El 2017 ha sido el año menos volátil en la historia del mercado accionario de las últimas décadas.

Los operadores que solían aprovechar las fluctuaciones de precios tenían que recurrir a algoritmos de negociación de alta frecuencia administrados por computadoras que trabajaban en milisegundos.

En Wall Street, los seres humanos han sido reemplazados por máquinas, pero la volatilidad de los cuatro años en el mercado de valores corresponde a un mes de movimientos de precios en el mercado de criptomonedas.

Los inversionistas en criptomonedas con experiencia saben que esto es un hecho, pero exactamente ¿por qué esta clase de activos es más volátil que cualquier otro instrumento líquido en el mercado?

1. No hay un valor intrínseco

Las criptomonedas no venden un producto, ni generan ingresos, ni dan trabajo a miles de personas. Por lo general, no devuelven los dividendos y solo va a evolucionar una pequeña parte del valor total de la moneda. Por esta razón, es difícil evaluar las criptomonedas. ¿Cómo sabemos si estamos sobrecomprados o sobrevendidos? ¿Cuándo estamos frente a una buena evaluación o a un precio demasiado caro? Sin ninguna base sobre la cual basar esta información, podemos confiar únicamente en el sentimiento del mercado, a menudo dictado por los medios que hacen dinero a los espectadores inexpertos.

2. Falta de supervisión

Las criptomonedas son ahora un fenómeno mundial, y aunque los gobiernos están ocupados obstaculizando el sector, la regulación solo está dando sus primeros pasos. Dicha regulación limitada permite la manipulación del mercado que, a su vez, introduce una fuerte volatilidad y desalienta las inversiones institucionales, ya que un fondo grande no garantiza que su capital sea realmente seguro o al menos esté protegido por personas con malas intenciones.

3. Falta de capital institucional

Aunque es innegable que algunas de las principales sociedades de capital riesgo, fondos de cobertura y los individuos con alto valor neto son los aficionados y los inversores criptovalute en este segmento de la mayor parte del capital institucional todavía prefiere mantenerse al margen. La mayoría de los grandes bancos admiten que hay algo de validez en el mercado, pero prefieren esperar antes de invertir un capital significativo. El capital institucional viene en una variedad de formas, tales como una gran mesa de negociación que tiene el potencial para introducir la eficiencia y la volatilidad del mercado límite, o un fondo de inversión que se realiza su adquisición en nombre de los inversores a largo plazo.

4. La capilaridad

A los inversores en criptomonedas se les enseña a nunca guardar sus monedas en un intercambio, que puede ser pirateado. Como resultado, la mayor parte de la oferta negociable no está en una cartera de intercambio, sino en carteras privadas. Por el contrario, casi todas las acciones negociables de una empresa cotizada se negocian en una sola bolsa de valores.

Un orden de mercado particularmente grande puede llevar el libro de un intercambio a un fuerte aumento o disminución, causando un fenómeno llamado "deslizamiento". Debido a la capacidad de los grandes comerciantes para mover el mercado en ambas direcciones y emplear tácticas para alentar este fenómeno, la volatilidad aumenta.

5. Largo plazo vs. corto plazo

Si invierte en algo que no espera pagar hasta que tenga 60 años, probablemente le preocupen menos los movimientos diarios de los precios o incluso los anuales. Las criptomonedas, en su mayor parte, no se pueden comprar de los fondos de pensiones y generalmente son inaccesibles para los intermediarios y asesores financieros, por lo que se excluye todo un ecosistema de inversores. Esto deja mucho espacio para los primeros usuarios, los primeros usuarios de las criptomonedas, que se sienten cómodos con el obstáculo de la tecnología en la gestión de la billetera y las plataformas comerciales, las mismas que actualizan la tabla cada 10 minutos, celebran cuánto los precios se hinchan y entran en pánico cuando el precio baja. Este es el tipo de personas que no tienen la disciplina para comprar y mantener a la larga.

6. La mentalidad del rebaño

Las criptomonedas son en gran parte un fenómeno de milenio, que se resisten a que el gobierno, que son los primeros en adoptar la tecnología detrás del sistema que se han separado de las grandes oportunidades de inversión de la última década, el mercado inmobiliario se eleva a las en el mercado de valores Pero la mayoría de los millennials no tienen experiencia de inversión a largo plazo en comparación con sus homólogos generacionales más maduros. Además, tienden a tener menos ingresos disponibles debido a un mercado de trabajo históricamente difícil.

Esta combinación de factores se traduce en un mayor apetito de riesgo con la esperanza de obtener un puñado de dinero extra y una fuerte demanda de préstamos. Cuando el mercado baja, los millennials ponen el dinero en riesgo y no pueden permitirse perder, por lo que descargarán la criptomoneda en cuestión a la primera señal de declive. Dado que este es un comportamiento reaccionario, el joven inversor generalmente perderá dinero antes de abandonar el mercado.

Cuando el mercado comience a subir, el joven inversor volverá a comprar con dinero que no tiene. Este comportamiento parece estar coordinado a nivel masivo, pero solo las motivaciones de los sujetos individuales se propagan en una mentalidad de manada. Si combinamos este comportamiento con las oscilaciones causadas por los grandes jugadores en un mercado con volúmenes bajos, tendremos un efecto sinérgico.

¿Cuándo bajará la volatilidad?

Con el tiempo, esperamos más regulación, una mayor diversidad de los perfiles de los inversores y una perspectiva más madura en el mercado de criptomonedas. Si bien la volatilidad también puede disminuir, también podemos esperar un aumento gradual pero constante en el valor del mercado de criptomonedas en general.

Con información de Money.IT