Cuando inició el recorrido del renovado Museo de las Aves, y vi a las dos niñas con moños en su cabello que estaban como guías, recordé las palabras que un día antes me había dicho don Aldegundo Garza: dos niñas que son cuatas, de siete años, pero con una facilidad para hablar e improvisar como si se dedicaran a conducir algún programa de televisión.

Corazón y María Ana —así, separado, porque luego le llegan a decir “Mariana”— son sus nombres. Dijeron que les gustó conocer al Gobernador de Coahuila, pero sintieron que el recorrido fue muy rápido y no las dejaron mostrarle todo lo que han aprendido desde hace tres meses.

Cuando llegué a platicar con ellas y con Kevin —otro niño de 10 años que es guía en el Musave— a una banca del jardín donde estaban sentados, escuché que sorprendidas le preguntaron a Kevin si el recorrido que él acababa de terminar había sido con micrófono. 

Kevin volteó a verlas con una cara de extrañeza y les contestó que él había hablado sin micrófono, de inmediato Corazón contestó, presumiéndole, que ellas habían hablado con un micrófono y él se defendió diciendo que hablaban muy despacito. 

Me interesaba conocer cómo es que esos tres niños habían llegado museo y cómo les había llamado la atención conocer sobre las aves. Corazón y María fueron invitadas en su colegio por personal del museo; Kevin fue impulsado por su papá, quien se lo recomendó.

“Yo empecé hace tres meses, mi papá me preguntó que si quería ser guía en el Museo de las Aves y yo dije que sí, porque nunca tenía nada que hacer, siempre estaba en mi casa acostado y de repente salía a jugar futbol, por eso quise venir”, comentó Kevin.

Después agregó que las aves le gustaban desde antes de conocer sobre ellas, saber cuál es el nombre de cada una e identificarlas cuando las ve en la calle. Pero conocer sus características y su modo de vida, información que le compartió su maestra Ana, le hizo querer saber más. 

SUPERANDO LOS NERVIOS
Hablar en público para él no fue mucho problema, pues en su escuela está en un grupo en el que se encargan de hacer presentaciones al interior de la institución. En ese aspecto él ya tenía experiencia. Pero su primer recorrido con gente externa al museo, dijo, sí le causó algo de nervios. 

“Pero esto me sirve para darme cuenta en qué necesito mejorar, y con este primer recorrido que hice, creo que necesito controlar mis nervios, porque eso me hace tartamudear mucho. Aunque al principio sí estaba nervioso, después se me quitaron los nervios”, expresó. 

Cuando María y Corazón escucharon que su ahora maestra Ana –que les enseña sobre las aves- invitó a su grupo en la escuela a participar como guías, ellas estuvieron  muy interesadas. 

“Les dijimos a mis papás que queríamos venir, les pedimos permiso y ellos nos dejaron y nos trajeron”, comentó Corazón, de quien se puede percibir mayor seguridad al hablar, y a quien las palabras le fluyen fácilmente.

Les pregunté si no sintieron nervios en su primer recorrido con el Gobernador, las respuestas fueron diferentes. María contestó que sí, pero al mismo tiempo Corazón aseguró que no. 

“A mí sí me dieron poquitos nervios al principio, pero ya después se me quitaron y pude dar el recorrido normal”, expresó María. 

Mientras que Corazón contó que ella se sintió muy segura porque ya ha participado otras veces en exposiciones con muchos espectadores. 

Al terminar esto, decir el nombre de sus padres y la escuela en que estudian, alguien que parecía su madre les habló y ellas se fueron de la banca donde platicábamos; Kevin ya se había retirado con algunas profesoras del museo.

Tómelo en cuenta
> El Musave nació el 15 de noviembre de 1993.
> Hoy reabre sus puertas al público tras 32 meses de rehabilitación.
> En las vitrinas se exhiben unas 720 aves.