#NetaNews de 'El Bronco'; por lo pronto, no está en la boleta
Este viernes no había pasado una hora desde que se diera a conocer la noticia de que el Instituto Nacional Electoral (INE) dejaba fuera de la boleta electoral a Jaime Rodríguez Calderón, cuando desde su cuenta de Twitter apareció una publicación del aspirante independiente, invitando a sus seguidores al registro de su campaña este domingo.
¿Por qué estaba el Bronco tan tranquilo después de un golpe semejante? Para quienes se han familiarizado con la presencia del gobernador con licencia, su tozudez no es un tema desconocido y la publicación parecía ajustarse a tal premisa.
Sin embargo, en Facebook, una red mucho más socorrida por el internauta mexicano, una publicación bastante similar había sido subida varias horas antes.
La programación de publicaciones en redes para los community managers es el equivalente a la suma y resta en las matemáticas. Sin embargo, en México, pese a todo lo que pueda decirse en defensa de la familiaridad con lo tecnológico, sigue siendo un tema “especializado” del que se aprovechan muchos, los políticos sobre todo.
Así, unos cuantos tuits o posts programados no dañan a ningún candidato, siempre y cuando estén bien editados y se ocupen, sobre todo, de interacciones de trámite para recordarle a los usuarios que ahí están, que no se han ido a ningún lado.
El Bronco lo sabe y ha cabalgado, literal y figuradamente en los últimos cinco meses apegado rigurosamente a una estrategia digital que para un millennial es básica e incluso hasta dogmática: todo pasa por el filtro de las redes sociales.
Si estuviéramos hablando de 2006 e incluso de 2012, la estrategia de Rodríguez Calderón podría parecer no solo revolucionaria, sino hasta futurista. Dejar todo en manos de Twitter y Facebook y una pizca de Instagram para dar a conocer opiniones y el día a día del candidato (además del clásico arribismo a los trending topics de la jornada), sin duda sigue pareciendo una buena estrategia, a no ser por un pequeño detalle: la falta de propuestas.
La imagen de personaje recio, de pueblo, al chile y entrón que ostenta el Bronco ha sido un sello que le ha valido un posicionamiento mediático que ya quisiera la gris campaña de José Antonio Meade o la forzada coolness de Ricardo Anaya, que incluso acompañado por Yuawi sigue siendo visto como el presidente de la sociedad de alumnos de un colegio fresa.
No hablemos del otro descalificado, Armando Ríos Piter, a quien al parecer no reconocen ni en su propio hogar, o de Margarita Zavala, que sacó la mejor tajada del circo en el que se convirtió el registro para aspirantes a candidatos independientes, y quién cargará de aquí al 1 de julio la sombra de rencor hacia el PAN con la que todos la perciben, y, al igual que sus colegas, las irregularidades en la cosecha de firmas.
Finalmente, Andrés Manuel López Obrador se cuece aparte en este concurso de popularidad en el que se han convertido las campañas electorales. El “Peje” ya tiene probada la fórmula que lo llevó a convertirse en un personaje que trasciende más allá del partido que lo cobije. Más de 12 años de terquedad y labor evangelizadora lo respaldan.
El oriundo de Galeana, Nuevo León, por su parte, ha sido más astuto que el tabasqueño en este aspecto; ha tomado el atajo digital y se ha ahorrado muchos años. No obstante, para ser un AMLO aún le falta mucho trecho y, sobre todo, contenido.
HASHTAGS BRONCOS
La estrategia digital de Rodríguez Calderón ha sido como un cuchillo sin filo, incluso romo: a cierta distancia puede parecer intimidante para el sistema y esperanzador para todo aquel que se asuma como oprimido; pero en la práctica es meramente decorativo. Basta con echar un vistazo al contenido de sus cuentas en Twitter y Facebook para darse cuenta de ello.
No hay día en que los primeros tuits mañaneros que mandan desde la cuenta @JaimeRdzNL hagan uso de alguno de los hashtags que aparecen como tendencia. Lo mismo aplica para su cuenta de Instagram que, si bien no realiza un bombardeo tan frecuente sobre su campaña, no se mantiene en suspenso durante mucho tiempo.
Su apuesta es en Facebook: Se trata de una campaña atípica. No obstante, el Bronco se jacta que en Coahuila en donde hay mayor cantidad de internautas lo apoyan
“Estamos trabajando en un programa de comunicación totalmente cibernético, usando el algoritmo matemático que nos va a permitir hacer predicciones electorales, porque yo no creo en las encuestas, no creo en los diagnósticos, creo en la persona, creo en el individuo”, dice.
No obstante, es en Facebook en donde el aspirante a candidato independiente hace su mayor apuesta. Su fanpage es el centro en donde se divulgan los videos con los pormenores de su recorrido proselitista y en donde además se da cabida a grupos estatales de apoyo, siendo el del estado de Coahuila en donde hay mayor cantidad de internautas que apoyan al Bronco con más de mil 800.
Los números del precandidato en la red social más conocida del mundo no son menores y es por eso que su repentino empuje se ha convertido en objeto de sospecha. Para ejemplo el siguiente:
Una noche previa al pasado San Valentín, Jaime Rodríguez contaba con un millón 396 mil seguidores. Sin embargo, a partir del 14 de febrero comenzó a registrar un ritmo de crecimiento promedio en Facebook de 7 mil fans por día.
Después de 12 días, el precandidato independiente sumó a sus filas 103 mil seguidores nuevos en Facebook, a pesar de no contar con retroalimentación positiva en sus publicaciones.
Los milagros en tiempos de bots son una constante, y el del Bronco es solo una muestra más del poder del dios de Internet. No es el primero y, definitivamente no será el último que le rece.
Aun así, con todo y su poder mediático y abierta simpatía hacia la interacción que las generaciones más jóvenes tienen en las redes sociales (memes incluidos), el Bronco teclea mucho y dice poco.
Dejando de lado las publicaciones de trámite que abundan en sus cuentas, las palabras que Jaime Rodríguez repite entrevista tras entrevista, y que luego son replicadas digitalmente, no salen de un simple discurso que podría ser comparado con el de un coach al lado del campo.
Frases como “¡DESPIERTA! El poder lo tienen los mexicanos NO los gobernantes. ¿Ya estás listo para exigir el #México que mereces?” o “¿Qué es ser Bronco? Es ser entrón, valiente, justo y trabajador. ¿Tú eres un Bronco? México necesita más Broncos que luchen para que salgamos adelante”, podrían entrar en un programa de emprendedurismo.
Aún así, en un contexto de fórmulas discursivas tan predecibles como la política mexicana, se agradecen estas muestras de optimismo de vez en cuando, pero cuando se llega a abusar de ellas solo hace más evidentes las carencias del candidato en cuestión.
No ayuda mucho, por otro lado, asumir el papel de víctima. Anaya lo sabe. Pero el Bronco parece cómodo en su papel de caudillo mientras anima a sus huestes de “MexiBroncos” a luchar contra las “#FakeNews” que intentan tumbarlo, a base de “NETA news”.
PALABRAS AL CALOR DE LA CABALGATA
En términos generales las precampañas se han convertido en un escenario para dimes y diretes, mientras que la ausencia de propuestas ha quedado al descubierto en todos los que aspiran a la presidencia de la República. En el caso del Bronco, la falta de propuestas concretas ha dado paso a la verborrea y esta, a su vez, a la especulación.
Un ejemplo de lo anterior son las acusaciones que el precandidato independiente ha hecho de AMLO, particularmente en lo que respecta al gasto acumulado de campaña del tabasqueño ya en tres contiendas electorales.
Sin embargo, en lugar de arremeter con datos duros, Rodríguez se resiste a sacudirse la imagen de informalidad con la que muchos ya lo asocian y solo lanza dardos sin dirección ni profundidad.
“Andrés Manuel se ha chingado como unos dos mil millones con su partido, el loco, más o menos. Si los devuelve es presidente, espero que lo entienda”, dice. Y ahí se queda.
Desde el lanzamiento de su precampaña y durante la gira de la misma, el Bronco se cansó de repetir su virtual plan de gobierno, en el que desaparecería muchas secretarías de Estado que, a su juicio, son innecesarias. Sumado a esto, dijo que acabaría con todas las delegaciones federales para darles facultades a los presidentes municipales, debido a su proximidad con los problemas de sus respectivas comunidades, todo esto con el fin de reducir la burocracia.
En el mismo tenor, Rodríguez Calderón también destacó que, de llegar a la Presidencia de propondría una reducción en la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 16 al 10 por ciento, en beneficio de la población.
Sin embargo, más allá de lo atractivo que resulta para un ciudadano común y corriente la promesa de un día a día con menos trabas a las habituales, las palabras del Bronco responden a la urgencia de crear una conexión político-votante que en México cada vez es más utópica que el quinto partido de la Selección Mexicana en un Mundial.
Así, los dichos del precandidato son un dulce auditivo, pero llevados a la práctica son difíciles de cumplir para el Ejecutivo o, si no, al menos no son cosa de chasquear los dedos.
La Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) nos dice que el Estado solo a través del Poder Legislativo puede crear, modificar o suprimir impuestos destinados a cubrir el gasto público.
Así mismo, la Prodecon agrega que para la modificación de los impuestos se tienen que seguir una serie de pasos como presentación de la propuesta de ley en la Cámara de Diputados para la discusión de la propuesta y después pasar con los Senadores.
Después de que la reforma en cuestión llegue ambas cámaras, está debe ser transferida a la comisión correspondiente, en este caso de Hacienda y Crédito Público, en donde se tiene que aprobar con el 50% + 1. Es aquí, cuando finalmente se autorice, que el Ejecutivo puede publicarla.
El desconocimiento del tema despoja al Bronco de cualquier credibilidad como aspirante a gobernar algo fuera de los límites de Nuevo León y cada vez se ven más lejanos sus gestas heroicas contra el crimen organizado en el municipio de García, en donde la buena fortuna sumada a la amplia cobertura mediática le dieron impulso a su carrera política.
El Bronco se jactó constantemente de que en materia de seguridad se requiere ser creativos y, sumado a eso, desde el año pasado se convirtió en un defensor de la polémica Ley de Seguridad Interior que legitima la participación del Ejército en labores de patrullaje policiaco.
Por supuesto, combatir al fuego con fuego y apelar a la iniciativa ciudadana pueden no sonar descabellado a nivel municipal e incluso ser una estrategia exitosa: pero, a gran escala, lo único que puede generar son dudas y ni todos los hashtags del mundo pueden servir para causar el efecto contrario.
Encerrado en su burbuja digital, la falta de “colmillo” en este tipo de instancias, solo han hecho parecer al Bronco como un adolescente escudado detrás de trending topics, transmisiones en vivo, etiquetas y memes; ajeno a la cruda realidad que caracteriza a una campaña política a gran escala y en la cual sus contrincantes parecen tener mayor oficio.
OTRAS LIGAS
Mientras Anaya, López Obrador y Meade (a los que seguramente se sumará Zavala), se enfrentan en términos de discurso, maquinaciones y mañas mucho más elaboradas, el respaldo tecnológico del Bronco se ve tal y como su app: un juego para pasar el rato.
La aplicación llamada Pregúntale al Bronco, una suerte de Bola 8 Mágica, se limita a proporcionar respuestas triviales basadas en los memes del Bronco. Si ahora mismo organizaran votaciones entre menores de 25 años, Jaime Rodríguez arrasaría las elecciones.
Nada que le quite el sueño a aquellos que desde hace generaciones dictan los términos con los que se hace política en México.
EL DATO
3,575 firmas de más presentó Margarita Zavala ante el INE, mismas que le fueron reconocidas.