Ayer por la mañana comparecieron ante las autoridades de la Procuraduría de Justicia tres de los elementos de la Policía Municipal involucrados en la agresión y muerte de un joven mecánico, en hechos ocurridos en la colonia Satélite Sur.

Cada uno se presentó acompañado de su abogado defensor, con vestimenta de civil y cubriéndose sus rostros con sus playeras con tal de no ser captados por los medios de información.

Se trata de José Adrián Yáñez, Daniel Casas y José Trinidad Vega, pertenecientes al grupo Centauro, a quienes se les cuestionó sobre el resto de sus compañeros, pero evadieron a los reporteros al grado que se negaron a ingresar a las oficinas del Ministerio Público.

“Al muchacho no lo golpeamos como lo dicen y no voy decirle nada más”, fue lo único que dijo uno de los policías preventivos, quienes se encuentran suspendidos.

En la Delegación Sureste de la PGJE no se dieron detalles sobre los testimonios de los policías, pero de manera extraoficial se supo que negaron la acusación y aseguraron que el joven se desvaneció.

Como detalle dan a conocer que el joven Isaías Tello Barrientos —quien se encontraba en el techo de su casa revisando el tinaco— al descender de la escalera de madera que recargó a la azotea él mismo se cayó, nadie lo agredió a golpes, y argumentan que lo subieron a la patrulla.

El resto de los policías no se presentaron y mediante su representante jurídico revelaron que se encuentran bajo arresto de carácter interno en la Policía, y suspendidos sin goce de sueldo hasta que concluya la investigación.

Los hechos se registraron el 29 de diciembre cuando el trabajador de una tienda de conveniencia denunció el robo de una botella de whiskey, pero cuando los policías le llevaron a Isaías dijo que no se trataba del responsable. El joven falleció a causa de las lesiones el 6 de enero en un hospital.

DESTAPAN OTRO CASO DE ABUSO POLICIAL
Juan Carlos partió entre gran dolor. El cáncer y una paliza a manos de agentes municipales se combinaron para que el pasado martes finalmente su familia enfrentara su muerte, salpicada por la impunidad.

El cáncer de testículos que lo fue debilitando a través de varios meses se agravó luego de que elementos de la Policía Municipal le dieran una golpiza, pero de ellos nunca habló hasta que le detectaron el tumor, de acuerdo con amigos y familiares del joven de 25 años.

María, madre de Juan Carlos, comentó vía telefónica que “lo malo es que no sabemos quiénes hayan sido, el ataque fue ya años atrás pero no tenemos número de patrulla ni nada, él no nos dijo hasta que ya lo fuimos a llevar al médico y le detectaron un tumor”.

Habitantes de la colonia La Minita que conocían de la situación de Juan Carlos, hacen mención que era un joven muy amable y atento, que nunca buscaba problemas y que por mucho tiempo batalló con la enfermedad.

Incluso cuando se enteraron de que iba empeorando con el paso de los meses, buscaron ayudar a sus familiares con todo lo que pudieran. María comentó que “un día en el IMSS nos desmintieron que se pudiera hacer algo por él”.

Sin dar mayores detalles, la familia dijo que no tenía mayores comentarios al respecto de la muerte de Juan Carlos, pues no pueden afirmar que los golpes que recibió por parte de los oficiales hayan generado el cáncer, aunque sí hubo un deterioro de su salud a raíz de ello.

La velación del cuerpo se llevó a cabo en las capillas del DIF, que reunieron a una gran cantidad de personas -entre amigos, conocidos y familiares- que acudieron a dar el último adiós al joven de 25 años.