Lego: el juguete inmortal que aún inspira grandes ideas

Los cubos para ensamblar de la compañía danesa han demostrado su longevidad mientras se acercan a su centenario de vida como uno de los juguetes más populares del mundo

Todos hemos tenido algún set de Lego. Puede que incluso aún esté guardado en una caja en el armario. Tal vez se trate de una de las muchas propuestas temáticas; una Estrella de la Muerte o un Halcón Milenario, o el castillo de Hogwarts o la Baticueva o puede ser uno de los sets más generales, esos que nos dieron la oportunidad de crear mansiones y palacios, automóviles, aviones, robots y dragones.

Con más de 70 años de existencia —como parte de una compañía que se acerca a su centenario— los bloques para ensamblar de Lego son uno de los juguetes más populares de todos los tiempos, pero desde hace unos años la marca se enfrenta a grandes retos, en particular en lo que concierne al plástico que utiliza en sus productos.

A pesar de ello el 2020 y en particular la pandemia de COVID-19 sirvieron para que sus ventas crecieran en un 14% durante la primera mitad del año, comparado con estadísticas del mismo periodo en años pasados.

Este es el dilema que vive Lego en la actualidad, un juguete que goza de inmortalidad en la cultura popular pero también en el ecosistema y que desde su sede en Dinamarca busca cambiar los materiales con que realiza su más importante producto antes de que los consumidores comiencen a meter presión con su cartera.

Victoriosos ante la crisis

La Compañía Lego nació en el taller del carpintero Ole Kirk Christiansen, en Billund, Dinamarca. En un principio el taller se dedicaba a la manufactura de muebles y apoyaba en la construcción de casas, pero con la llegada de la Gran Depresión en 1929 el trabajo disminuyó y Ole Kirk comenzó a producir pequeños modelos a escala que sirvieran como referencias para sus nuevos diseños.

Estas miniaturas lo inspiraron a hacer juguetes y fue en 1932 que comenzó a vender de manera oficial estos productos, aunque no fue sino hasta dos años después que adoptó el nombre por el cual sería reconocida internacionalmente a día de hoy, adoptado de la frase danesa “leg godt”, que significa “juega bien”.

Si bien entre la crisis económica y otras cuestiones las ventas no fueron las más impresionantes la empresa se mantuvo a flote y en 1947 compraron su primera máquina de inyección de plástico, con la cual lanzaron su línea de juguetes de plástico, algunos en los cuales ya existía la esencia del ensamblaje, como con un carrito que podías desmontar.

Ese mismo año Ole Kirk y su hijo Godtfred descubrieron una patente de cubos de plásticos huecos y con cuatro botones encima para ser ensamblados de diferentes maneras. Dos años después Lego comenzó a producir su versión de estos bloques, con el añadido de un cilindro en el interior que permitía mayor estabilidad al ensamblarlos, hechos con acetato de celulosa y en 1953 recibieron el nombre de bloques Lego.

Sacando provecho de la pandemia

Lego aumentó sus ventas un 14 por ciento durante la primera mitad del 2020, así lo reportaron en septiembre pasado, y su total de ingresos incrementó en un 7 por ciento. Lego es de esas compañías cuyos productos resultaron mucho más atractivos con la cuarentena y han sabido aprovechar la situación.

Sin embargo, es un caso particular para Lego en cuanto a juguetes se refiere, pues compañías como Mattel o Hasbro reportaron pérdidas durante el mismo periodo, en parte por las ventas y en parte también por el cierre de algunas de sus fábricas por el COVID-19, lo que en el caso de la empresa danesa solo afectó de manera importante a su sede en México, la principal exportadora de América.

A esto se suman las actividades virtuales y sugerencias de creaciones Lego que compartió a través de su sitio web y en redes sociales, las cuales incrementaron su presencia mediática y llegaron a más de 80 millones de usuarios durante la pandemia, esfuerzo creativo al cual se suma sitios como la página de Facebook Beyond The Brick que comparte impresionantes creaciones con estos bloques.

Lego vs el plástico

Según un estudio de la Universidad de Plymouth publicado a inicios de este año, un bloque de Lego podría tardar de 100 a mil 300 años en degradarse en el mar. Considerando que meses después aumentó la venta de los productos resulta impresionante cómo, aunque el mundo está buscando reducir su producción y consumo de plástico, el gigante de los juguetes permanece inmune ante esta tendencia ambientalista.

Esto no quiere decir que no estén haciendo esfuerzos por reducir su huella de carbono. En 2015 la compañía comenzó a invertir billones en investigaciones con la intención de encontrar una alternativa al derivado del petróleo para 2030

A la fecha, el actual director de la compañía, Niels Christiansen, asegura que han probado con más de 300 materiales pero aún no encuentran el indicado para mantener los altos estándares de calidad con que realizan el producto, estándares que permiten que los bloques que guardas desde hace 40 años aún sean compatibles con uno que pueda adquirir el día de ho

Con miles de productos originales o inspirados en franquicias populares, Lego se mantiene como la compañía más importante de la industria juguetera internacional —sobrepasó a Mattel en 2015— y aunque la presión de los consumidores y de los grupos activistas crece día con día, parecen estar confiados en que lograrán mantenerse en esa posición por mucho tiempo más.

DATOS

15,000 sets de Lego existen en la actualidad, aunque es difícil contabilizarlos con certeza.

36  billones de bloques Lego se producen cada año

400 billones  se estima que hay de bloques Lego  en el mundo