Ya no hay pastorelas en los ejidos de Saltillo
Texto: Christian Martínez
Fotos: Héctor García
El evento da inicio desde las 10:00 de la noche y termina a las 07:00 de la mañana.
A comparación de las pastorelas a las que uno acude a los teatros o centros culturales, ésta tiene una connotación más bien religiosa-espiritual, y con el paso del tiempo y las dinámicas en que se desarrolla la globalización, desaparecerá de los ejidos de Coahuila.
Carmen y Juan son un matrimonio de más de 40 años. Ellos provienen de Palma Gorda, ejido de Saltillo en donde cada 24 de diciembre, desde las 10:00 de la noche hasta las 07:00 de la mañana, realizan una pastorela alrededor de 25 “actores”, quienes han heredado el personaje de generaciones en generación. Durante la celebración realizan una pausa a las 03:00 de la mañana para ingerir algún alimento.
Los diálogos que cada personaje recita de memoria, son trasmitidos de generación en generación y son en versos rimados, la mayoría de ocho líneas. Al menos Carmen no sabe quién es el autor; las aprendió observando.
Después de una década en donde no realizaron esta manifestación cultural, Carmen y otras personas de Palma Gorda decidieron retomar la tradición velando para que no desaparezca, pues según ellos, las nuevas generaciones no están interesadas en continuarla, además la mayoría del reparto ha muerto, se mudó o ya tienen una edad muy avanzada para seguir.
“Los que quedaban de los pastorelas anteriores ya todos son mayores. Nosotros decíamos ‘que no se acabe, que no se acabe’. Nos quedamos toda la noche, antes, viendo a las pasadas generaciones. Hace cuatro años ya empezamos. Las mujeres luchamos para que no se acabara (la tradición)”, dice Carmen.“A lo mejor es una tradición un poco dura. Es muy bonito, porque no tiene comparación a una obra de teatro. Lo de nosotros es toda la noche y le presentamos al Niño (Dios) las ofrendas. Es una trama, todo es secuencia”, dice.
Carmen señala que el Niño Dios, quien aparece en la pastorela, está hecho con madera y tampoco sabe su origen, pues durante muchas generaciones ha estado en el lugar.
“Es un Niño Dios como de madera, es un niño antiguo, el más antiguo de todos”, relata.
Los personajes llevan colgando de un hombro un “Jato”: caja hecha de madera y forrada de tela con algunas ornamentos extras. Éstos, de Juan y Carmen, llevan telas de colores pasteles. Se usa para llevar colaciones, galletas, cacahuates (un bolo tradicional).
El gancho (una especie de báculo que en el extremo superior está adornado con flores de plástico y cascabeles, y en la parte que llega hasta el suelo también va adornado), sirve para cambiar de acto o de rezo: con un golpe en el suelo lo anuncian.
Carmen y Juan recitaron algunas líneas de memoria para poder transcribirlas. Las líneas que pronuncian son versos octosílabos, lo que convierte al diálogo en una especie de poesía popular.
Carmen
Desde anoche con recato
salí por la breña sola
buscando a papá Bartolo,
Anaval a Gila y a Bato,
pues que con rigor ingrato
me han dejado la ocasión
pero si se llega a desviar
el poder (inentendible) (…)
Juan
Naciste entre pajas al calor de un buey sufiendo
del tiempo y la soberbia cruel.
PERSONAJES:
Parrado, Ángel, Naval, Mengo, Gerardo, Lizardo, Cucharón, Beristo, Gila, Tulio, Bato, Ortulo, Hermitaño, este último es quien lidia con los diablos durante toda la noche.
¿Y LOS DIABLOS?
Satanás, Asturiel, Falfejor.
Faltan otros cuatro los cuales Carmen no recordó. Estos siete representan los pecados capitales.
Ya no está ni el ángel ni el pastor ni el Diablo… emigraron o murieron
La marginación del campo ha contribuido a que las pastorelas dejen de representarse como hace décadas
Carlos Manuel Valdés, doctor e investigador en la Facultad de Historia de la UAdeC, realiza la investigación en los ejidos de Coahuila sobre este tema.
Aseguró que con el abandono de las zonas agrarias por parte de las autoridades, los campesinos, cada vez más deciden retirarse del lugar en donde nacieron, o trabajan jornadas larguísimas para sobrevivir, lo que ha provocado que esta tradición desaparezca.
YA NO HAY ACTORES
“Muchas de las tradiciones ya no se conservan porque no hay gente. Las pastorelas navideñas han desaparecido; en donde hemos encontrado rastros de éstas, ya no hay actores. En una pastorela, podían presentar como actores hasta 45 personas. Y luego, toda la gente, muy especialmente los niños, eran los participantes”.
Señala que estas celebraciones duraban horas, tanto así que tenían que hacer una pausa para que el elenco pudiera comer.
“Duraban horas y horas e incluso se suspendía (la actuación) para la comida. Ahorita ya no se representan las pastorelas, no hay gente.
“En el ejido como El Nogal, en donde se realizaban las representaciones más grandes, muchos de los personajes ya murieron, pero muchos otros se encuentran en Monterrey”, asegura.
Añadió que para participar, las personas de los ejidos memorizaban las palabras del personaje para comenzar con la actuación, lo que significaba una práctica cultural bastante distintiva del norte del país. Además, los pobladores mismos se organizaban en torno a la realización de la pastorela.
Hay gente que se sabe de memoria el papel que les tocaba, pero con quién lo representan si no se encuentran los otros quienes realizaban la pastorela. No está el ángel, no está el pastor, no está el diablo. Es una desgracia. Ellos mismo eran los encargados de dirigir este tipo de actos.
Aseguró que la Escuela de Ciencias Sociales está decidida a participar de alguna manera en la recuperación de esta manifestación cultural.
Además de los versos octosílabos, el investigador señaló que también se manifiestan versos de arte mayor (alejandrinos). Encontró, por ejemplo, en el ejido de Patos, personas que pueden recitar de memoria partes larguísimas de las pastorelas en las que ellos participaban; la gente con verla varias veces se aprendía de memoria su parte.
Sobre el autor del “guión”, señaló que se trata del propio pueblo, que fue creando la trama para cada 24 de diciembre.
Actualmente el Instituto Municipal de la Cultura trabaja junto con la Pastorela de Palma Gorda para rescatar la tradición. Hace algunas semanas realizaron una presentación en otro ejido distinto a Palma.
Carmen y Juan piden apoyo para transportar a los personajes, la mayoría de la tercera edad, pues no tienen recursos para trasladarse.
¿Lo sabía?
Proveniente de la voz francesa “pastourelle” o de la italiana “pasttorella” (pastorcilla), la pastorela se desarrolló en México después de la Conquista.
Surgió de la necesidad de los frailes de evangelizar a las tribus de aquel entonces.
La característica principal es relatar las andanzas
de la Virgen María y de San José en su peregrinar hacia Belén.
Una pastorela tradicional daba inicio a las 22:00 horas y culminaba amaneciendo el día siguiente.
Los actores se daban un descanso para ingerir alimentos a las 03:00 de la mañana.
El elenco estaba conformado por hasta 45 actores.