Texcoco, Méx. El proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) está “fuera de tiempo” en todos los órdenes: en proyección para su conclusión, en materia ambiental-ecológica, constructiva y financiera, lo cual es delicado y preocupante porque se han desviado “los rumbos” previstos originalmente con consecuencias negativas para la calidad de vida de la población, sostuvo Ramón Ojeda Mestre, secretario general de la Corte Internacional de Arbitraje y Conciliación Ambiental (Ciaca).

El gran objetivo de tener un obra de servicio aeronáutica en tiempo y con el menos daño ambiental posible ya no se cumple; es muy costosa ambientalmente y en términos económicos. “La huella ecológica del nuevo aeropuerto es mucho más de la ofrecida y que habíamos respaldado”, dijo.

En el tema ambiental el NAICM va muy retrasado porque el suelo del ex vaso de Texcoco es complejo y débil; es decir, el agua está a muy poca profundidad, entre 6 y 13 metros el primer tirante, y el fenómeno de los vientos exige una disposición o un alineamiento especial de las construcciones y de las pistas. La principal fuente de entrada de las corrientes eólicas es noreste-suroeste y ello afecta la localización de todo el polígono del proyecto.

“El daño es a la flora y fauna, a la calidad del agua, al resto del ecosistema, porque además lo construyen para más gente de la prevista originalmente; más pasajeros, más vuelos y más comercios. Más que un nuevo aeropuerto, es un mega centro comercial que no estaba previsto originalmente. Esto implica mayor recarga sobre los mantos freáticos y generación de residuos sólidos, pero no se consideró la construcción de plantas de tratamiento, ni de agua ni de residuos sólidos, como marca la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos”.

Agregó que han habido muchos problemas para asignar las obras. Hay impugnaciones, falta de ánimo e interés de participar por parte de empresas extranjeras, aunque las licitaciones son internacionales. Por ello, “está desfasado totalmente el proyecto, del tiempo, respecto a las inversiones y en el tema ambiental.

El aspecto puramente financiero del NAICM, subrayó, está “totalmente descuadrado”. El sobrecosto es muy preocupante, se ha elevado al doble el presupuesto original.

"El que no haya recursos económicos a tiempo o que los proyectos sean más caros, hace más lenta la construcción y los factores ambientales van creando un peso adicional a la obra.

“Para decirlo claramente -subrayó-, el NAICM va no sólo fuera de tiempo, también fuera de rumbo. Esto es delicado. No sólo se perdió el tiempo, la secuencia adecuada, también se desviaron los rumbos previstos originalmente y eso es preocupante, porque cuando inicias un camino y te separas un centímetro de la línea original, cuando llevas dos años, como es el caso, ya tu centímetro original se convirtió en dos metros”, dijo.

Ojeda Mestre destacó que los daños que está provocando la construcción del NAICM traerán a la larga mayor costo económico, porque para resolverlos se tendrán que inyectar aguas, poner sistemas de captación de agua de lluvia artificialmente, poner una nueva barrera ecológica, hacer un particular esfuerzo para la separación y tratamiento y disposición de los residuos sólidos y, desde luego, para tratar que la calidad del aire, del agua, de la atmósfera no se agrave más en detrimento de la población de de Texcoco, Tepetlaoxtoc, Atenco, Nezahualcóyotl, Ixtapaluca y Chimalhuacán. El entramado suburbano será afectado, advirtió.

El secretario general de la Ciaca exhortó al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, a informar de manera “veraz, amplia, suficiente, adecuada y científica a la opinión pública sobre los avances, retrasos, desviaciones, dificultades técnicas, tropiezos financieros y otros, así como de las condicionantes aeronáuticas del NAICM”.

Advirtió que si lo que quieren es “escamotear” la información, entonces van a causar un daño de fuertes consecuencias y probablemente una responsabilidad administrativa. “Necesitamos que la SCT y el Grupo Aeroportuario nos diga la verdad; que no tenga miedo y no falten a la verdad, porque tarde que temprano se va saber todo. Estamos muy cerca que se sepa todo”, enfatizó.

Además, exhortó al gobierno federal a que inicie pláticas con los equipos técnicos de los candidatos presidenciales, para que explique la verdad que no se ha dicho al público en torno al NAICM.

Ramón Ojeda también alertó sobre los daños que están causando a los cerros de la zona con la extracción de materiales pétreos para el NAICM.

“Esos son los daños ambientales y aquí desafortunadamente la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales juega el papel de borracho y cantinero; es decir: no tiene órganos desconcentrados adecuados; la Profepa y la Conagua no son descentralizados, son desconcentrados y por ende deberían estar vigilando y certificando que las cosas vayan en orden y no permitir que destrocen cerros que aumentan las corrientes de aire, que incrementen las partículas suspendidas por las areneras y los camiones. Ellos son parte del problema porque no han podido hacerse autónomos e independientes”, advirtió.