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Nobel de Paz es una bofetada a las potencias nucleares
El jurado del premio Nobel de la Paz presentó hoy una visión bastante sombría del mundo: "Las armas nucleares suponen una amenaza continua para la humanidad y todo tipo de vida sobre la Tierra".
Con esas palabras, la presidenta del Comité Nobel noruego, Berit Reiss-Andersen, anunciaba su decisión de distinguir a la Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) con la máxima distinción política del mundo.
El galardón honra los esfuerzos por acabar con las armas atómicas en el mundo, pero significa mucho más: es una alerta para todas las potencias nucleares e incluso una bofetada para el presidente estadounidense Donald Trump, entre otros, opinan muchos analistas.
dpa: ¿Por qué el jurado Nobel premió la lucha contra las armas nucleares precisamente ahora?
Berit Reiss-Andersen: ”Vivimos en un mundo en el que el riesgo de que se usen armas nucleares es el más grande en mucho tiempo", justificó el jurado. Varios Estados han modernizado sus arsenales y el peligro de que, aparte de Corea del Norte, otros países intenten fabricar este tipo de armamento es real. Puede que el comité no tuviera sólo en mente los ensayos nucleares de Corea del Norte, sino también las pruebas misilísticas de Irán y la reacción estadounidense a ambos. El desarme y la visión de un mundo libre de armas nucleaers parecen ahora tan lejos como en plena Guerra Fría.
dpa: ¿Por qué el Comité eligió a la ICAN ?
Berit Reiss-Andersen: La ICAN impulsó la firma del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares de la ONU firmado en julio en Nueva York por 122 países y ratificado en septiembre durante un acto en el marco de la Asamblea General en Nueva York. Con ello, cerró una laguna legal, señaló el jurado.
En esa decisión, el Nobel ve una especie de movimiento ciudadano contra las armas nucleares, además de apoyar muchas otras iniciativas. "El premio de este año es un tributo a quienes se posicionan contra las armas nucleares", dijo Reiss-Andersen. El hecho de que el motor del ICAN no sean los Gobiernos, sino activistas de la sociedad civil que se organizan en diversos grupos que trabajan por el desarme, pudo ser también crucial en la decisión. Así, el jurado no vincula el premio a ningún país o Gobierno de uno u otro signo político.
dpa: ¿A quién se pretende hacer un llamamiento?
Berit Reiss-Andersen: A todas las potencias nucleares, dijo el comité. Una forma de "incentivo" para que cumplan los acuerdos sobre desarme, formuló con mucha mano derecha la presidenta del Comité. La propia ICAN entiende el premio como un llamamiento a la organización a seguir comprometida y actuar con mayor rapidez de cara al desmantelamiento de las armas nucleares.
dpa: ¿Puede el Nobel de la Paz influir en la tensa situación en Corea del Norte?
Berit Reiss-Andersen: Corea del Norte es el único país al que el jurado nombró expresamente en su discurso de justificación del premio y para el que pretende servir al menos de señal. Corea del Norte verá que internacionalmente se premia el trabajo por el desarme internacional. El galardón también puede ser visto como un llamamiento al presidente Trump a que no cierre la vía de la negociación en el conflicto por el programa nuclear norcoreano. Hasta ahora, Washington y Pyongyang protagonizaron un fuerte enfrentamiento verbal.
dpa: ¿Es por eso una forma de posicionarse contra Trump?
Berit Reiss-Andersen: Puede entender así, incluso cuando el jurado del Nobel insista en que con el premio no quiere castigar a nadie. También porque Trump ha cuestionado el acuerdo nuclear alcanzado hace dos años entre Irán y la comunidad internacional, que criticó duramente esta misma noche del viernes y sobre el que Washington tendrá que tomar una decisión la próxima semana.
dpa: ¿Por qué es tan importante ese acuerdo con Irán?
Berit Reiss-Andersen: El acuerdo que constituyó la principal iniciativa de política exterior del predecesor de Trump, Barack Obama, garantiza que Irán no llegue a tener armas nucleares ni emplee técnica nuclear con fines civiles, a cambio del levantamiento de las sanciones económicas contra el país persa.
dpa: ¿Qué logró el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares?
Berit Reiss-Andersen: El acuerdo firmado en julio por 122 países prohíbe el desarrollo, posesión, almacenamiento o financiación de armas nucleares. De ellos, 53 países ya lo han firmado, pero entre ellos no hay ninguna potencia nuclear.
dpa: ¿Por qué lo boicotearon las potencias nucleares?
Berit Reiss-Andersen: Porque se basan en el principio de la disuasión nuclear que dicta que la posesión de armamento nuclear protege de ser atacado con armas de destrucción masiva. Estados Unidos, Rusia, Reino Unido y Francia pueden alegar que ya existe un tratado internacional contra la proliferación de armas nucleares que data de 1968. Este texto prohíbe precisamente la proliferación de estas armas e incluye un compromiso hacia el desarme, pero no una prohibición explícita.
dpa: ¿Qué ocurre con el resto de potencias nucleares?
Berit Reiss-Andersen: India y Pakistán no forman parte de los firmantes del Acuerdo de No Proliferación, ni tampoco Israel o Corea del Norte. Israel nunca ha reconocido oficialmente la posesión de armas nucleares, pero tampoco lo ha desmentido, mientras en el caso de Corea del Norte no está claro lo lejos que ha llegado con esa tecnología.
dpa: ¿Cómo actúa la OTAN?
Berit Reiss-Andersen: La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dijo que sus miembros no firmarán el tratado contra las armas nucleares, al considerar que no tiene ningún sentido mientras las potencias atómicas no lo hagan.
dpa: ¿En qué ha quedado la visión de Barack Obama de un mundo libre de armas nucleares, formulada en un discurso en 2009?
Berit Reiss-Andersen: En no mucho. Casi todos los analistas se han mostrado decepcionados por la falta de avances. La cifra de cabezas nucleares en el mundo se ha reducido desde el inicio del mandato de Obama en 2009 de 23.300 a unas 15,000 en la actualidad, frente a las 70.000 que había en tiempos de la Guerra Fría. Pero Estados Unidos y el resto de potencias nucleares siguen invirtiendo mucho dinero en la modernización de sus arsenales. Los expertos señalan que sólo Estados Unidos invertirá hasta un billón de dólares (834,000 millones de euros) en la modernización de su arsenal nuclear en los próximos 30 años.