Mitos del coronavirus: las lámparas ultravioletas no protegen contra el COVID-19

Usted está aquí

Mitos del coronavirus: las lámparas ultravioletas no protegen contra el COVID-19

Los expertos de la Organización Mundial de la Salud no recomiendan el uso de lámparas ultravioletas para limpiar o esterilizar la piel, pues, al contrario, puede irritar la piel.

Algunas de las preguntas más frecuentes sobre el brote del COVID-19 tiene que ver con la manera de evitar contagios y protegerse de la enfermedad. Sin embargo, con la gran cantidad de información que hay en internet, es complicado distinguir entre fuentes verificadas y las que esparcen datos falsos.

Uno de los mitos que se extendió con rapidez fue la idea de que las lámparas de luz ultravioleta son eficaces en la protección contra el coronavirus.

Plataformas de videos como YouTube, influencers y foros en la red difundieron modelos precisos de lámparas, marcas, e incluso compañías de teléfono que, a decir de ellos, ayudaban a desinfectar áreas comunes y hasta eliminar el virus.

NO LES CREAS. Nada de eso es cierto. VANGUARDIA revisa en todo momento las dos fuentes más confiables referentes a esta pandemia: la Organización Mundial de la Salud, así como la Secretaría de Salud y estas apuntan a que tal información es falsa y además peligrosa.

Mediante un gráfico, la OMS especifica que incluso las lámparas ultravioletas desinfectantes no deben ser usadas para esterilizar las manos o cualquier otra parte de la piel, ya que pueden causar irritación.

De acuerdo con información difundida por el Lawrence Berkeley National Laboratory (perteneciente a la Oficina de Energía del Laboratorio de Ciencia de la Universidad de Carolina), los riesgos de las lámparas ultravioletas emiten radiación. 

Asimismo, los efectos de esta no se ven ni se sienten de inmediato, aunque afectan los ojos y la piel. Se estima que si se mantiene una exposición prolongada, los síntomas aparecen de entre 4 a 24 horas.  

Y aunque ya mencionamos que el más evidente de los daños es la irritación, si la una persona se expone de manera continua, puede presentar padecimientos crónicos como envejecimiento acelerado de la piel y hasta cáncer.