Los trompicones de la Cuarta Transformación
Texto: FRANCISCO RODRÍGUEZ/Ilustración: ESMIRNA BARRERA
La llamada Cuarta Transformación tiene menos de un mes de haber arrancado y parece que el carro ya trae problemas de carburación, afinación y balanceo. En menos de 30 días el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha metido en problema tras problema, bache tras bache.
Los errores previos a la investidura oficial quizá no costaron. Pero ya se gobierna y el costo político, económico, social, de opinión pública y demás, retumba a cada momento, por lo que manejar un auto desvencijado, sin aceite, corre el riesgo de quedar varado y necesitar grúa.
Los primeros días de gobierno se asemejan a un niño que no sabe nadar y aun así opta por zambullirse al agua como nadador profesional. Todos los días hay problemas y reproches, molestias y ataques, errores y respuestas frágiles. Y a unos días de haber iniciado el nuevo Gobierno Federal, ya hay signos de alerta.
Los bonos del nuevo aeropuerto, el Tren Maya, la reducción al presupuesto de cultura y ciencia, los enfrentamientos con el Poder Judicial, la esquizofrenia de la Guardia Nacional, la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, los pleitos con los gobernadores, el aumento contradictorio en gastos de publicidad, son solo algunos de los temas que han provocado trompicones al presidente López Obrador.
Falla mecánica: pedir “permiso a la Madre Tierra” para construir el Tren Maya. El problema no es necesariamente el incluir usos y costumbres o rituales de pueblos indígenas en la política. El problema es que no hay una maqueta, un mapa, un proyecto ejecutivo, un estudio de impacto ambiental, un estudio de costos y beneficios, la rentabilidad, estudios de conservación y restauración, etcétera.
El teatro montado para dar inicio a la construcción, no puede legitimar el proyecto, como lo criticó la Academia Mexicana de Impacto Ambiental, la cual urgió al Gobierno Federal a cumplir con los estudios de impacto ambiental. Así mismo, ejidatarios y ambientalistas han alzado la voz para oponerse al Tren Maya por los riesgos que significaría atravesar la Reserva de la Biósfera de Calakmul hasta el área núcleo.
Pero esas voces parecen ahogarse en pared. A la par de las críticas y tropiezos del proyecto, se ha sumado el hecho de que en el Paquete Económico 2019 se anunció una reducción de 182.12 millones de pesos a 16.82 millones, en el presupuesto del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías.
Hablando de presupuestos, hay una falla en la dirección hidráulica con la reducción de presupuestos a universidades públicas (aunque de ésta luego salieron que siempre no), ciencia y cultura.
El Gobierno Federal propuso una reducción de mil millones de pesos para el sector Cultura, con afectaciones a diferentes áreas. La Secretaría de Cultura respondió que el presupuesto es “suficiente”, y el gremio ya alzó la voz.
Después la reducción en ciencia, especialmente una caída del 12% para el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. La comunidad científica y tecnológica calificó como “regresiva” la decisión, pues se alejaría del objetivo de llegar al 1% del Producto Interno Bruto destinado a ciencia y tecnología.
Vino la reducción a las universidades públicas. A la Universidad Nacional Autónoma de México, de tajo, un recorte del 6% del presupuesto, lo que según la máxima casa de estudios, “pone en riesgo el adecuado cumplimiento de las tareas de docencia, investigación y difusión de la cultura”.
Después, el Presidente reculó el trompicón y aseguró que hubo un error y que se corregiría. “Vamos a rectificar, no podemos aferrarnos”, mencionó y pidió austeridad a los rectores. Error, caída, trompicón, tropiezo. Uno más.
Presupuestos, dolor de cabeza
El Presupuesto de Egresos 2019 se ha convertido en un mar de problemas para el nuevo Gobierno Federal. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, ya salió a criticar que el presupuesto “se centraliza en los intereses del Gobierno Federal, ignorando las necesidades que surgen desde lo local. Para Jalisco, se les quitan recursos federales a los 125 municipios, así como al Estado y por consiguiente a las y los jaliscienses”, dijo.
El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, lo secundó y convocó a unirse a la batalla contra el presupuesto 2019.
La voz de batalla de varios gobernadores a favor del federalismo, será, de no corregir, otra piedra que provocará más tropiezos al Presidente.
Otros recortes: reducción de 68 millones de pesos al presupuesto destinado a la búsqueda de personas desaparecidas en el País; reducción de 990 millones en los subsidios en seguridad para municipios y estados: reducción de 346 millones de pesos al Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) que atiende a comunidades pobres y marginadas. El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados y el campo mexicano, el cual tendría su presupuesto más bajo en 13 años, son otros rubros donde habrá recorte.
Temas sensibles: educación, campo, desaparecidos.
En cambio, el Ejército se verá beneficiado con un incremento del 11.3% de recursos, lo que servirá para la creación y operación de la Guardia Nacional, esa de la que Tatiana Clouthier, pieza importante en la campaña de López Obrador, criticó por la forma como se plantea y la rapidez con la que se busca hacer cambios constitucionales. Una piedra salida del mismo zapato.
También los programas sociales prioritarios del nuevo gobierno, como las pensiones para adultos mayores, personas con discapacidad en situación de pobreza y apoyo a jóvenes con becas de estudio y capacitación laboral, quedaron con un presupuesto firme, lo que ha generado debates en torno a la política clientelar que se vislumbra.
Choque de poderes
Otro desliz del incipiente gobierno es el choque de poderes entre el Ejecutivo y Judicial. El enfrentamiento belicoso de Andrés Manuel López Obrador contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación por haber suspendido la ley para reducir sus sueldos, abona a una reyerta pandilleril sin mucho horizonte.
El periodista Raymundo Riva Palacio escribió que la confrontación no sólo es por la autonomía, sino también es una confrontación ideológica y política. Para el periodista el debate no debe quedarse en el punto de los sueldos y remuneraciones, sino “hay que ver más alto y más lejos”: examinar con mayor profundidad el papel de los ministros de la Corte.
Pareciera que el confrontar de una forma agresiva a los ministros, refleja la idea de imponer un régimen a como dé lugar, cosa que no le conviene a la imagen del Presidente.
Como escribió Riva Palacio: “El estilo mostrado por López Obrador no abre las puertas que tienen las democracias, donde los equilibrios entre los poderes los obligan a interactuar y a negociar. La negociación con sus opositores está cancelada. No tiene tiempo para ello. Las cosas se harán como las quiere tan rápido como necesite, hasta que la cuerda, si se llega a ello, se rompa”.
Lo anterior a propósito de otro conflicto en puerta con empresarios y gobiernos extranjeros por el tema de la Reforma Energética y la cancelación de las rondas de exploración y perforación.
Además, la terna propuesta para la Suprema Corte también provocó resbalones.
Mejor callados
El 17 de diciembre, Reforma publicó que el Presidente propuso aumentar en un 53% el gasto en comunicación social y publicad para 2019, en comparación con lo aprobado en 2018.
Según el proyecto del Presupuesto de Egresos, el monto aumentaría de 2 mil 338.6 millones de pesos a 3 mil 579.45 millones.
La decisión, en caso de concretarse, sería una cachetada con guante blanco para quienes apostaron al anuncio y compromiso del Presidente en campaña, que se impulsaría una reducción del 50% en la publicad gubernamental. Vaya hoyanco en el que se metió.
Otro trompicón fue el Manual de Campaña de Comunicación Social, dado a conocer por el mismo diario Reforma. El Manual gira instrucciones a funcionarios para evitar 12 temas “sensibles” relacionados con el Paquete Económico 2019.
El instructivo, elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, pide no realizar comentarios en temas como el impacto ambiental del Tren Maya, el aeropuerto o el recorte al campo.
Es decir, no hay que hablar de los trompicones, tropiezos, deslices, caídas, traspiés, resbalones…
Y vaya que es difícil no hacerlo en el primer mes de la Cuarta Transformación.