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Nicolás Maduro no es lo mismo que Hugo Chávez: Al Yazira
A diferencia de Hugo Chávez, el fallecido ex presidente de Venezuela que a menudo logró resolver tensiones sociales o hacer alianzas inesperadas en momentos clave, Nicolás Maduro cae fácilmente en las provocaciones, consideró un artículo de la cadena de noticias Al Yazira.
Fechado en Venezuela el pasado mes de mayo bajo el título “Maduro no es Chávez”, el investigador Santiago Zabala consideró en el artículo que el autoritarismo del actual mandatario venezolano “está destruyendo la desafiante democracia participativa que creó su predecesor”.
“Este autoritarismo es más que una respuesta a la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional y las sanciones económicas de Estados Unidos, lo que provocó las dificultades y la hiperinflación. Es también resultado del temperamento de Maduro”, señala el texto difundido por la cadena de noticias.
Citó al historiador Greg Grandin para recordar que entre 1998 y 2013 Chávez obtenía “ganancias impresionantes” con exitosas políticas como “la asistencia sanitaria, la esperanza de vida, la educación y la seguridad social”, además de permitir el acceso a diversos movimientos al poder político y trazar una política exterior independiente de Washington.
Sin embargo, “mucho ha cambiado” desde que Chávez murió hace casi cinco años, recordó el artículo.
Añadió que “la crisis económica y social que Venezuela experimenta ahora bajo el liderazgo de Maduro plantea preguntas no sólo sobre si él era el sucesor adecuado de Chávez, sino también sobre cómo usó su muerte para hacerse con las mayores reservas probadas de petróleo que existen” en el país sudamericano.
El texto refirió asimismo que el temperamento del actual presidente obligó a inhibir por años la participación política del opositor Henrique Capriles y explica su incapacidad para hacer frente a la corrupción que, según admiten fuentes de su propio gobierno, incluye a un número enorme de funcionarios.
Además, su propia visión de las cosas llevó a Maduro a cancelar la celebración de un referendo y suspender elecciones municipales y regionales. Otro ejemplo tiene que ver con la aprobación que extendió para abrir una mina a cielo abierto que Chávez cerró en 2009, ante manifiestas preocupaciones ecológicas, por lo que movimientos sociales, activistas ambientales y comunidades indígenas se muestran insatisfechos con el actual gobernante.
“Hoy Venezuela es un país polarizado al borde de la guerra civil”, acotó el articulista para señalar que una “solución negociada es necesaria entre la oposición y Maduro”.