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Lady Gaga estrena su documental 'Five Foot Two' en Toronto
La estrella del pop Lady Gaga se presentó en Toronto como Stefani Joanne Germanotta, una mujer que siente, llora, sucumbe al dolor, pero se levanta y se entrega en los escenarios.
“Mi vida ha cambiado de la mejor forma y estoy agradecida por tener gente tan buena a mi alrededor”, dijo la artista, quien la noche del miércoles encendió a los torontianos con un concierto en el Air Canada Center.
La artista, de 31 años de edad, dijo sentirse validada y consideró que “es mejor valorarse por lo que lleva uno dentro”.
En el segundo día del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) se dio el estreno mundial del documental “Gaga: Five Foot Two”, una realización de Netflix dirigida por Chris Moukarbel, con quien la artista dijo sentirse en confianza para mostrar su vida cotidiana e íntima.
En el documental de 100 minutos el director siguió con su cámara a la cantante y su glamour, pero también a Stefani Joanne, de 1.55 metros de altura, que padece un dolor crónico.
Rodeada de fisioterapistas, maquillistas, masajistas, estilistas, Gaga se transforma de una sensible joven que visita a su abuela para mostrarle su reciente canción, a la extravagante estrella de rock que mueve masas.
“Quiero hacer algo que la gente no se espere”, le dice a su extenso equipo de producción al planear uno de sus conciertos.
En otra parte del filme la cantante habla de sus relaciones amorosas y para concluir que: “no soy lugar para tu dolor” y que “cuando estoy sola me siento más poderosa”.
El documental muestra las horas que pasa la autora de Million Reasons en fisioterapias con bolsas de hielo en la cadera y el cuello para calmar el dolor de su cuerpo.
“Yo lucho con ese dolor, así que quería mostrarlo, no tengo por qué esconderlo. Fue difícil pero liberador”, dijo en conferencia de prensa ante una sala llena de periodistas internacionales.
Con voz entrecortada y conteniendo la caída de una lágrima, Gaga confesó:
“Tomaré un descanso. Tengo ganas de reflexionar y frenar por un momento y sanar. Aún no sé por cuánto tiempo”.
Con cinco mil millones de visitas en su canal de YouTube, la neoyorkina aclaró que el documental no es “un gran comercial sobre mí”, sino una forma de compartir su vida cotidiana con el público, aunque reconoció que habrá gente que le guste o que no.
“Lo más importante es mostrar el poder de la música, su poder de inspiración, algo para tu cuerpo y tu espíritu”, añadió Gaga, vestida de negro y con una rubia cabellera que le cubría las pestañas.
El director y amigo de la diva, Chris Moukarbel, dijo que “quería mostrar la parte humana de la cantante y las circunstancias lo permitieron”.
Con muchas preguntas que se quedaron sin hacer, Lady Gaga se despidió diciendo que “es mejor validarse por lo que hay dentro de uno”.