Lento avance hacia la igualdad. Arabia Saudita eliminó la restricción que impone a comercios locales como restaurantes y cafeterías tener dos puertas para la entrada segregada entre hombres y mujeres.

Las autoridades dispusieron esta medida como parte de una actualización en las normas municipales que tiene como objetivo facilitar la vida de inversores, emprendedores y ciudadanos. Si bien en las grandes ciudades esta regla ya no se aplicaba, significa un tímido avance dentro de la esfera pública para las mujeres saudíes.

Restaurantes como el ''Accoustic'' de la ciudad de Riad o el ''Overdose''de Yedda, han ignorado la normativa que ordena a los comercios tener puertas separadas para hombres y mujeres. Sin embargo, muchos clientes recuerdan haber sido participes de la segregación.

Los varones suelen ser separados de sus madres o hermanas para ingresar por la puerta principal, mientras que las niñas y mujeres deben acceder por un paso lateral o secundario.

Esta normativa de puertas diferenciadas se aplicaba también en hospitales, bancos y oficinas públicas. “Me ha alegrado mucho, aunque sé que hay otras cosas más importantes. Es un cambio que indica una nueva mentalidad, una nueva sociedad, una nueva Arabia Saudí”, indicó Abeer, una joven de 25 años a un medio español.

La decisión de eliminar la segregación en los accesos es parte de las reformas económicas y sociales implementadas por Mohamed Bin Salmán con las que busca modernizar el país y atraer nuevas inversiones.

Un 75% de la población de Arabia Saudita tiene 35 años. Según lo que agrega Abeer, esta generación guarda esperanzas en el país tras el desarrollo de las reformas e incluso, parecen estar desistiendo de los planes de irse del país. “Ahora creo que voy a poder vivir la vida que quiero aquí”, señala.

Entre los logros alcanzados destaca que se el Gobierno haya permitido que las mujeres puedan conducir autos. Además de los avances en cuestiones de leyes relacionadas al divorcio y custodia de los hijos. Actualmente, mujeres mayores de edad ya pueden gestionar su pasaporte y viajar al extranjero sin autorización del hombre cabeza de familia, aunque aún se necesita el permiso para contraer matrimonio.

A pesar de estos pequeños avances hacia la igualdad y respecto a la ordenanza respecto a las puertas diferenciadas no es obligatoria y dependerá de los dueños si la acatan o no. La norma tampoco explica si se autoriza a hombres y mujeres permanecer juntos entro del local pues lo habitual es que exista una sala para hombres y otra ''para familias'' para mujeres.

“No es suficiente. Seguimos presas de la inseguridad jurídica porque solo se hacen cambios superficiales y limitados que no van al centro del problema: la visión patriarcal de la mujer como un ser inferior al que hay que proteger que predomina en nuestra sociedad”, fueron las palabras de Maha, una trabajadora en la ciudad de Riad.