De acuerdo con un expediente judicial, los fiscales encargados de el caso del general Salvador Cienfuegos admitieron que la administración de Donald Trump había determinado que la preservación de su relación con México prevalecía sobre la persecución del general.

“Estados Unidos ha determinado que las consideraciones sensibles e importantes de política exterior superan el interés del gobierno en perseguir el enjuiciamiento del acusado, bajo la totalidad de las circunstancias, y por lo tanto requieren el sobreseimiento del caso”, manifestaron los fiscales por escrito en el que, además, solicitaron a la jueza Carol Bagley Amon que desestime los cargos contra el extitular de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

En el expediente los fiscales solicitaron que se desestimen los cargos y que, además, tan pronto como ingrese Cienfuegos a la Corte, sea liberado y enviado a México.

De acuerdo, a versiones periodísticas y analistas políticos, México y Estados Unidos se habían distanciado en sus relaciones no por el enjuiciamiento, sino porque las autoridades estadounidenses no informaron sobre el proceso al gobierno mexicano.

El propio canciller mexicano, en conferencia de prensa, dijo que en varias ocasiones hicieron manifiesta su inconformidad por la falta de información sobre el caso.