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San Fernando y Allende, matanzas mexicanas bajo el foco académico
Pablo de Llano
MÉXICO.- Las palabras del académico mexicano Sergio Aguayo sobre su País fueron demoledoras:
“Ningún otro país del mundo ha llegado a un nivel tan alto de penetración del crimen organizado”. El politólogo será el coordinador del proyecto que se presentó este jueves en la institución a la que pertenece, el Colegio de México. Una investigación sobre dos matanzas paradigmáticas de la crisis de violencia en México, San Fernando, Tamaulipas (2010) y Allende, Coahuila (2011).
¿Crisis? Justo ese concepto está en plena controversia esta semana en México. El miércoles la Comisión Interamericana de Derechos Humanos calificó así la situación mexicana: “Una grave crisis de violencia e impunidad”. No tuvo que pasar más que un rato para que el Gobierno emitiese un comunicado acusando a la Comisión de sesgar su análisis y afirmando: “En nuestro país no se vive una crisis de derechos humanos”.
“Es inconcebible que México reaccione ante la Comisión diciendo que no es una tierra de barbarie, justo cuando estamos asistiendo a los hechos de Tierra Blanca”, dijo Aguayo en el acto, refiriéndose a la reciente desaparición y supuesta incineración de cinco jóvenes en Veracruz, hecho que enlaza con otros aún muy presentes (los más gruesos: la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la ejecución extrajudicial de 15 supuestos narcos en Tlatlaya) y con otros no lejanos pero arrinconados ya en la memoria del horror, como los que se analizarán en esta pesquisa del Colegio de México.
El caso Allende
Sobre la matanza en Allende donde reportaron alrededor de 300 asesinatos, la Fiscalía de Coahuila ha dicho que 28. Los Zetas llegaron a ese pueblo caluroso de la frontera y, en supuesta venganza por alguna traición interna, lo cercaron y se llevaron, para hacerlos desaparecer, a quienes fueron a castigar y a no sé sabe cuántos más para dar ejemplo; como escarmiento social por osar faltar al respeto al poder de Los Zetas.
Se cree que los desaparecidos, decenas o centenares, fueron quemados en bidones de diesel.
Para este proyecto, que busca entender lo que ocurrió en estos casos y sacar conclusiones que puedan servir de orientación para las instituciones nacionales e internacionales en la lucha y persecución del crimen organizado, el Colegio de México ha firmado un convenio con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, un órgano autónomo de México.
En su intervención, la presidenta del Colegio de México, Silvia Guiorguli, también dejó claro su parecer sobre la situación de México: “El país atraviesa por una de las crisis más agudas de derechos humanos”.
“Los retos son amplios y los mecanismos muy limitados”, dijo por su parte el presidente de la Comisión de Atención a Víctimas, Jaime Rochín, que destacó las “deficiencias operativas” de la Ley de Víctimas de 2013. “Para que sea eficaz debe ser reformada”.
De acuerdo con los datos del equipo de investigación, en México, entre 2006 y 2014, hubo 1 millón 750 mil homicidios, 10 mil 300 secuestros, 23 mil desapariciones (la cifra oficial actual es de 27 mil) y 52 mil solicitudes de asilo de mexicanos en Estados Unidos.
Aguayo dijo que los análisis de su equipo (que contará con el poeta y activista Javier Sicilia, el escritor Juan Villoro y el politólogo Rubén Aguilar como asesores) pretenden funcionar como “comisiones de la verdad” de cada uno de los casos, de San Fernando y de Allende.
“Aunque como ustedes saben”, concluyó, “la expresión Comisión de la Verdad no existe en México. No existe ni debe existir”.
Los casos
San Fernando, Tamaulipas, 25 de agosto de 2010.
> Fueron hallados los cadáveres de 72 migrantes arrumbados en un rancho por el cártel de Los Zetas.
> 58 hombres y 14 mujeres. 24 hondureños, 14 salvadoreños, 13 guatemaltecos, cinco ecuatorianos, tres brasileños y un indio. Policías municipales estuvieron involucrados en la masacre.
Allende, Coahuila, marzo de 2011.
> También Los Zetas. También una sangría. Pero de esta no se tiene ni siquiera certeza de cuántas vidas costó.
> Reportes de prensa y de grupos civiles hablan de que pudieron ser hasta 300.