La muerte de la agricultora Jessica Silva en Delicias, Chihuahua, tras la toma de la presa La Boquilla, es un "lamentable accidente", afirmó ayer Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional.

"Fue un desgraciado y lamentable accidente", dijo al relatar la información que de acuerdo con él le ha transmitido la Procuraduría de Justicia del Estado que investiga el caso.
 

El 8 de septiembre, Silva y su esposo, Jaime Torres, ambos productores agrícolas, fueron atacados a balazos en Delicias, presuntamente por elementos de la Guardia Nacional, cuando volvían de la manifestación en la presa contra la extracción de agua.

En la conferencia presidencial matutina, Rodríguez Bucio dijo que, luego de la toma de la presa, la Guardia se replegó hacia la derivadora, que se encuentra cerca del lugar, y que algunas personas que participaron en la movilización cogieron armas y granadas que tenía ahí el personal.

"Unos pasaron cerca de la derivadora y amenazaron al personal con lanzar una de las granadas", afirmó.

"Se detuvieron a tres personas y se organizó personal de la Guardia para ponerlos a disposición en Delicias", agregó.

"La cuestión es que, en el trayecto de la derivadora hacia Delicias, coinciden también con la salida de muchos de los vehículos que vienen en ese momento saliendo de La Boquilla", relató, "pero en especial tenemos la información de que hubo cuatro vehículos que se mezclaban entre el convoy que llevaba a los detenidos, tratando de estorbar el movimiento".

En algún momento del trayecto, dijo, uno de los elementos de la GN disparó.

"Va pasando al lado derecho del vehículo de la Guardia y fue que les pega a las dos personas", dijo.