La organización criminal "Los Zetas" utilizaron métodos violentos en el Estado de Coahuila por cualquier motivo, expuso Ariel Dulitzky, Director de la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de Texas en una entrevista con Carmen Aristegui en CNN.

Como acto de represalia por perder mercancía, porque descubrían a integrante cooperando con un cártel rival, para reclutar forzadamente, eran algunas de las formas en las que el grupo delictivo ejercía "terror y control", señaló.

"Era la forma de controlar, que toda la sociedad se subordinara”, dijo. “Y lo que es muy importante: todo esto se podía hacer porque había un control sobre todo el estado. ¿Cómo se ejercía el control? Primero era a nivel de las policías: dos formas, los jefes de policía, según los testigos, estaban comprados y recibían sobornos, o incorporados directamente a la estructura jerárquica de los Zetas; es decir, o permitían o trabajaban” con ellos, dijo a Aristegui durante la entrevista.

Ariel Dulitzky aseguró que existe información suficiente de que la actual administración y la anterior recibieron sobornos de la organización.

En el caso de Humberto Moreira el informe “Control… sobre todo el estado de Coahuila” señala que recibió dos pagos de entre 1 millón y medio y 2 millones cada uno, dijo.

El Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, y el anterior, Humberto Moreira, desacreditaron los testimonios y señalaron que el informe presentado por la Universidad de Texas no corresponde con la realidad que ahora vive el Estado.

A esto, el Director de la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad comentó: “En Estados Unidos para condenar a una persona tiene que ser, más allá de cualquier duda razonable, que esta persona cometió el delito. ¿Cómo se prueba? Como es juicio oral, a través de los testigos. En los tres juicios, los jurados condenaron a estas tres personas… escucharon los testimonios y encontraron que estos testimonios eran creíbles”.

Este informe contiene testimonios, que forman parte de tres juicios contra miembros de Los Zetas en Estados Unidos.

Los Zetas "cometían tremendos abusos, increíbles. Una técnica que nos causó trauma leerla es la de los hachazos, descuartizar vivas a las víctimas, incluso a familias”, indicó.

Consideró que no toda la ola violencia se le debe adjudicar a la célula criminal, ya que "el Estado no hizo nada".

“La narrativa del gobierno y el Estado mexicano es que la violencia es fundamentalmente peleas entre los carteles o hacia el interior de los carteles y que todas las víctimas eran narcotraficantes. Lo que es muy claro es que la violencia atacaba y atacaban Los Zetas a personas que no tenían nada que ver con los carteles, que no estaban involucradas, que eran absolutamente inocentes, de modo que hay que cambiar la narrativa de que la violencia en México es exclusiva de los carteles y entre carteles y entre narcotraficantes”, concluyó en la entrevista con Carmen Aristegui.

Con información de Aristegui Noticias y CNN