Semanario | Un obispo centenario: Cerquita de la gente, humilde, caritativo y fiel al pueblo de Dios

La labor de Francisco Villalobos Padilla por 25 años como Obispo de Saltillo y ahora como Obispo Emérito, se puede resumir en estas cuatro virtudes...
Perseverante. Si bien ha padecido problemas de salud, el Obispo Emérito ha superado cada una de esas complicaciones.

TEXTO: NAZUL ARAMAYO. FOTOS: HÉCTOR GARCÍA/OMAR SAUCEDO

El obispo emérito Francisco Villalobos Padilla llegará a los 100 años, y aunque puede haber infinidad de palabras para abarcar un siglo de experiencia y conocimiento, en el caso del monseñor que estuvo a cargo de la Diócesis de Saltillo de 1975 al 2000, creyentes y sacerdotes coinciden que su labor pastoral fue como la de Jesús: cerquita de la gente, humilde, caritativa y fiel al pueblo de Dios.

Cien años y Villalobos Padilla continúa su vocación de servicio, acude a donde es requerido, y a donde quiera que va es recibido entre aplausos y muestras de cariño de la feligresía de gran parte de Coahuila, pues cuando él tomó posesión como Obispo, el territorio diocesano abarcaba de Saltillo hasta Acuña.

“Es un hombre siempre fiel de principio a fin, llega a los 100 años y no se niega a servir, en confirmaciones, misas, peticiones, donde sea, a pesar de su ya muy delicada salud, él está muy dispuesto; sigue trabajando y va a seguir trabajando hasta que Dios le conceda, eso es un hombre fiel”, dijo para VANGUARDIA el padre Manuel Pachicano, párroco de San Patricio Misionero en colonia Las Brisas, en Saltillo.

Querido. Nunca es inaccesible, aún en sus momentos complicados se da tiempo para saludar.

VENCE LA AFECTACIONES FÍSICAS CON UNA FÉRREA VOLUNTAD

Y es que en las últimas dos décadas el obispo emérito ha sufrido padecimientos, intervenciones quirúrgicas, incluso se desmayó mientras oficiaba misa, pero al poco tiempo, siguió adelante, con una fuerza y vocación inquebrantables, un ejemplo para algunos, como lo expresó fray Raúl Vera López.

“Te has fraguado como un hombre de esperanza, de fe, pero sobre todo con caridad, lo demuestras como distingues a los niños, en tu caridad has conservado tu obediencia a la Iglesia, tu lealtad y sobre todo has conservado tu caridad de pastor.

“Como dice San Pablo, nuestro ser por fuera que es la parte física de nuestro cuerpo se desgasta, pero en el interior crece. Esto es claro en tu persona Pancho, muchas gracias por tu ejemplo, por tu fraternidad, muchas gracias por todo lo que nos quieres”, dijo en una misa para celebrar el aniversario episcopal número 48 del obispo emérito Francisco Villalobos.

Es un hombre siempre fiel de principio a fin, llega a los 100 años y no se niega a servir”.
Manuel Pachicano, párroco de San Patricio Misionero.

LA CERCANÍA NO LA PIERDE

Uno podría pensar que una persona tan renombrada, admirada, querida e ilustrada podría resultar un ser inaccesible, confinado a una torre de marfil desde la cual observa el mundo y sus vaivenes, pero eso es justamente lo opuesto a un hombre como Villalobos Padilla.

Sencillo y humilde, cercano, accesible e intelectual, esas son virtudes con las que el pontífice se dio a conocer entre los feligreses, pues desde que inició como Obispo de la Diócesis de Saltillo en 1975, monseñor Villalobos visitó dos veces al año cada parroquia del extenso territorio diocesano. Posteriormente cimentó las bases para la creación de la Diócesis de Piedras Negras.

LA SENCILLEZ, ESA ES SU PRINCIPAL CARACTERÍSTICA

“Es un hombre bastante sencillo en su modo de ser, como Obispo él jamás fue impositivo, jamás fue dictatorial, sino que siempre dialogaba con los sacerdotes las necesidades de la Diócesis y los posibles trabajos que cada uno de nosotros pudiese hacer”, resaltó el padre Pachicano.

Imagínense: antes de que Francisco Villalobos fuera obispo se dedicaba a la docencia, era y es un erudito en materias de Filosofía y Teología, su contacto principal era con libros y estudiantes, pero no tanto con la feligresía, con los creyentes de carne, hueso y espíritu, con dificultades, necesidades y alegrías cotidianas.

Ese fue su primer reto, y lo superó de manera ejemplar: 100 años y la gente se le acerca con cariño, incluso en una tierra que no lo vio nacer, pero que lo adoptó, incluso en febrero de 2011 las autoridades de Saltillo nombraron una calle en honor a Francisco Villalobos. En el evento inaugural, el obispo emérito dijo: “estoy abochornado por todo esto, yo no quería culto a la persona”.

Querido. Villalobos Padilla nunca ha sido inaccesible, incluso en sus momentos complicados se da tiempo para saludar.

NO LE INTERESAN LOS REFLECTORES

Y es que los micrófonos y las cámaras no fueron nunca su objetivo. No buscaba presencia en medios ni figurar ante la opinión pública, su intención era estar cerquita del pueblo de Dios, como un buen pastor. Algo que recuerda un poco a sus inicios en el sacerdocio: cuando antes de los 18 años asistía clandestinamente a clases en el Seminario en 1938, durante la persecución religiosa en el país.

A estas alturas, quedan muchas cosas qué decir de monseñor Francisco Villalobos, como que nació el 1 de febrero de 1921 en el seno de una familia católica en Guadalajara, Jalisco, que sus padres fueron Carlos Villalobos y María del Refugio Padilla, que el 3 de agosto de 1971 fue consagrado como Obispo de Saltillo, pero tomó posesión del cargo el 28 de octubre de 1975, que lleva una dieta rigurosa de carnes blancas, frutas y verduras permitidas por el médico; se pueden decir muchas cosas y todas referirán su cercanía con la comunidad, los sacerdotes y la inspiración para cumplir su vocación, como un buen pastor de 100 años.

¡Felicidades! Francisco Villalobos Padilla tomó cargo de la Diócesis de Saltillo el 28 de octubre de 1975; es considerado el obispo más longevo de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

CELEBRA CON MISA 100 AÑOS DE VIDA EL OBISPO VILLALOBOS, 71 AÑOS LOS HA DEDICADO A PREDICAR EL EVANGELIO

Este lunes 1 de febrero la Diócesis de Saltillo ofrecerá una misa en la Catedral de Santiago para celebrar el don de vida por los 100 años de monseñor Francisco Villalobos Padilla, obispo emérito de la ciudad.

La ceremonia religiosa se realizará a puerta cerrada mañana a las 12:00 horas, con la participación de algunas personas invitadas, pero será transmitida en las redes sociales de la Diócesis y Eucaristream.

Posteriormente, monseñor Villalobos Padilla y un grupo de invitados realizarán una comida en el restaurante Il Mercato.

La Diócesis de Saltillo subrayó que la Misa de Acción de Gracias no está abierta de manera presencial al público en general, por lo que recomendó seguir la Eucaristía a través de plataformas digitales.

La transmisión se podrá observar en las páginas de Facebook de Eucaristream y de la Iglesia, así como en el canal de la Parroquia del Santísimo Cristo del Ojo de Agua en Youtube.

HOY, MISA CON SEMINARISTAS

Hoy el obispo emérito Francisco Villalobos Padilla celebrará una misa previa a su cumpleaños en el Seminario, a los 18:00 horas.

Esta ceremonia religiosa será de carácter íntimo y dirigida a los seminaristas.

OBISPO EMÉRITO MÁS LONGEVO

El obispo emérito Francisco Villalobos Padilla cumplió 100 años, de los cuales 71 años han sido dedicados a la vida sacerdotal; con esto fue considerado como el pontífice más longevo de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Nació en Guadalajara, Jalisco, el 1 de febrero de 1921, en el seno de una familia católica.

Llegó a Saltillo para servir como obispo de la Diócesis de Saltillo, cargo del cual tomó posesión el 28 de octubre de 1975, aunque ya servía como obispo auxiliar desde 1971.

El 20 de marzo del 2000 entregó la posesión de la Diócesis a fray Raúl Vera López, quien a su vez dejó su cargo y lo entregó 20 años después al nuevo obispo, monseñor Hilario González García, el pasado viernes 29 de enero.

Hace un año, al cumplir los 99 años de edad, Villalobos Padilla se encontraba hospitalizado en una clínica local, a causa de una neumonía.