Relatos y retratos del Saltillo: Los portales de la Plaza Independencia

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Relatos y retratos del Saltillo: Los portales de la Plaza Independencia

En aquel acto fungía como gobernador interino del Departamento de Coahuila el general Francisco Mejía y como presidente del Ayuntamiento el señor Pedro Pereyra

El historiador Esteban L. Portillo, en su obra Anuario Coahuilense para 1886, referente indispensable de la historiografía de Coahuila, nos cuenta que fue en junio de 1842 cuando se realizó la ceremonia de la colocación de la primera piedra de los Portales.

En aquel acto fungía como gobernador interino del Departamento de Coahuila el general Francisco Mejía y como presidente del Ayuntamiento el señor Pedro Pereyra. Tanto el Gobierno como el Ayuntamiento abrazaron con ahínco la realización de esta obra, que en su tiempo era considerada necesaria para embellecer la ciudad y conmemorar la Independencia de nuestro país.

El gobernador Francisco Mejía dispuso de mil 915 pesos, 4 reales y un gramo para el inicio de la construcción, dichos fondos originalmente se tenían contemplados para levantar una plaza de toros en la ciudad. El Gobernante pidió una cooperación a los propietarios de las casas donde frente a éstas habrían de erigirse los Portales, el monto recabado entre los vecinos fue de 500 pesos, siendo los que aportaron: Lorenzo Yarto, Guadalupe Camporredondo de Carrillo, Antonio Aguirre y Mariano Camporredondo.

Mejía nombró un comisionado que se encargara directamente de la vigilancia de los trabajos de construcción, faena que recayó en el filántropo Antonio García León, quien llevó la tarea encomendada con mucha diligencia y energía, hasta ver la culminación de los Pórticos, el comisionado contrató hábiles obreros, proveyéndoles los materiales necesarios y sobre todo dirigió la importante labor de gestión de recursos ante el Gobierno y el Municipio.

El cobertizo se hizo principalmente de adobe y piedra, constaba de nueve arcos orientados al sur y un arco por cada uno de los lados, el conjunto disponía de 10 columnas lisas y 2 más adosadas en ambos lados, las imágenes nos hacen suponer que la basa, fuste y capitel, es decir la base la parte cilíndrica y la parte superior de la columna, la cornisa parece una especie de sillar o piedra blanda, ya que por estas tierras no contamos con cantera, el piso era de ladrillo y con el tiempo cambiaron las canales de piedra con tubos para el debido desagüe en tiempo de lluvias.

Los trabajos de la edificación se hicieron a paso lento pero seguro. En el mes de enero de 1845,   Mejía entregó el gobierno a Santiago Rodríguez, en ese entonces la estafeta del Municipio recaía en José María Arizpe y Lobo. Ambos funcionarios continuaron la obra emprendida por sus antecesores. En su última etapa el arquitecto que dirigió la misión fue Policarpo Martínez.

Durante los años 70 del siglo 19 esta importante obra fue designada para solemnizar y conmemorar las fechas del 5 de mayo y 15 de septiembre. A los Portales solían engalanarlos y eran utilizados en su parte central como tribuna para entonar sendos discursos por diestros oradores encargados de dirigir la palabra al pueblo en los días de fiesta nacional.

El 5 de mayo de 1864, un relevante acontecimiento tuvo lugar muy cerca al pie de este edificio, por el lado poniente, histórico día por la calidad de los personajes que estuvieron presentes. Cuando el Presidente de la República Benito Juárez se encontraba en esta ciudad, el quinto día de mayo se cambió el nombre a la antigua Calle del Comercio por el nombre de Ignacio Zaragoza, en ese acto estuvieron junto al presidente Juárez el destacado político, periodista e historiador Joaquín Francisco Zarco Mateos y el poeta, escritor y político Guillermo Prieto, en la develación de la placa con el nuevo nombre de la calle Zaragoza.

Tanto Zarco como Prieto, cito textual a Esteban L. Portillo, “Pronunciaron discursos tan elocuentes, tan sentidos y conmovedores, que arrancaron del pueblo que los escuchaba, expresiones de entusiasmo, lágrimas de ternura, de amor y patriotismo”.

En el año de 1953 el alcalde Carlos Valdés Villarreal, mandó demoler los históricos Portales, tal vez nunca sepamos por qué o para qué fueron borrados de nuestro entorno urbano. 24 años después se volvieron a edificar con aspecto y materiales totalmente diferentes.