Mexicanos consumen menos carne, por altos precios

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Mexicanos consumen menos carne, por altos precios

Foto: Archivo
Según datos del organismo al cierre de este año las exportaciones de productos cárnicos certificados serán del orden de 320 mil toneladas, un incremento de 6.1 por ciento respecto a 2015.

Ciudad de México. Los mexicanos dejaron de consumir en promedio un kilo de carne de res al año desde 2013 debido a que el precio del producto se incrementó en más de 40 por ciento, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (Anietif), José Inés Cantú Chapa.

En conferencia señaló que el consumo percápita de carne de res en el país pasó de 15 a 14 kilos en los últimos 3 años, mientras que el consumo de pollo se incrementó por una baja en su precio.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) un kilo de bistec de diezmillo de res se vendía en septiembre de 2013 en 93.50 pesos mientras que para el mismo mes de este año se cotizaba en 133.6 pesos, un incremento de 42.9 por ciento; el kilo de chuleta de res pasó de 116.6 a 169 pesos en el mismo lapso, un alza de 45.2 por ciento.

Según los monitoreos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) el kilo de bistec de diezmillo de res se llega a vender en la capital del país hasta en un precio máximo de 149 pesos; el kilo de chuleta alcanza un precio máximo de 184 pesos y la milanesa de res se vende hasta en 160 pesos por kilo, lo que significa que un trabajador con salario mínimo (73 pesos por día) tendría que destinar más dos jornadas completas de trabajo para comprar un kilo de cualquiera de dichos productos.

Durante la presentación de la Cumbre de la Industria Alimentaria TIF 2016, que se celebrará los días 17 y 18 de noviembre en Mérida, Yucatán y en donde se abordarán las tendencias de la industria a nivel mundial, Cantú Chapa señaló que este año ha sido difícil para los empresarios de la carne a quienes la disminución en el consumo los golpeó más que el incremento en el tipo de cambio, pues muchos de sus insumos, como el maíz amarillo que se usa como forrajero o la soya, son importados.

“Todos esos insumos están negociados en base a un precio en dólares y nos afecta el tipo de cambio. Circunstancialmente la producción de soya y maíz han aumentado enormemente en el mundo, por lo que los precios han bajado y algo han compensado”.

Ejemplificó que un becerro de exportación hace dos años se vendía en 2 dólares con 30 centavos la libra, mientras que hoy está en un dólar 35 centavos la libra, lo que benefició a los ganaderos mexicanos porque el precio en pesos bajó.

“La tarea ahora de los productores mexicanos es ganar más mercado nacional, pero nuestro competidor no son los americanos, ni la carne importada sino el cerdo y el pollo”, cuyos precios han bajado, comentó el dirigente.

La base de datos del Inegi detalla que el precio del pollo efectivamente ha experimendado una baja en los últimos 3 años. Por ejemplo, el kilo de pechuga con hueso pasó de 71.46 pesos en septiembre de 2013 a 66.82 en el mismo mes de este año (último dato disponible), una baja de 6.4 por ciento, mientras que el pollo entero bajó de 35.59 pesos hace tres años a 33.6 por ciento, una reducción de 5.65 por ciento.

No obstante, el precio de la carne de puerco se ha seguido incrementando. El kilo de milanesa pasó de 67.76 pesos a 82.07 entre septiembre de 2013 y el mismo mes de este año, mientras que el kilo de lomo subió de 89 a 101.42 pesos en el mismo lapso.

El dirigente señaló que para los empresarios de la carne la apertura de nuevos mercados representa una importante ventana de oportunidad por lo que es necesario seguir avanzando en la certificación a través del sistema Tipo Inspección Federal (Tif), el cual garantiza que los productos son higiénicos y sanos.

Según datos del organismo al cierre de este año las exportaciones de productos cárnicos certificados serán del orden de 320 mil toneladas, un incremento de 6.1 por ciento respecto a 2015.

“Alrededor de 48 por ciento de las exportaciones de productos cárnicos se envían a Estados Unidos y 40 por ciento a Japón, sin embargo la apertura de nuevos mercados como el de China, a donde ya estamos exportando cerdo y los países de la Península Arábiga, cuyas primeras exportaciones de carne de bovino se harán en diciembre de este año hacia Qatar y Emiratos Árabes, significarán una diversificación importante.