Un rey sin corona, Juan Carlos de Borbón festeja sus 80 años

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Un rey sin corona, Juan Carlos de Borbón festeja sus 80 años

Juan Carlos de Borbón con su hijo el rey Felipe VI y la reina Letizia. Foto: El País
Su reinado, de 39 años, fue cayendo en popularidad poco a poco. A partir de 2010, los escándalos amenazaron la imagen de un monarca que tres décadas antes había sido un referente en España.

Juan Carlos de Borbón cumple hoy 80 años como un rey sin corona: pese a su título de monarca emérito, sus actos oficiales son escasos y su agenda privada, prácticamente un misterio tres años y medio después de abdicar en su hijo Felipe.

El que fuera protagonista de la transición a la democracia en España apenas tiene ya peso en la vida política del país y sus escasas apariciones públicas tienen más que ver con fiestas y viajes privados que con la agenda institucional de la familia real.

Su última aparición pública tuvo lugar hace unas semanas y fue junto a su esposa, la reina emérita Sofía, en un funeral en Bucarest, Rumanía. Que la relación entre ambos está rota es un secreto a voces en España, aunque la Casa Real nunca lo confirmó de forma oficial.

Su reinado, de 39 años, fue cayendo en popularidad poco a poco. A partir de 2010, los escándalos amenazaron la imagen de un monarca que tres décadas antes había sido un referente en España, con un destacado papel en el fracaso del intento de golpe de Estado de 1981.

No ayudó su polémico viaje a Botsuana en 2012, del que se filtró una fotografía en la que aparecía junto a un elefante abatido mientras España sufría una de las crisis económicas más importantes de su historia. "Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir", dijo entonces ante una cámara tras el escándalo.

Tampoco contribuyeron a mejorar su imagen ni sus supuestas aventuras extramatrimoniales ni sus problemas de salud, con varias operaciones que le impidieron acudir a citas emblemáticas como la entrega del Premio Cervantes o el Congreso Internacional de la Lengua Española.

El caso de corrupción que protagonizó una de sus hijas y el marido de ésta, Iñaki Urdangarin, fue el golpe definitivo. Cuatro meses después de que la infanta Cristina declarara como imputada ante un juez por presuntos delitos de fraude fiscal y blanqueo de dinero, Juan Carlos I dio un paso a un lado y dejó la Corona en manos de su hijo Felipe, quien fue proclamado rey de España en junio de 2014.

Mucho se especuló entonces sobre el futuro del rey emérito, quien con 76 años, aquejado de problemas de salud y movilidad, lastrado por los escándalos y distanciado de su esposa, desaparecía de la escena pública y se replegaba al Palacio de la Zarzuela de Madrid. "El rey se siente solo", comentaba en aquellos meses la prensa.

Desde que anunció su intención de abdicar el 2 de junio de 2014, Juan Carlos dejó claro que no quería hacer sombra al nuevo rey, uno de los miembros más valorados de la familia real en un momento crítico para la monarquía española. "Una nueva generación reclama el papel protagonista, el mismo que correspondió a la generación a la que yo pertenezco", dijo Juan Carlos aquel histórico día.

A diferencia de otras casas reales europeas, la española no suele celebrar con grandes fiestas públicas los aniversarios de los monarcas. El 80 cumpleaños de Juan Carlos no será una excepción. No se esperan grandes fastos el viernes en La Zarzuela, si bien algunos medios hablan de un almuerzo con un centenar de personas.

Lo que la casa real sí ha confirmado es que durante el año habrá "una serie de actividades" relacionadas con este aniversario y con el 50 cumpleaños del rey Felipe VI, que tendrá lugar el 30 de enero. La primera será al día siguiente del cumpleaños de Juan Carlos en los actos de la tradicional Pascua Militar en Madrid, donde los reyes eméritos acompañarán por primera vez a los monarcas Felipe y Letizia.

El 2017 no ha sido el año de Juan Carlos. Si en 2016 acudió a varias tomas de posesión de presidentes latinoamericanos, el pasado año no acudió ni a un solo acto oficial en esta región, a la que le une una especial relación (fue uno de los principales impulsores de las cumbres iberoamericanas que ahora se celebran cada dos años).

En junio, además, mostró su enfado por no haber sido invitado a los actos de conmemoración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas en España. Se ha excluido a "quien condujo el camión de la Transición", dijo a sus allegados según el diario "El Mundo”.

De su vida sentimental poco se sabe, si bien en los últimos meses, al rey emérito se le volvió a relacionar con la decoradora Marta Gayá, considerada uno de sus grandes amores, tras la difusión de unas imágenes en las que aparecían juntos en Irlanda el pasado julio.

Juan Carlos de Borbón o "Juanito", como lo llamaban de niño, nació en Roma en plena Guerra Civil española (1936-1939). Nieto del rey Alfonso XIII, pasó su infancia en el exilio en Italia y Portugal.

Con diez años pisó por primera vez España. Y, a petición de Franco, realizó en este país sus estudios militares y académicos.

En 1956, cuando tenía 18 años, su hermano Alfonso murió en su presencia al dispararse un revólver en su casa de Estoril (Portugal).

Seis años después se casó en Atenas con Sofía de Grecia, hija del rey Pablo I y con la que tuvo tres hijos: Elena, Cristina y Felipe.

En 1969, Franco lo nombró como su sucesor a título de rey, aunque su proclamación no tuvo lugar hasta después de la muerte del dictador, el 20 de noviembre de 1975. Tres años después, se aprobó la Constitución española que convirtió oficialmente al país en una monarquía parlamentaria y que fue ratificada en referéndum.

Aficionado a las corridas de toros, al fútbol, a los premios de motociclismo, a la buena comida y los viajes, Juan Carlos fue visto durante muchos años como un rey activo y “campechano".

Ahora, pese a su retirada de la vida pública, no se libra ni de los rumores ni de alguna que otra polémica.

En 2015, un libro escrito por la periodista española Ana Romero lo puso en el ojo del huracán al asegurar que llegó a querer divorciarse de Sofía para casarse con la empresaria alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, con la que supuestamente viajó a Botsuana.

Hace unas semanas, otra periodista, Pilar Eyre, volvió a abrir la caja de los truenos al asegurar que el rey emérito tiene una "hija secreta" perteneciente a la aristocracia.