Max, el perro pitbull que destrozó la tráquea al pequeño Iker, fue enviado para su rehabilitación a Malibú, California.

Los hechos ocurrieron a principios de diciembre de 2016 en la colonia Las Margaritas cuando el niño, de 3 años de edad jugaba en la calle.

Luego de una serie de trámites, un juez ordenó que el perro causante de la muerte del menor fuera enviado a California para ser rehabilitado en la Fundación de Raúl Juliá Levy, tal y como se había solicitado por el defensor de los animales. 

Fue el día martes cuando se autorizó la liberación del can, ya que Max estaba bajo la custodia del Ministerio Público al ser parte de un proceso penal.

El perro permanecía en el Centro Antirrábico y fue entregado a las 13:00 horas del martes al licenciado Rafael Martínez de la Rosa, representante de la Fundación Raúl Juliá; Max presenta un buen estado saludable y permaneció en el Centro Antirrábico desde el 2 de diciembre de 2016, así lo señaló Tomás Gutiérrez, director del Centro Antirrábico; agregó que los dueños nunca acudieron al lugar a reclamar al perro.   

La noticia fue publicada por Raúl Juliá Levy en la cuenta oficial de su fundación, donde señaló que por fin Max está bajo su custodia para poder cambiar su temperamento agresivo. 

El caso de Max, es el primero en México, donde un perro que atacó a un menor se salva de ser sacrificado, así lo señaló Juliá Levy. 

Cabe recordar que en cuanto ocurrió el ataque de Max hacia Iker, Raúl Juliá Levy manifestó su deseo de hacerse cargo del perro e incluso acusó a la madre del pequeño por negligencia, lo que causó enorme polémica.

En el Centro Antirrábico se llegan a concentrar hasta mil perros al año, esto porque son agresores, duran 10 días en observación, ya que es en ese momento cuando se puede presentar la rabia; de no ser así se dan de alta y se entregan a sus dueños.  

Tomás Gutiérrez, médico veterinario, agregó que desconoce cuál fue el costo de trasladar a Max a California, ya que es la fundación la que corrió con los gastos.

A raíz del ataque de Max, en Saltillo se incrementó hasta en un 300 por ciento el abandono de pitbull, y eran los mismos dueños quienes los entregaban para su sacrificio.

De 4 perros que se recibían en Control y Bienestar Animal en sólo 2 semanas, en diciembre llegaron a recibir hasta 30 mascotas para su sacrificio.