Doña Evangelina tuvo en su juventud una historia de telenovela. De eso está convencida su hija Rocío, quien hace unos meses salvó la vida a su madre y ahora hace grandes esfuerzos por brindarle una vida digna, aunque requiere del apoyo de la ciudadanía para contar con una cama en la que la pueda descansar, como es debido.

Esta mujer, de casi 80 años de edad ya tenía tiempo viviendo sola en la comunidad de La Rinconada, en Nuevo León. Se rehusaba a dejar su hogar, pero hace unos meses, cuando la señora Rocío fue a buscarla para llevarla a una consulta médica, la encontró inconsciente. De no ser por esa visita, quién sabe lo que hubiera pasado.

“Me comentó el doctor que ya tenía cuatro días inconsciente, de esto hace dos meses. La tuve internada algunos días ahí la estuve cuidando mientras se recuperaba. En la noche me quedaba con ella y en la mañana me iba a trabajar”, cuenta esta mujer.

Desde aquella desagradable sorpresa decidió llevarse a su madre a vivir con ella, con el fin de tenerla cerca, cuidarla y brindarle la atención necesaria de acuerdo con su edad. Ella sabía que esto representaría esforzarse más para contar con un poco más de ingresos.  

La señora Rocío trabaja en una fábrica de costura en el municipio de Ramos Arizpe, su sueldo es bajo y a esto hay que sumarle los descuentos del crédito que obtuvo para comprar una modesta vivienda al poniente de la ciudad.

Son pocos los recursos con los que cuenta esta mujer para sostener a su madre, quien requiere de cuidados especiales, a esto hay que sumarle que su pareja actualmente está desempleado.   

Varias necesidades tiene la señora Evangelina, como la compra de pañales, medicamentos, complementos alimenticios, pero la principal es contar con una cama donde pueda descansar como es debido, ya que todas las noches duerme en un sillón, con todas las incomodidades que esto representa.

Evangelina Esqueda fue una mujer que ha vivido prácticamente toda su vida en el campo, de joven tuvo una desagradable experiencia con los patrones de sus padres y debió cambiar de aires. Poco tiempo después tuvo a su hija Rocío y formó una familia, pero ahora solo cuenta con el apoyo de ella.

Su salud es débil desde hace años, tuvo un derrame cerebral, por lo que su situación es complicada a pesar de que hace varios años de esto. Ahora permanece en una silla de ruedas y su sentido del oído es casi nulo.       

“Nos la vemos muy complicado, no nos alcanza para nada, muchas veces me quedo tiempo extra en el trabajo para sacar un poco más, pero ya me duele la espalda, ya no es lo mismo que hace algunos años”, comparte esta mujer.

La señora Rocío apela a la buena voluntad de las personas y asegura que estarían muy agradecidas si alguien pudiera donarles una cama en la que pueda descansar su madre.

La intención de cuidar a la mujer que le dio la vida no está en duda, pero inevitablemente esto implica considerables gastos, consultas médicas, compra de medicinas, e incluso desde lo necesario para trasladarla a sus chequeos.

A pesar de las dificultades por las que atraviesa en la actualidad, la señora Rocío Savalza Esqueda no pierde la esperanza en que pronto vendrán tiempos mejores, en los que contarán al menos con lo necesario para llevar una vida tranquila.

En tanto aprovecha para desear unas felices fiestas y un próspero año nuevo, “amen a su prójimo como a ustedes mismos. Preocúpense por los demás como si fueran ustedes, traten bien a los demás, como les gustaría que los trataran a ustedes, porque la vida es bella y depende de cómo la vivas”, comentó

Con la esperanza de que Santa Clause llegará a su casa en los próximos días, al menos con algo de ayuda, la señora Rocío en tanto sigue esforzándose todos los días tratando de sacar el sustento diario.