Jake Gyllenhaal Con casta de actor
Apenas un par de días después de haber estrenado en el Festival de Venecia la película 'Everest', Jake Gyllenhaal volvió a cruzar la frontera de Estados Unidos, para abrir el Festival de Cine en Toronto con la película 'Demolition', cuando ya había estrenado en menos de un año las películas 'Accidental Love' con Jessica Biel y los perfectos abdominales que mostró con el boxeo de 'Southpaw', con Rachel McAdams. Y mientras prepara con Amy Adams el próximo estreno de la película ‘Nocturnal Animals', pudimos entrevistarlo personalmente en medio del rodaje de ‘Stronger’, sobre el atentado terrorista de la maratón de Boston.
¿Toda tu familia tiene algo que ver con el mundo del espectáculo?
Sí. Mi hermana es actriz, mi madre es guionista y mi papá, director.
¿La actuación era una obligación familiar?
Sí, me forzaron (risas). A los cinco o siete años, mis padres dijeron que era hora de aprender lo que iba a ser el resto de mi vida. Les dije que quería jugar al fútbol y me dijeron que no (vuelve a reír), tenía que ser actor. Y fue el mejor día de mi vida.
¿Más allá de las bromas, todos también fueron nominados al Oscar?
Mi padre no, pero está contento de tener tantos miembros en la familia que sí están nominados. Mamá estuvo nominada como Mejor Guionista, por una película que se llamó ‘Running On Empty’ y a mi hermana la nominaron por ‘Crazy Heart’.
Y como padrinos además tuviste a Paul Newman y Jamie Lee Curtis?
Sí, Paul Newman era un amigo de la familia desde que había trabajado con mamá en una película. Era un hombre maravilloso y yo solo fui una de las tantas personas que él tocó. Y Jamie Lee Curtis siempre estuvo en mi vida, desde que nací. Como todos los padrinos, ellos afectaron mi vida de la mejor manera posible.
¿El camino a la cima resultó más fácil al haber nacido dentro del mundo del espectáculo?
Supongo que la gente tiene cierta idea o ilusión sobre lo que significa Hollywood, antes de entrar en ese mundo. Y en mi caso yo vi los puntos altos y bajos de Hollywood y el negocio del cine, desde mi infancia. Digamos que estaba metido más en la realidad desde un principio, sin ningún tipo de ilusión que pueden llegar a tener aquellos que no conocen tanto el medio.
Con el verdadero nombre de Jacob Benjamin Gyllenhaal, Jake nació el 19 de diciembre de 1980 en el corazón de Hollywood, donde el padre Stephen Gyllenhaal ya era un reconocido director de televisión y la madre, Naomi Foner era productora, además de guionista. La hermana, es nada menos que Maggie Gyllenhaal, nominada al Oscar como Mejor Actriz de Reparto por la misma película ´Crazy Heart´ con que incluso ganó Jeff Bridges. Pero Jake también forma parte de la familia del Oscar, desde que lo nominaron por el rol de vaquero homosexual que protagonizó con Keith Ledger en la película ´Brokeback Mountain´. Antes, ya había llamado la atención como el interérs romántico de Jennifer Aniston en ´The Good Girl´ o la superproducción de ciencia ficción ´The Day After Tomorrow´ con Dennis Quaid. En el camino, también estuvo a punto de ser el protagonista de ‘El Señor de los Anillos’, ‘Spiderman’ y ‘Batman Begins’, aunque en esas pruebas de audición no tuvo la suerte de conseguir el rol que tanto había buscado. Pero igual demostró que es capaz de abarcar todos los estilos del cine desde el suspenso de ´Zodiac´, la acción de ´Prince of Persia´ o la comedia romántica de ´Love & Other Drugs’ y la ciencia ficción de ´Source Code´, además de las películas dramáticas de ‘End of Watch´, ´Prisoners´ y la sátira de ´Nightcrawler´.
Pero Jake Gyllenhaal también es famoso por los romances... famosos, habiendo protagonizado en la vida real muchas más historias románticas que en el cine. Estuvo de novio durante dos años con Kirsten Dunst y después de la película ´Rendition´ terminó siendo pareja de Reese Witherspoon. En octubre del 2010 además tuvo otro noviazgo famoso con Taylor Swift que apenas duró unos meses y después salió con las modelos Alyssa Miller y Emily DiDonato.
La fama y tanta popularidad ayuda a atraer la atención femenina en cierto sentido?
Y.. definitivamente hay una fascinante ilusión que va ligada a la fama. Pero al final, cuando alguien te conoce es algo que también desaparece apenas descubren la realidad y es ahí donde supongo que se deciden si te aprecian como persona o no… más allá de la fama.
¿Alguna vez dudaste de la actuación como una forma de vida?
No, para nada. Lo disfruté siempre, desde el principio, me pareció el mejor trabajo.
¿Y si no hubieses sido actor qué profesión te hubiera gustado tener?
Me hubiera encantado ser chef. Eso me hubiese gustado hacer y a lo mejor lo intente algún día.
¿Si pudieras volver en el tiempo, qué le dirías a ese jovencito Jake Gyllenhaal que recién empezaba como actor a los siete años?
La verdad… me gustaría volver al momento en que jugaba con el videojuego del Príncipe de Persia, para decirme que yo iba a ser ese mismo Príncipe, en el cine, veinte años después, con una película de acción del estilo de Indiana Jones o el cine que a mí me gustaba en ese entonces. ¿Y sabés por qué lo digo? Me encantaría ver cómo reaccionaría (Risas)
¿Es verdad que estuviste a punto de ser el protagonista de otras películas de acción como ‘Spiderman’ y ‘Batman´?
Y sí… me hubiera encantado conseguir esos roles. Pero como todos los actores, cuando entramos a una prueba de audición esperamos conseguir el personaje que buscábamos. Pero la realidad es mucho más complicada de lo que te imaginas.
¿Alguna vez te quejaste con una carta a algún director porque no te eligió para alguna película o al menos a alguna compañía como hace tu personaje de la película 'Demolition'?
En la escuela, en la época en que nos enseñaron a escribir cartas, me acuerdo que le mandé una queja a una compañía, a Kentucky Fried Chicken (riendo), les dije que estaba enojado porque habían sacado unas hamburguesas en miniatura que venían con pollo frito en el medio. No bromeo. Se llamaban Chicken Little. Y yo estaba enojadísimo. Esa queja sí que la mandé por escrito (Risas)
¿Lo recomendarías?
Le recomendaría a cualquiera que se exprese de la forma que pueda, para tratar de recuperar lo que siente que les quitaron de sus vidas, aunque en mi caso haya sido algo que no es tan importante como el pollo frito.
¿Y con tantos emails en la actualidad, cuándo fue la última vez que escribiste una carta a mano?
¿Si escribí una carta a mano últimamente? Yo escribo cartas, pero como soy actor también sé escribir bien. Escribo muchas cartas a mano y realmente es una lástima que sea algo que hacemos cada vez menos. Ya no es algo para nada importante para ciertas generaciones. Y me parece que el email es algo vacío. Prefiero la vieja escuela en ese sentido, donde me gusta expresarme en una forma más primitiva. La gente ya no escribe tanto, en todo sentido. Será por eso que a mí me gusta tanto. Ironicamente, se siente maravilloso.
Justamente, es una carta de quejas el detonante que cambia la vida de Jake Gyllenhaal en la película 'Demolition', con la dramática historia de un ejecutivo que para afrontar el duelo de la muerte de su esposa, demuele todo aquello que encuentra en su camino, con refrigeradores, cafeteras y casas incluidas. Y en ese mismo camino también encuentra una extraña relación con Naomi Watts y un malcriado hijo adolescente que alimentan todavía más esas ganas por disfrutar la vida, destruyéndolo todo aunque también destruyan... sus vidas.
¿Cómo describirías con tus propias palabras la personalidad de tu personaje en la película ‘Demolition’?
Es alguien que busca constantemente lo que quiere en la vida y yo creo que es una persona que realmente no sabe cómo se siente, por haber estado tanto tiempo encerrado en el típico estilo de vida convencional que vive la mayoría de la gente.
¿Y qué es lo que más te gustó de la historia de esta película?
- Eso me gusto, que empiece como alguien que vive un estilo de vida convencional y termine la película completamente diferente, sintiendo lo que tiene que sentir, sin que la sociedad le diga lo que deba sentir. Como actor, es algo bastante incómodo de resolver, sin seguir los caminos a los que estamos tan acostumbrados. Fue muy interesante descubrirlo.
¿Con una producción independiente de bajo presupuesto como esta, se extrañan las típicas superproducciones de Hollywood?
No lo creas. La filmación es mucho más íntima, con menos gente. El director estaba filmando casi todo el tiempo. Y rompimos tantas cosas que pareció una superproducción (Risas). Daba gusto salir de casa caminando, sabiendo que iba a filmar esta película.
Perdón, ¿Ibas caminando hasta la filmación?
Es que en este caso, como vivo en Nueva York, hubo veces en que el rodaje a veces me quedaba cerca de casa y me iba caminando. Llegaba a las seis de la madrugada, me ponía el vestuario, sin maquillaje ni nada, y cinco minutos después ya estábamos filmando.
¿Cómo fue que filmaron las escenas donde tenías que destruirlo todo?
En realidad, construyeron la mitad de una casa y me dieron las herramientas para destruirla toda, entre nosotros. Y se siente bastante bien romper ventanas, sin ningún tipo de consecuencias (Vuelve a reir)
¿Y las escenas donde te toca bailar?
(Le cuesta parar de reír) Tuve unas clases de baile y el director había preparado especialmente un ipod, pero nunca me mostró las canciones que iba a pasar, hasta el momento de filmar. Fue parte del proceso intimidante que tuvo con la dirección. Apenas si me dio un par de momentos para expresarme. Y yo me la pasaba fijándome en la agenda y los horarios para ver el momento en que me tocara bailar… porque estaba aterrorizado. Y después de filmar unas escenas en la estación de tren, apenas llegó el tren, el director me dio el ipod y me preguntó si estaba preparado para bailar. Ahí mismo.
¿En medio de la calle, con la gente... Sin extras?
Sí, no tenía otra opción al momento de bailar, tuve que hacerlo en medio de Nueva York. También filmamos encima de edificios de oficinas, en cualquier lado. Literalmente bajamos caminando desde Battery Park City hasta la calle 14, filmando y bailando. Al final, yo ni siquiera quería parar. Fue tan divertido… Ese es el espíritu, lo bueno de la actuación.