Ligia Bouquet, coordinadora de la colonia venezolana en Saltillo, reclamó que desde hace 6 meses inició el proceso para obtener la credencial de refugio en México para su hija de 11 años, sin embargo, hasta la fecha no ha tenido respuesta.

Como ella, aseguró, en Saltillo hay unas 50 familias que también esperan el documento y que no pueden conseguir un trabajo porque, prácticamente, están como ilegales en el País.

La venezolana habló con VANGUARDIA y platicó la experiencia que ha pasado para poder avanzar en el trámite y, aunque ha recibido apoyo por parte de la Casa del Migrante, todavía no asignan a alguien que venga a Coahuila para entrevistar a su hija.

Aunque en un inicio intentó arreglar la situación migratoria de su hija con la nacionalidad que ella tiene por haberse casado con un mexicano, le exigieron que regresara a Venezuela por uno de los documentos requeridos.

Sin embargo, Bouquet comentó que para ella es imposible volver a Venezuela, en primer lugar porque le costaría alrededor de 100 mil pesos; en segundo, porque no está dispuesta a poner en riesgo a su hija.

“En Venezuela están las personas esperando en el aeropuerto y si ven que vienes de otro país, ellos te esperan para asaltarte o para matarte. La situación está horrible y no pienso arriesgar a mi hija”, dijo.

El 4 de agosto comenzó con el trámite para que su hija recibiera el documento que la acredita como refugiada, pero hasta la fecha no ha recibido ni siquiera un papel que acredite que su solicitud está en proceso.

“La ley indica que pueden ser no más de 45 días para que me den una constancia y podamos decir que estoy en trámite, pero cuando pasó lo del terremoto, les tocó a ellos y a partir de ahí no recibimos ninguna respuesta. Ahí todo se atrancó”, reclamó.