Ya es un poco complicado ahora. Estados Unidos tiene más de un presidente, porque no sólo se le dice Mr. President a Barack Obama, sino también a todos los ex mandatarios que pasaron por la Casa Blanca: Jimmy Carter, los dos Bush, George y George W., y Bill Clinton. Pero ahora la cosa podría complicarse aún más.

Si la demócrata Hillary Clinton gana las elecciones de noviembre frente al republicano Donald Trump, Estados Unidos tendrá por primera vez en su historia a una mujer en el Despacho Oval. Pero también tendrá por primera vez una Madam President y un Mr. President de un sólo golpe.

A algunos, esta idea ya los intranquiliza de entrada. En 1992, Bill Clinton había anunciado en su campaña que él y Hillary venían de a dos: "Si compras uno, obtienes el segundo gratis".

Hace tiempo, historiadores y estudiosos reflexionan sobre cuál sería la forma correcta de describir la posición de Bill Clinton en la Casa Blanca. Los estadounidenses aman los títulos, y a fin de cuentas, en caso de ganar su esposa, Bill, de 70 años, también rompería un "techo de cristal", ya que sería el primer... ¿"first husband", primer marido? Lo más probable, según los medios, sería "first gentleman" (primer caballero), lo que se correspondería más con el título de "first lady" o primera dama y quedaría mejor con una "Madam President".

Pero hay un problema, como ya señalaron algunos medios: el título de "first gentleman" daría pie a los humoristas de los "late night shows" a todo tipo de bromas. A fin de cuentas, como recuerdan varios comentadores, el affaire de Bill con la becaria Monica Lewinsky no fue muy "caballeroso".

Pero incluso olvidando el pasado, hay otro problema con el título. El presidente suele ser llamado POTUS (abreviación de President of the United States), y su esposa FLOTUS (First Lady of the United States). Pero Bill no podría ser llamado FLOTUS. ¿Cuál sería la alternativa? ¿FGOTUS para el caso de usar el "gentleman", FHOTUS si usan el "husband"?

En el pasado Bill Clinton bromeó con el asunto. Una vez dijo en el show de Oprah Winfrey que lo más apropiado sería "first laddie", tomando la palabra escocesa "laddie", que significa varón y suena como "lady". El comediante Darrell Hammond tuvo otra idea. Haciéndose pasar por Bill en el show "Saturday Night Live" dijo que Hillary sería una gran presidenta, pero él sería un mejor "first dude" (primer tipo).

Los Clinton tienen una ventaja: no necesitan que los Obama les hagan un tour por la Casa Blanca, ya que la conocen muy bien de otras épocas. Sin embargo, todo presidente, perdón, presidenta, tiene derecho a elegir su propio mobiliario según su gusto, así como la vajilla para los banquetes de Estado.

Usualmente se ocupa de ello la primera dama, pero Hillary Clinton ya aclaró en varias entrevistas cuál será el caso si es presidenta: ella misma se ocupará de platos y tazas y arreglos florales en la Casa Blanca.

Pero, ¿qué rol desempeñará Bill Clinton? La potencial presidenta ya tiene planes para él, quiere que su esposo la asesore en cuestiones económicas. Afirma que él ya demostró que es bueno con los números durante su periodo como presidente.

"Quiero que me ayude con la economía. Quiero que nos ayude a crear más buenos empleos con mayores ingresos", dijo Hillary a la revista "People". "Le preguntaré por sus ideas, le pediré su consejo, y lo usaré como embajador de buena voluntad para que viaje por el país para dar con las mejores ideas".

Según el autor de libros conservador Daniel Halper ("Clinton Inc: The Audacious Rebuilding of a Political Machine" - "Clinton Inc: La audaz reconstrucción de una maquinaria política"), viajar podría ser un trabajo a la medida de Bill Clinton. En su poco halagadora biografía sobre la familia Clinton, Halper cita fuentes según las cuales a Bill no le gusta la idea de volver a la Casa Blanca en 2017 y estar "atrapado" allí, de la "correa" de su mujer.

Una cosa está clara: Bill Clinton no parece un hombre al que le gustará estar siempre al margen u ocuparse de los emparedados de su esposa -una tarea con la que bromeó una vez en 2000-.

También es difícil imaginarlo como alguien que cultivará una huerta y hará manualidades con los niños como Michelle Obama, que luchó por que los niños hagan deporte y se alimenten saludablemente, o que visite escuelas para fomentar la lectura como Laura Bush. Tampoco se convertirá nunca en un icono de la moda como Nancy Reagan o Jacky Kennedy.

Sin embargo, tiene un ejemplo al que aferrarse como pareja del presidente en la Casa Blanca: su propia esposa. Muchas personas creen que Hillary Clinton supo ser la primera dama más fuerte desde tiempos de Eleanor Roosevelt.