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Taylor Swift, nueva musa de los neonazis
Rubia, de ojos azules, guapa, perfeccionista y con éxito. Taylor Swift es, para un grupo de neonazis estadounidense, el prototipo de mujer aria perfecta y todo un símbolo para su movimiento. La joven cantante de Pensilvania se ha hecho así merecedora, suponemos que a su pesar, del título de “Diosa Aria” que habría venido al mundo para llevar la supremacía blanca hasta las últimas consecuencias. ¿Suena a locura? Efectivamente lo es, pero lleva meses corriendo como la pólvora en Internet.
La polémica ha saltado cuando Andre Anglin, un miembro del grupo de ultraderecha de los Alt right, vinculados a Donald Trump y defensores del ultranacionalismo, el antisemitismo o la homofobia, han reivindicado a la cantante directamente como su icono a seguir. En su blog, Daily Stormer, ha dicho de Swift que es “una Diosa Aria pura, que parece salida de la poesía clásica griega. Una Atenea renacida”.
“Taylor Swift es secretamente nazi y está esperando el momento en que Donald Trump llegue a la presidencia para anunciar su agenda como Diosa Aria al mundo”, escribe Anglin en su web en la que, entre otras cosas, niega el holocausto judío. La cosa no acabaría aquí porque, según él, Swift “se comprometerá con el hijo de Trump” y formará parte de “la realeza americana”. ¡Ahí queda eso! No sólo es nazi, sino que hasta va a dejar al pobre Calvin Harris.
Pero la relación de Taylor Swift con el nazismo no es algo nuevo. Y no porque la artista se haya declarado de ultraderecha en ningún momento, sino porque desde que en 2009 la bloguera Emily Pattinson publicara unos montajes suyos junto a Hitler, ubicarla como una especie de diva de los fascistas se ha convertido en una broma recurrente.
Al parecer, el origen de todo es una fotografía que la cantante se hizo en el cumpleaños de Katy Perry (ahora su enemiga) con un joven que iba disfrazado con una camiseta con una esvástica. A partir de ahí surgieron multitud de memes y hasta hay una página de Facebook Taylor Swift for Fascist Europe que los reúne. Y tiene más de 19.000 seguidores. Al final lo que parecía una broma se ha acabado convirtiendo en realidad.
Los argumentos a favor de esos supuestos ideales de Swift son, según los neo-nazis, que la cantante nunca ha expresado sus ideas políticas, que algunas de sus canciones contienen mensajes secretos a favor de la supremacía blanca (como Bad Blood) y que su manera de ser, con un grupo de amigas perfectas a las que ella lidera, es exactamente cómo una mujer aria debe ser. Si bien es cierto, esa imagen de mujer perfecta ya le valió a Swift críticas en el pasado, como la de la feminista Camille Laplagia que la llamó "Barbie elitista nazi" hace no demasiado. En su momento, Swift contestó a la feminista visiblemente enfadada pero, de momento, no se ha manifestado sobre su nuevo estatus de diva aria. ¿Qué opinará sobre sus nuevos fans?