Saltillo.- En lo que es el segundo decomiso en poco más de una semana, elementos de la Policía Federal destacamentada en la Central de Autobuses de Saltillo aseguraron 150 “estampillas” impregnadas con la sustancia conocida como LSD.

Apenas el 19 de diciembre pasado, efectivos de la misma corporación detectaron y decomisaron varios paquetes logró que pretendían transportar 14 kilos de marihuana y 1 kilo de cristal.

Nuevamente ayer, la PFP decomisó deroga, pero en esta ocasión fueron 150 “estampillas” con la droga sintética conocida como LSD.

Según sitios especializados, el LSD es una de las sustancias químicas más potentes para cambiar el estado de ánimo. Se manufactura a partir del ácido lisérgico, que se encuentra en el cornezuelo, un hongo que crece en el centeno y otros granos.

Se produce en forma de cristales en laboratorios ilegales, principalmente en Estados Unidos. Esos cristales se convierten en líquido para distribuirlo. Es inodoro, incoloro y tiene un ligero sabor amargo.

Conocido como “ácido” y con muchos otros nombres, el LSD se vende en la calle en pequeñas tabletas (“micropuntos”), cápsulas o cuadros de gelatina (“cristal de ventana”).

A veces se añade a papel absorbente, el cual es dividido en cuadros pequeños decorados con diseños o personajes de caricaturas, como sucedió en esta ocasión en la Central de Autobuses de Saltillo.

Ocasionalmente se vende en forma líquida. Pero sin importar en qué forma esté, el LSD conduce a quien lo consume al mismo lugar: una severa desconexión de la realidad.

Los consumidores de LSD llaman “viaje” a una experiencia con LSD, que típicamente dura doce horas o más. Cuando las cosas salen mal, lo cual sucede con frecuencia, se le llama “mal viaje”; lo cual es otro nombre para un infierno viviente.

El decomiso hecho en Saltillo se realizó gracias a la detección que hizo un binomio canino entrenado por la PFP para este tipo de labores.

Trascendió que las “estampillas” serían enviadas vía paquetería hacia el norte del Estado.

Elementos de la Policía Federal decomisaron en la Central de Autobuses de Saltillo 150 estampas de papel secante impregnadas con droga, que aparentemente eran enviadas por paquetería hacia el norte del estado.

El decomiso ocurrió cuando los oficiales, apoyados por el escuadrón canino o K9, encontraron en cajas unos sobres escondidos.