Recién ascendido a Primera División y con las implicaciones que eso conlleva, Necaxa, un equipo que durante años vivió en las penumbras, hoy goza de un torneo con más brillo que pena. Sin pensar aún en sus días de gloria como en los 90, al menos este torneo el cuadro de Aguascalientes se muestra con un paso firme para conseguir una anticipada salvación.

Aunque su cociente sigue siendo muy volátil, hoy los Rayos están en el séptimo lugar de la tabla del descenso, por arriba de Xolos, líder del torneo, e incluso arriba de Cruz Azul, quien vive sus peores momentos en años.

Con 19 puntos en el Apertura 2016, Necaxa aspira a terminar el torneo con 25 puntos, que le darían un amplio colchón para por lo menos sumar 20 puntos en el Clausura 2017 y así sumar un total de 45 puntos al final del siguiente torneo, un número que le daría la salvación sin problemas.

El último ascendido en salvarse al año de subir fue Veracruz, que acumuló 36 puntos y mantuvo la categoría. Esa parece ser la cifra que divide la frontera entre Primera y Liga de Ascenso, ya que la U. de G. no le alcanzó el año pasado con 35 y mucho menos a Dorados a mediados de 2016 con solo 29. 

Necaxa ha tenido un arranque que ilusiona a sus aficionados y cuenta con números parecidos a los de Tijuana que hicieron 46 puntos en la temporada 2011-2012 para ser campeones seis meses después, mientras León hizo 49 al finalizar la del 2013 para conseguir el primero de dos títulos  también medio año más tarde para garantizar la permanencia.

El dueño del equipo, Ernesto Tinajero tiene como plazo alcanzar un título en tres años "Tenemos un equipo competitivo, lo formamos bien en la columna vertebral", señaló para la revista Expansión.

Por el momento los Rayos confirmaron su buen momento luego de su victoria de este sábado ante Tigres en el Volcán, una de las plazas más complicadas en la Primera División de México. Con información de Mediotiempo