El barrio de La Analco en Ramos Arizpe, Coahuila: el gueto testigo del éxodo sureño

La Analco se convirtió en la tierra prometida de veracruzanos, oaxaqueños, chiapanecos, guerrerenses y potosinos

En Ramos Arizpe existe un barrio a las orillas de la ciudad que aloja una gran cantidad de hombres, mujeres y niños de otros estados.

Hay ahí veracruzanos, oaxaqueños, chiapanecos, guerrerenses, potosinos, que huyeron de los altos índices de desempleo y desigualdad en sus estados para comenzar a poblar la periferia de esta urbe y trabajar en las zonas industriales.

Por miedo, falta de documentación o facilidad, en lugar de elegir cruzar la frontera norte para llegar a Estados Unidos, decidieron migrar hacia entidades dentro del país.

Como en sus lugares de nacimiento en promedio ganan 800 pesos quincenales, venir a ganar de 800 a mil pesos semanales para ellos eso es suficiente.

Y este lugar es el barrio de la Analco, uno de los  más peligrosos de la ciudad y en donde también es evidente una situación de extrema pobreza.

La colonia está en unos de los últimos espacios al poniente de Ramos Arizpe, antes de llegar a una zona desértica, en donde solo hay cerros y cactáceas.

Satisfecho. “Aquí está bien padre”, dice Juan Bonifacio. Fotos: Luis Salcedo
Se les hace más fácil venir con toda la familia a perseguir el sueño ramosarizpense”.
José María Morales, alcalde de Ramos Arizpe.

LLEGAR DE UN LUGAR DIFÍCIL

Estos estados del sur, desde los tiempos de la Colonia han tenido una  relación directa con la esclavitud, cuando llegaron cientos de hombres y mujeres robados de África.

Ahora, estas mismas entidades siguen encabezando los niveles de pobreza en México y su población se convierte en una mano de obra barata y de gran calidad para las maquilas del norte.  

CON MEJORAS NOTABLES DE EMPLEO

Pasan las 06:00 de la tarde y en uno de los principales bulevares se observa a decenas de trabajadores esperando el trasporte para entrar al tercer turno.

Entre las calles, los niños juegan en las banquetas y plazas. La mayoría de tez morena y estatura baja.

En el mismo bulevar se encuentra la primaria Independencia, en donde Juan Bonifacio Zeferino, quien no supera los 1.60 de altura,  recoge a su hijo que cursa el turno vespertino, junto con su esposa. Ella proviene del Estado de México. 

Lleva 19 años viviendo en Saltillo, tiene 39 años de edad y provienen de Jaltipan, Veracruz, donde ganaba 800 pesos quincenales. Ahora gana lo mismo pero por semana, más el tiempo extra en una empresa que maquila productos de plástico.

“Aquí hay mucho trabajo. En la empresa hay mucha gente de Veracruz, Oaxaca y Chiapas (…) La gran mayoría somos de allá. Aquí se quejan de Saltillo o de Ramos, pero aquí está bien padre. Mira, aquí trabajas y te ponen taxi, transporte. Allá el único transporte que hay es caminando o en bicicleta.

“Llegas como puedas al trabajo. Por lo regular yo ganaba 800 a la quincena y aquí es por semana. Toda mi familia está en Monterrey, Ciudad Juárez. También, trabajando”, señaló el hombre.

Ocupan casas de manera irregular

Las dependencias del Ayuntamiento omitieron la opinión sobre esta cuestión. Ni siquiera el alcalde José María Morales supo decir a cuánto asciende la cantidad de connacionales provenientes de otras entidades.

Lo que sí mencionó es que gran parte de esta colonia se trata de una zona irregular, en donde muchas personas se apoderaron de la propiedad de manera ilegal. La colonia no supera los 20 años de antigüedad.

“Tiene alrededor de 20 años. El crecimiento comenzó desde hace 10 años. Hubo un boom de vivienda de interés social y popular. Mucha gente utilizó sus puntos de Infonavit y se hizo de su casa y muchas otras se quedaron solas. Ahí se generó un efecto: ocuparon la viviendas sin papeles".

Pobreza. Aunque viven en condiciones deplorables, están a gusto.
Nos venimos por la falta de trabajo y porque allá son muy mal pagados”.
Esperanza Castillejos.

SIN SERVICIOS

Lo anterior genera muchas veces problemas con los servicios primarios como la falta de agua en muchas de las casas por no haber contrato.

“Somos el Municipio que más crece en el Estado. Tenemos una tasa de crecimiento del cinco por ciento anual. Eso hace que muchas personas quieran vivir acá.

“Mucha gente del sur se iba a Estados Unidos, pero solo el jefe de familia. La ventaja de migrar hacia Ramos Arizpe es que se pueden venir con toda la familia a perseguir el sueño ramosarizpense”.

UBICADOS

Las colonias que tienen más presencia de sureños de acuerdo con el Alcalde son:

Analco I

Analco II

El Escorial

Valle Poniente

Cactus

Villa Sol

Ventaja. El transporte es muy valorado por los trabajadores sureños.

Migran familias enteras huyendo de la pobreza

El País está partido en dos, al Sur las oportunidades son pocas, al norte se ven opciones para vivir

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social registró que los estados con más pobreza hasta el 2019 son Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

En cambio, Nuevo León, Baja California Sur y Coahuila son los estados que presentan menor porcentaje de pobreza.

Actualmente la población de Chiapas asciende a más de cinco millones de habitantes: la de Oaxaca casi alcanza los cuatro millones,  Guerrero, supera por poco los 3 millones, pero lo más relevante en este aspecto es que Veracruz supera los 8 millones; casi triplicando la cantidad de personas que hay en Coahuila.

Veracruz, siendo uno de los Estados con más población es también uno con mayor índice de pobreza.

Es tanta la diversidad de etnias en la colonia que vecinos aseguran conocer personas que siguen utilizando lenguas originarias. Estas personas provienen de San Luis Potosí, estado que tiene registrados a 141 mil hablantes de Náhuatl, de acuerdo con el INEGI.

Los testimonios dictan que hay empresas que viajan hasta estos estados para traer trabajadores además de que hay empresas que su personal es cien por ciento sureños.

Un ejemplo de lo anterior es la empresa Mabe en Ramos Arizpe, que durante el 2018 ofertó 100 plazas en el ayuntamiento de Agua Dulce Veracruz por la crisis que sucedía en Pemex.

FAMILIAS ENTERAS

Otro ejemplo es el de las hermanas Esperanza Castillejo García de 27 años y Yadira Castillejos García de 24, nacidas en Chahuites, uno de los 570 municipios de Oaxaca.

Llevan siete años viviendo en la Analco. Aseguran tener ya más de 50 familiares en la ciudad. Ellas llegaron porque ya tenían consanguíneos en Ramos, como muchos de los que deciden dejar sus lugares de nacimiento. Ellas son amas de casa y sus esposos trabajan en la maquila y manejando un tráiler.

“Nos venimos por la falta de trabajo y porque allá son muy mal pagados. Acá ya teníamos familiares. Ahora somos muchos aquí. Más de cincuenta.  Entre primos y tías. Allá en Oaxaca sólo hay pesca y agricultura”,  relató la mayor de ellas.

A pesar de huir de la pobreza, el menos en esta zona, siguen viviendo con carencias básicas, miseria, menores educándose en la calle por la ausencia de padres y problemas de drogadicción.

POCOS RECURSOS

La casa vive gracias a un patronato de cuatro mujeres que a base de donativos abrieron esta casa. La misma institución se encuentra en Cd. Acuña y Piedras Negras. Siempre buscan donativos. 

En el 2015, el Consejo Nacional de Población (Conapo) publicó un prontuario en donde menciona que la migración interna supera por mucho a la internacional, solo que es menos llamativa por la menor cantidad de trámites que existen para mudarse del país.

Los estados pobres siguen siendo cada vez más pobres y los estados con empleos siguen manteniéndose como tales, sin explorar otros giros de producción.

El número de migrantes internos ha pasado de 3.48 millones en el quinquenio 1985 al  a 5.9 millones en 1995-2000; de 6.6 millones en 2005-2010 y 6.4 millones en 2010-2015.

Hubo algunas entidades que entre los dos quinquenios, en comparación, aumentaron mucho su expulsión de población: Durango, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas.

Al listado de entidades donde más de una de cada cinco personas vive fuera de su entidad de nacimiento se suman otras nueve, con Zacatecas en segundo lugar, le siguen Durango, San Luis Potosí y Oaxaca.

Las personas que trabajan en un municipio distinto al que residen, conocidos técnicamente como commuters, varían de forma considerable a lo largo del territorio nacional, existen desde los municipios que no tienen commuters hasta los que tienen más de la mitad de su población ocupada que labora en otro municipio.

Espacio. En la casa que administran religiosas y un patronato mantiene, los hijos de los migrantes sureños encuentran un espacio tranquilo y en el que aprenden cosas importantes para la vida.

Casa Omnia, oasis para los migrantes

Una de los testigos del caos dentro de la Analco es la administradora de Casa Omnia, María Guadalupe de la Cruz. Dicha instancia recibe a los hijos de matrimonios que se encuentran terminando la jornada laboral y no pueden encargarse de sus hijos por las tardes.

Ella atestigua los problemas de la colonia y asegura que la mayoría de los menores que han pasado en estos dos últimos años por la institución son hijos de “sureños”.

En esta casa que no se cobra por el servicio. Por su origen católico, otorga algo de formación religiosa.

“La mayoría de los padres trabajan en maquilas, en fábricas, y muchas de la mamás trabajan  limpiando casas. La mayoría son de Chiapas, Veracruz y Oaxaca”.

“Aquí hay robos, desaparición de personas, balaceras, inseguridad y violencia. La misma gente de aquí está segura que es de los barrios más peligrosos de Ramos Arizpe”, narró la mujer religiosa.

 

Apoyos. Aseguran los trabajadores de la Casa Omnia, que en el lugar se ven situaciones muy complicadas. La Analco está inmersa en la violencia y ellos ayudan en lo que pueden para que algo mejore.

ENSEÑAN NUEVAS MANERAS DE VIVIR

La casa trata que los niños conozcan otra manera de vivir que no sea con los problemas familiares que causan la ausencia de los padres por falta de trabajo.

“Ellos al venir se darán cuenta que hay otra maneras de vivir y en un futuro tal vez lo copien.  Cuando hacemos oración y toca el momento en que los niños piden por alguien, muchos lo hacen por un familiar que consume drogas. Todos los días ellos lo dicen".