La alcaldía de Ciudad de México suspendió de manera temporal al director general del zoológico de la ciudad, mientras se investigan las causas de la muerte del gorila Bantú, último macho de su especie en México, después de ser sedado.

Bantú, que tenía 24 años, murió de un paro cardiorrespiratorio en el Zoológico de Chapultepec de la capital, después de que lo sedaron para llevarlo al zoológico de Guadalajara, 550 kilómetros al noroeste de la capital, en busca de pareja.

Aunque el zoológico dijo que se respetaron todos los protocolos, hay sospechas de que se le pudo haber administrado sedante de más.

El Gobierno de la ciudad decidió separar de su cargo en el zoológico al director general, Juan Arturo Rivera Rebolledo, "con el propósito de generar condiciones para que exista absoluta transparencia en la investigación de las causas del fallecimiento del gorila Bantú".

Rivera permenecerá alejado de sus funciones "hasta que sean entregados los hallazgos de la necropsia y quede demostrado que no hubo mal manejo de los protocolos establecidos para el traslado del animal", se indicó en un comunicado.

Los análisis estarán a cargo de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se conocerán en un mes.

Bantú, que era una de las grandes atracciones del Zoológico de Chapultepec con sus más de 200 kilos y 1.75 metros, pertenecía a la especie de gorila de tierras bajas originaria de los bosques tropicales de África.

Se trata de una especie en peligro de extinción. Con su muerte, en México quedan ahora sólo tres hembras.

El macho llevaba ocho años sin compañía desde el fracaso anterior para su reproducción e iba a estar un año en Guadalajara, conviviendo con las dos hembras de ese zoológico.