Mario Frías, un tritón incansable

El joven Mario es un multimedallista de alto rendimiento
Obstáculos. No todo ha sido miel sobre hojuelas. Mario ha tenido que enfrentarse a la falta de apoyo oficial para asistir a competencias a nivel nacional. Fotos: Vanguardia/Orlando Sifuentes

Nació el 29 de agosto de 2001 en Saltillo.

Su llegada a la familia Frías Crespo ha sido una bendición a pesar de los momentos difíciles. A los cinco meses de nacido Mario Frías Crespo fue diagnosticado con Síndrome de Down.

“Al principio es un golpe fuerte, las mamás lloramos mucho, no sabes qué hacer o qué pensar. Ahora, para mí es un orgullo ser su madre, es una satisfacción enorme”, comparte Olga Crespo, madre de quien hoy es un nadador multimedallista de alto rendimiento.

El taekwondo le dio a Mario su primer encuentro con el deporte. A los ocho años de edad, el profesor Antonio Cervantes lo recibió con los brazos abiertos en su academia, si bien el proceso de aprendizaje en la disciplina fue complicado para Mario, logró escalar hasta la cinta negra del segundo poomsae. “El taekwondo le trajo mucha disciplina, que fue base para luego destacar en la natación”, dice su mamá.

Maestro. Mario es auxiliar de entrenador en la alberca olímpica.
Lo mejor es ese amor que él tiene para hacer las cosas, me ha abierto muchos mundos que desconocía, primero el de la discapacidad”.
Olga Crespo, madre de Mario Farías Crespo.

Mario llegó a las albercas a la edad de los 12 años con el objetivo inicial de que aprendiera a nadar, pero nadie imaginaba lo rápido que lo haría y hasta dónde podría llegar. Se dieron sus primeras competencias, eran contra niños sin capacidades diferentes que representaban a clubes como el Campestre Saltillo y el Deportivo San Isidro, la grata sorpresa fue que Mario vencía a sus rivales.

El atleta saltillense lleva dos años siendo auxiliar de entrenador en la alberca olímpica, es precisamente esta área donde sus papás también ven un potencial. “Ha estado aprendiendo a dar clases, a llevar a los chiquitos, es en lo que lo veo yo tal vez más adelante”, declara su madre, quien añade lo apoyará en lo que sea que emprenda. 
 
En su primera Paralimpiada Nacional Mario obtuvo medalla de plata en nado estilo libre de 100 metros. Morelia, Aguascalientes, Puerto Vallarta, Zacatecas y Torreón son algunos de los lugares que el tritón juvenil ha visitado gracias al deporte, con miras de que algún día le sea posible competir a nivel internacional.

Semanas atrás Mario representó a Coahuila en la Paralimpiada Nacional 2018, en Colima, compitiendo en las pruebas de 50 metros mariposa, 100 metros libre y 50 metros libre de natación, en esta última el tritón saltillense se colgó el bronce.

Destreza. Sus habilidades lo han llevado a destacar a nivel nacional. Mario tiene actualmente 17 años.

Sin embargo, la falta de apoyo también se manifiesta en los deportes paralímpicos, “el apoyo no lo tenemos, en esta oportunidad (Paralimpiada 2018) tuvimos muchos ángeles”, explica Olga Crespo, añadiendo que gracias a familiares y amigos, así como al apoyo del director del deporte municipal, Antonio Cepeda Licón, y el presidente de VQueens, Tadeo Carrizales, lograron acudir a la competencia nacional. “Muy agradecidos, pero una beca o apoyo constante para deportistas no hay, es lo que ojalá pudiera surgir de esto”, señaló Olga.

Cabe destacar que las autoridades deportivas estatales solo solventaron los gastos de Mario para que participara en la justa deportiva, situación que pareciera absurda, pues al tratarse de atletas con capacidades diferentes, mínimo requieren de estar acompañados por uno de sus padres.  
 
“Lo mejor es ese amor que él tiene para hacer las cosas, me ha abierto muchos mundos que desconocía, primero el de la discapacidad”, comparte Olga Crespo. Mario no cuenta con mucho desarrollo del lenguaje, por lo que sus papás se mantienen alerta a lo que desea comunicarles.

“Mi único sistema es cuando él me diga ya no, yo no lo puedo forzar porque son sus éxitos y sus logros, es él quien ha dado la pauta y seguiremos hasta que él nos dé la señal de otro deporte, o no sé”, comparte su madre.

“Los invito a que vean las habilidades de sus hijos, no pierdan de vista hacia donde los está dirigiendo”, añadió Olga Crespo, hablándole a las madres que al igual que ella desean que sus pequeños con capacidades diferentes desarrollen habilidades y se involucren de una u otra manera en la sociedad.

A pesar de las dificultades Mario disfruta de lo que hace, la pasión que imprime en sus entrenamientos es admirable, la sonrisa y cariño con que recibe a todo el que lo saluda, lo hacen, además de un atleta promesa, un ser humano con una chispa única.

El Síndrome de Down no ha sido obstáculo para que el joven nadador sea ejemplo de pasión, grandeza y perseverancia

Las primeras competencias en las que participó fueron contra niños sin capacidades diferentes, a quienes vencía con facilidad, así es como ha venido labrando un mundo de éxitos, con el apoyo de sus padres.

Como pez en el agua

A los 12 años Mario ingresa al mundo de la natación, solo con la idea de aprender a nadar.

En sus primeras competencias el pequeño dio muestras de sus destrezas.
Actualmente es entrenador en la alberca olímpica.

Obtuvo medalla de plata en la primera paraolimpiada nacional en la que participó.

Ha ido a competencias a Morelia, Aguascalientes, Puerto Vallarta, Zacatecas y Torreón.

Representó a Coahuila en la Paraolimpiada de Colima, donde obtuvo medalla de bronce en 50 metros libre.

Gracias al apoyo del director del deporte municipal, Antonio Cepeda Licón, y el presidente de VQueens, Tadeo Carrizales, logró acudir a la competencia nacional.