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Presidente chino llega a Oriente Medio para abrir una nueva "ruta de la seda"
RIAD.- El presidente chino, Xi Jinping, comenzó hoy en Riad una gira por Oriente Medio, que le llevará también a Egipto e Irán, con el objetivo de abrir una nueva ruta comercial entre Asia y Europa, además de mediar en los conflictos regionales.
El mandatario se entrevistó hoy con el rey saudí Salman bin Abdelaziz, quien organizó un banquete en su honor en el Palacio Al Yamamah, al que asistió el segundo príncipe heredero saudí y ministro de Defensa, Mohamed bin Salman, hombre clave en la política exterior del reino.
Uno de los temas clave de la visita de Xi a Riad, así como de las que efectuará posteriormente a El Cairo y Teherán, es la iniciativa "una franja, una ruta", que evoca una suerte de nueva "Ruta de la Seda".
Con ella, Pekín pretende construir una red de infraestructuras hacia Occidente, de Asia a Europa, deteniéndose en África.
En un artículo publicado hoy en el diario estatal egipcio Al Ahram, Xi expresó que "se pueden vincular las estrategias de desarrollo de las dos partes (China y Oriente Medio) a través de la participación en la construcción de 'una franja, una ruta".
Ese objetivo, indicó Xi, se conseguirá mediante la ampliación de la cooperación en los ámbitos de la energía, el comercio, la inversión, las infraestructuras y la alta tecnología.
Como primeras piedras de ese nuevo camino de cooperación económica y comercial, los Gobiernos de China y Arabia Saudí firmaron hoy catorce acuerdos en los sectores de turismo, energías renovables, industria, ciencia, tecnologías y navegación por satélite.
Además, rubricaron un memorándum de entendimiento para cooperar en el establecimiento de un nuevo reactor nuclear y coordinarse en el proyecto "una franja, una ruta".
Las dos partes firmaron otro memorándum sobre el establecimiento de un mecanismo de consultas para la lucha contra el terrorismo, así como acuerdos de dos préstamos ofrecidos por Arabia Saudí para proyectos en el campo medioambiental en China.
En su encuentro, los mandatarios saudí y chino tenían previsto debatir sobre "el desarrollo y la mejora de las relaciones bilaterales en el futuro, así como las cuestiones regionales e internacionales", informó la agencia oficial saudí de noticias, SPA, que citó declaraciones del embajador chino en Riad, Li Chengwen.
Li explicó en rueda de prensa que Arabia Saudí es "uno de los socios más importantes" de China en la región debido a "sus grandes capacidades" en ámbitos como la energía, el comercio y la tecnología espacial.
En ese aspecto, el diplomático precisó que los intercambios comerciales entre Riad y Pekín de enero a noviembre de 2015 alcanzaron 47.600 millones de dólares (43.610 millones de euros), mientras que en 2014 fueron de 70.000 millones de dólares (64.132 millones de euros).
Esos flujos comerciales se pueden llevar a cabo gracias en parte a las 160 empresas chinas que operan en Arabia Saudí, según las cifras ofrecidas por el embajador.
En el artículo de Al Ahram, Xi recordó que su país tiene relaciones de asociación estratégica con ocho países árabes y que es el segundo socio económico del mundo árabe, después de que el volumen del intercambio comercial entre ambas partes superara los 251.000 millones de dólares en 2014.
Este viaje a Oriente Medio, que finalizará el próximo domingo, es el primero al exterior del presidente chino en 2016 y también el primero de Xi a la región desde que asumió el cargo hace tres años.
Además, se produce en medio de la reciente escalada de tensión en Oriente Medio, tras la crisis diplomática surgida entre Arabia Saudí e Irán después de que las autoridades de Riad ejecutaran al clérigo chií Nimr al Nimr a principios de mes, lo que motivó el asalto a dos legaciones saudíes en Teherán.
Está previsto que en las conversaciones se trate la posibilidad de que Teherán provoque una nueva caída del precio del petróleo al tratar de aumentar sus exportaciones, después de que le hayan sido levantadas las sanciones por parte de Occidente por el cumplimiento del acuerdo nuclear.
En ese contexto, el presidente chino tratará de usar su diplomacia para calmar los ánimos en la región, ya que Pekín considera de vital importancia la seguridad y la estabilidad en la zona.