La teoría del ‘compló’: ¿Meade ’levanta o no levanta’?

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La teoría del ‘compló’: ¿Meade ’levanta o no levanta’?

José Antonio Meade, precandidato a la Presidencia de la República por el PRI / Foto: Cuartoscuro
¿Es verdad que ‘no prende’ la candidatura de Meade? ¿la versión de que podría ser sustituido, es producto de rumores? ¿es una película ya vista?

“No levanta”. La expresión está amarrada al recuerdo de la campaña presidencial de 1994. “No prende”, es otra forma de describir el poco entusiasmo que causa un candidato en los electores.

Acontecimientos tan opuestos como el inicio del Tratado de Libre Comercio (TLC) y la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), complicaron, por decir lo menos, el panorama político.

Y ese fue el marco en el que el equipo de campaña del aspirante a despachar en Los Pinos, Luis Donaldo Colosio, escuchó esas expresiones que supuestamente resumían la situación del priista.

Han pasado 23 años y hoy existe la sensación de vivir un déja vu. En el cuartel general de José Antonio Meade se escucha el rumor de que la campaña del PRI y aliados “no levanta, no prende”.

Pareciera que los analistas de la cosa pública releyeron las biografías escritas por Plutarco, pues se destacan los paralelismos de Colosio y Meade en las primeras semanas de promoción electoral.

La primera similitud es, desde luego, haberse ganado el Bo.Vo. –la bendición, pues– del Presidente de México para inclinar a su favor el fiel de la balanza, al que aludía José López Portillo.

Casi de manera simultánea al destape de ambos delfines, se anunció la renuncia de los respectivos secretarios de Educación Pública, para dirigir las campañas de sus compañeros de gabinete.

Esa otra coincidencia entre la campaña de 1994 y la de 2017, colocó a Ernesto Zedillo y a Aurelio Nuño, respectivamente, en posibilidad de ser candidatos presidenciales…, en caso necesario.

Tercer paralelismo: Manuel Camacho Solís y Miguel Ángel Osorio Chong, miembros del primer círculo del Ejecutivo Federal en turno, confiaban en que serían ungidos para suceder a su amigo.

En las dos historias, aunque ciertamente de manera muy distinta, quienes no salieron en la foto, también dejaron desocupados sus escritorios y quedaron fuera del gabinete presidencial.  

José Antonio Meade Kuribreña, precandidato del PRI a la Presidencia de la República, convivió con integrantes de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos / Foto: Cuartoscuro

Ese movimiento los habilitó, no obstante, para, si así se deseara, moverse con libertad y opinar sobre cualquier asunto. En 1994, eso le quitó reflectores al candidato Colosio.

Por eso fue tan evidente que el sonorense “no levantaba”. Por eso, por mucho que el exsecretario de Sedesol parecía tener las cualidades para ser un candidato ganador, nomás “no prendía”.

El “no se hagan bolas” que el presidente Carlos Salinas de Gortari soltó para no dejar que creciera la versión de que era él quien obstaculizaba la campaña tricolor, llegó muy tarde.

Nadie desea, desde luego, que en esta campaña o en ninguna otra se repita la historia con el trágico final de Lomas Taurinas, pero la teoría de un “compló” crece en redes sociales y medios.

Veterano de campañas, Andrés Manuel López Obrador ofreció asesorar a “Pepe” Meade para mejorar su competitividad. Aunque, igualmente, días antes había “aplaudido” a Osorio Chong.

“En el PRI están preocupados porque la campaña de Meade no prende”, ha expresado el candidato de Morena, “y es cierto, era mejor candidato Osorio Chong, todavía pueden cambiar”.

El panista Ricardo Anaya ha realizado, por supuesto, declaraciones en la misma dirección.“Cada vez es más fuerte este rumor de que lo van a cambiar. Se está cayendo su candidatura, por eso, inclusive a Meade le dicen la ‘Semana Santa’, porque no se sabe si van a caer en marzo o en abril”.

En su esquina del cuadrilátero electoral, Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI, sostiene que su candidato va por 20 millones de votos para eliminar un eventual conflicto postelectoral.

“Vamos a trabajar ‘Todos por México’ precisamente para que José Antonio Meade gane la elección presidencial con 40 por ciento del voto; 40 por ciento del voto es igual a 20 millones de votantes, con lo cual vamos a serenar al País”, declaró esta semana.

Falta aún medio año para que se conozca el final de esta historia, una historia que en realidad apenas empieza a escribirse… aunque parece una película ya vista.