: Edgar de la Garza
Dicen que este chicle es capaz de LEVANTARLE el ánimo a cualquiera.
No es un chicle normal, ni sabe a tutifruti, tampoco sirve para quitar el olor de boca ni la mala digestión.
Cuesta 50 pesos en hierberías y tiendas de productos esotéricos.
Y aseguran, quienes lo mastican, que aumenta la potencia y el deseo sexual en sólo… 15 MINUTOS.
“Si no sales de aquí como carpa, te regreso tu dinero…”..
Dice Rubí Jáquez, la propietaria de una hierbería ubicada por la colonia Bellavista y en donde hombres, ni tan jóvenes y ni tan viejos, paran diariamente, y a todas hora, para llevar… un chicle, su chicle.
“Vienen los señores y me dicen ‘me das un chicle’, ya yo sé que no es un chicle Canel’s…”, dice Rubí.
Se llama “HOMBRES SUPER PODEROSOS”, pero los varones saltillenses lo han bautizado como la pastilla “PODEROSA” o “SUPER PODEROSA”.
No está avalada científicamente ni tiene registro ante la Secretaría Salud, sin embargo es, entre los productos naturistas y herbarios contra la impotencia sexual que circulan en Saltillo, el más vendido, el más solicitado, aunque no sea 14 de Febrero.
Según sus consumidores más asiduos, porque su efecto DURA, DURA, DURA, DURA, hasta tres días.
Es una pastilla roja y romboidal y viene empacada en un sobrecito rosa e ilustrado con una pequeña fotografía circular de una pareja, la chica hombros desnudos y ceñidos por el resorte del corpiño, dándose un beso largo y apasionado.
El chicle tiene un gusto amargo, no es un chicle Canel’s, y está hecho, se lee en su empaque con letra chiquititita, de epimedium, (una planta china con cualidades de afrodisiaco), raíz de rehmannia, raíz del ciervo, (considerada el Viagra natural de hombres y mujeres), “etc.”, así dice en el empaque: “etc.”.
El modo de uso de esta pastilla es así:
Se mastica, se traga con agua y ya.
Sólo hay que esperar de 10 a 30 minutos para SENTIR sus efectos, que pueden PROLONGARSE de 36 a 72 horas.
Activándose, su efecto, siempre que haya estimulación sexual, visual, auditiva, olfatoria “etc.”.
“Nomás que veas una muchacha buena y vámonos parriba”, dice un usuario habitual de este chicle, abogado él, que por la pena de ser descubierto por sus familiares, amigos o conocidos, no quiere dar su nombre.
En el paquete de este chicle herbal se advierte además que no es un medicamento, pero que su uso es responsabilidad de quien lo recomienda y de quien lo consume.
“No tiene efectos secundarios”, más de que a la hora de masticarse
“los hombres mejoran y ellas… sonríen”, reza una leyenda inscrita hasta abajo de la etiqueta.
No incluye el nombre del laboratorio farmacéutico o botánico que lo produce.
Confieso que cuando supe de la existencia de estos socorridos chicles, que han causado furor entre los varones saltillenses, me quedé con la boca abierta, me reí un rato y pensé “¡las vainas que se les ocurren a los mercadólogos!”.
- ¿De veras vienen hombres a comprarlo?, le pregunto a Rubí, una tarde que la visito en su hierbería.
- Más cuando tienen una mujer de fuego, que pide más y más y que no se conforma con una cosquillita, responde la chica con un tono… voluptuoso.
Hasta ahora no hay registros estadísticos que indique, ¿cuántos hombres, y en qué grado, padecen impotencia sexual en Coahuila?
Pero el doctor Armando Ramos Valdés, urólogo, menciona que sólo el cinco por ciento de los pacientes que sufren este tipo de trastorno, va a consulta con un especialista.
“Desgraciadamente todavía al paciente le da pena venir a consultar. Como es una situación muy íntima, muy de pareja, muy personal, pues son pocos.
“Todos los demás se quedan en casa, se aguantan, lo pasan por alto o no hacen nada al respecto, dejan que el problema siga evolucionando, pero no buscan atención”.
Y a mí se me ocurre que algunos de esos hombres son los que están acudiendo a las hierberías y tiendas de productos esotéricos, como la de Rubí, a buscar un milagro o solución mágica para su problema.
“Si la persona cree que le va a funcionar y realmente está convencida que a través de un té o que a través de un alimento va a obtener potencia sexual, se sugestiona y funciona, ¿qué importa si es por sugestión o porque el alimento realmente lo produce? El punto es que tiene efectividad y mejora las relaciones sexuales y mejora la calidad en la vida sexual de la pareja”..
Dice Karla Valdés García, psicóloga clínica, directora de la Facultad de Psicología de la UAdeC.
La disfunción eréctil, explica el urólogo Armando Ramos Valdés, es un trastorno multifactorial, por tal motivo lo principal será buscar una causa orgánica o una enfermedad de base que esté incidiendo como reacción secundaria en la falta de erección.
Algunos de los padecimientos crónicos que pueden ser causa de disfunción eréctil son la diabetes, la hipertensión, enfermedades del corazón, del riñón, del hígado.
Hablando de otros conceptos que abarcan la impotencia sexual, como son la eyaculación precoz o la eyaculación retardada, influye más un factor psicógeno.
“Ahí el paciente generalmente tiene estrés del desempeño sexual, baja autoestima, depresión, sentimiento de culpa”, dice Ramos Valdés.
En cuanto a la diminución del líbido, se trata más bien de cuestiones hormonales, como la disminución en la producción de testosterona, que conlleva a una baja del apetito sexual.
Rubí platica que a diario entre 10 y 15 varones, de 30 a 50 años, llegan hasta su hierbería para llevar un chicle, “¡me das un chicle!”, pero no un chicle Canel’s.
La mayoría son clientes cautivos y suelen visitar esta negociación de tres a cuatro veces por semana, solos.
- ¿Vienen con sus parejas?
- No, les da pena y lo hacen por debajo del agua, no le dicen a su pareja que toman ese tipo productos porque quieren hacerse los que ‘ah yo mero puedo sin pastillas’, pero no. Lo hacen a las escondidas, a ellos no les gusta que la critiquen su virilidad, quieren presumir que pueden mucho, que pueden de a dos o tres veces y se jactan de que pueden echar unos bien buenos palos, dice Rubí.
Uno de esos varones es el dueño cincuentón de un importante bufete de abogados en Saltillo, que, confiesa, suele traer en el carro su ración de dos o tres amargos, pero placenteros chicles… por si se ofrece.
“Como si fuera gasolina, pa que el motor arranque, pa que arranque en primera, si no… va a ir todo arranado”, dice bromeando Rubí.
Cuando este hombre enfermó de diabetes, cuenta en una de sus frecuentes visitas a la hierbería de Rubí, notó que el poder de su miembro viril iba disminuyendo poco a poco hasta que de plano disminuyó.
“Yo ya decía ‘se murió mi amigo bronco’”, suelta.
Un día que andaba merodeando por un mercado de Monterrey, se metió a curiosear en una botánica y…
“Le pregunté a la muchacha, ‘oye ¿algo para durar más?’”, me dice ‘tómese ésta’. Dijo ‘y si no te funciona vienes conmigo, conmigo sí va a funcionar’, le dije ‘bueno, me la voy a llevar’, y me la tomé.
Funcionó.
El chicle… pegó.
Fue así como este abogado conoció la famosa pastilla SUPER PODEROSA o PODEROSA, como algunos caballeros la llaman, que se vende libremente en todas hierberías del centro de Saltillo y aun en las de la periferia, como la de Rubí.
“Lo que me gusta es que no es química, es natural, pero se acaba de volada”, dice el abogado.
Y aunque él es divorciado, se jacta de tener una vida sexual bastante activa, con mujeres… especialmente jóvenes.
- ¿Usted las busca?, lo interrogo,
- Llegan solas, pa qué las buscas, nomás que tienes que traer el billete en la cartera porque nada es gratis, contesta.
El urólogo Armando Ramos Valdés dice que se trata de productos, hasta cierto punto, naturistas, basados en algunas hierbas. Sin embargo, no hay estudios, ni a mediano ni a largo plazo, que avalen su confiabilidad y funcionamiento.
“Toda esto de la medicina alternativa realmente no tiene un aval científico, entonces nosotros no lo recomendamos, no lo prescribimos, porque no se ha comprobado que funcione. Nosotros como médicos nos apegamos a la ciencia, a lo que está comprobado bajo investigaciones, bajo experimentos, que ya está publicado en revistas de prestigio, en libros.
“Antes de llegar a la consulta el paciente ya buscó una serie de estrategias, de medicamentos y claro, la mercadotecnia te vende productos milagrosos, mágicos, ‘tómate esto, úntate lo otro’, mil cosas, porque saben que esta cuestión es muy importante para los hombres. Sacan algo nuevo y le añaden ahí propiedades milagrosas y mágicas, imagínate”.
Indudablemente, opina la psicóloga clínica Karla Valdés García, la sugestión tiene mucho que ver en este asunto.
“Algunos se sugestionan con el hecho de que ‘es por esta pastilla que yo tengo más virilidad, más potencia sexual’, y entonces da resultado porque le tienen fe a la pastilla. Otros se la toman, pero con ciertas dudas, con cierta creencia un poquito menos fuerte, y entonces no les da resultado y dicen ‘ay esto no funciona’”.
“F”, 52 años, el propietario de un taller automotriz especializado en suspensión, asegura que esto del chicle no es simple sugestión.
Él lo masca cada ocho o 15 días, desde hace unos siete meses, se lo recomendó un compadre y le ha funcionado a la perfección.
“F” no es diabético ni padece enfermedad crónica alguna, se alimenta saludablemente y tampoco es que “no pueda”, sino que, dice, quiere más y por eso lo usa.
“Me gusta el sexo y me gusta hacerlo hasta llenar, quedar bien satisfecho y me ha dado resultado, yo siento que duro más”, me cuenta una tarde que lo pillo en la hierbería de Rubí, comprando un chicle, pero no un Canel’s.
- ¿Y su mujer?, le pregunto.
- No pos queda bien satisfecha, llena, responde “F”.
A pesar de ser casado, el dueño de este taller de suspensión tiene sus “refacciones”, parejas con las que eventualmente sostiene encuentros sexuales, sólo después de haberse mascado su chicle.
“Si se me presenta algo vengo aquí y la compro. Cualquier rozón o algo va parriba, vámonos. Vas al baño y ‘ay ¿qué es esto Dios mío?’, Por un día o dos se pone, pero machín. Te imaginas cómo vas a dejar a la mujer: satisfecha, te vuelve a buscar al otro día”.
Tan funciona el chicle, bromea Rubí, que “F”, dueño de un taller de suspensión, usa su entrepierna como gato para levantar los tráilers.
Pero este chicle es sólo un ejemplo entre los más de 50 productos milagro contra la disfunción eréctil que se venden, sin receta, en hierberías, tiendas naturistas y de artículos esotéricos que hay por toda la ciudad.
En la mayoría de estos establecimientos es posible encontrar desde pastillas, soluciones, en forma de gotas o ampolleta de administración oral, hierbas, tónicos y hasta gomas de mascar para hombre y mujer, con nombres tan sugestivos como “Deseo”, “Píldora del Amor”, “Garrotazo”, “Té Sexual”, “Sx Pronto”, “Xtra Viril”, “Testitón”, o pastilla del “Gallito”, “Afrodex Men”, “Mega – Sex”, “ Maca - Sex”, “Xtreme Sex” y “Big Men”.
“La verdad es que sí son muy efectivos estos productos, la gente regresa por ellos. Viene todo tipo de gente desde chavos, viene uno muy seguido que tiene unos 30, yo creo no tiene ni los 30, hasta gente de edad, adultos mayores. A veces ni saben, como que entran y empieza a ver y se están haciendo loquitos, pero luego ya, ‘¿qué necesitas?’, les preguntas, ‘no nada, nada’, te dicen”.
Cuenta la encargada de una tienda de artículos esotéricos, ubicada sobre la calle de Acuña, en el centro.
- ¿Vienen mujeres?, quiero saber.
- Vienen más hombres que mujeres, pero sí. Las mujeres llegan buscando productos para ellas, también para la pareja y así te lo dicen: ‘ay es que para que me den ganas’, ‘para que le den ganas a mi novio o esposo’, y ya tú le vas ofreciendo, dependiendo de la necesidad.
Estos productos, en cuyas etiquetas se especifica que son suplementos alimenticios, están elaborados a base de hierbas como la Damiana de California, Maca, Garañona, ginseng, ginkgo biloba, polen, avena, jalea real, guaraná, testosterona, vitaminas b, c y e, minales y aminoácidos.
“Son naturales no tienen químicos, ayudan a todo el organismo y LEVANTAN el ánimo”, declara la dependienta de una tienda naturista, situada en la calla de Pérez Treviño, en pleno centro.
Los precios de estos suplementos fluctúan entre los cinco y los dos mil pesos, dependiendo de la marca, ingredientes y efecto.
“Estoy viendo que son hasta caros y realmente es un robo comprar un producto que muchas veces no va tener ningún efecto. Más valdría ir con un especialista, prescribir un medicamento, que tenemos la certeza de que va a funcionar, y tal vez van a gastar menos”, señala el doctor Armado Ramos Valdés.
Tales productos prometen solucionar problemas de impotencia sexual que van desde la disfunción eréctil, a través de AUMENTAR la circulación sanguínea hacia el pene; la eyaculación precoz, mediante le relajación y la disminución del estrés; y la falta de lívido en hombres y mujeres, creando una adicción al sexo, mejorando con ello el desempeño sexual y la virilidad en la intimidad.
O al menos es lo que dice en sus etiquetas.
- ¿En qué época se venden más?, entrevisto al propietario de otra hierbería del centro.
- En toda época del año, pero más en tiempo de frio, ¿por qué?, no sabemos, pero sí tienen más auge.
Pero sin duda, dice Rubí, que el favorito de los varones saltillenses es el chicle, mejor conocido como la pastilla ”SUPER PODEROSA”. Por algo será.
“Hay muchos, hay una gran variedad de productos, pero avalados y que realmente funcionan, son pocos”.
Insiste el urólogo Armando Ramos Valdés, para quien esta clase de métodos de la herbolaria son simplemente parte del pasado, después del descubrimiento del Viagra a finales de le década de los noventa.
Con todo y eso durante mi recorrido por hierberías, tiendas naturistas y de productos esotéricos, me encontré con un líquido que hace que la erección del pene llegue a su punto máximo; un té relajante que dispara el vigor sexual; una tableta que cuesta 15 pesos y a cambio aumenta la actividad sexual del varón más casto; una cápsula capaz de LEVANTARLE al ánimo a un diabético; un coctelito de vitaminas deleite de los señores de 40 ó 50 años que gustan de andar con jovencitas de 20; unas gotitas que despiertan la pasión y desinhiben hasta a la mujer más frígida, una píldora cuyo efecto de erección y eyaculación al máximo DURA siete días; un tónico que combate el desgano sexual y es preferido por choferes, veladores, guardias de seguridad; y una grajeita que es la panacea contra el agotamiento sexual y la eyaculación prematura..
“Al final de cuentas a nosotros no nos interesa si es con Viagra, que es un medicamento químico, que si es porque comió muchos camarones o porque comió… El punto es que realmente disfruten, tengan placer y una vida sexual saludable y plena”, dice la psicóloga clínica Karla Valdés García.
“¡Me das un chicle!”.