The Korean Wave: ¿Cómo el K-pop se convirtió en un fenómeno global?
Gaby tiene 26 años, y en 2013 escuchó por primera vez a BTS, una banda surcoreana que en aquel entonces hacía sus primeras apariciones en programas de música en Seúl. Desde entonces, Gaby ha pasado noches sin dormir por ver sus conciertos, compra su mercancía oficial, reproduce una y otra vez sus temas musicales en YouTube y Spotify, y hasta tiene una membresía del club de fans. El poder de BTS es tan fuerte, que incluso la mamá de Gaby, Melva, se unió al ARMY, un fandom descentralizado al que se le conoce, además por su gran amor por la banda, por su activismo en redes sociales. Pero, ¿qué es BTS y por qué se ha convertido en un fenómeno?
BTS es la abreviatura de Bangtan Sonyeondan, que se traduce como ‘Boy Scouts a prueba de balas’, y es una banda surcoreana conformada por Kim Nam-joon, (RM), Kim Seok-jin, (Jin), Min Yoon-gi (Suga), Jung Ho-seok (J-hope), Park Ji-min (Jimin), Kim Tae-hyung (V) y Jeon Jung-kook (Jungkook). Pero el éxito de BTS se vaticinaba desde mucho antes, todo inició con ‘The Korean Wave’ (La Ola Coreana) o también conocida como Hallyu, la creciente idea de que la cultura pop surcoreana se ha convertido en un importante impulsor de la cultura global, que se ve en todo, desde dramas en Netflix, estrictas rutinas para el cuidado de la piel que dominan la industria de los cosméticos hasta deliciosos platillos y bebidas que se integran a los menús de tus restaurantes favoritos. Ahí, en el corazón de Hallyu, está la creciente popularidad del K-Pop, un género musical que no solo ha transformado a la industria del entretenimiento, sino que se ha convertido en uno de los principales motores económicos de Corea del Sur.
El K-Pop es todo un fenómeno gracias a su mezcla de melodías adictivas, coreografías ingeniosas y altos costos de producción, además de un desfile interminable de atractivos artistas surcoreanos que pasan años en agotadores sistemas de estudio aprendiendo a cantar y bailar en sincronía perfecta. Los artistas surcoreanos han llegado a la lista Billboard Hot 100 al menos ocho veces desde que Wonder Girls la superaron por primera vez en 2009 con su éxito cruzado "Nobody", lanzado en cuatro idiomas diferentes, incluido el inglés, en los últimos años se ha considerado que esta industria tiene un valor mayor a los 5 mil millones de dólares.
EL K-POP Y LA ECONOMÍA
“Lo que más me gusta de BTS es la energía con la que bailan, lo divertido que son, y lo que proyectan sus canciones”, asegura Gaby al preguntarle por qué su gusto por la boyband se ha convertido en una pasión. Y no es casualidad escuchar que lo que más les gusta es esa sincronía perfecta en cada tema y video musical, el K-Pop ha impulsado enormemente la economía surcoreana. Las presentaciones en vivo, los videos musicales y la música en sí, están elaborados con meticuloso cuidado y detalle. BTS ha conquistado el mundo con su música y le dado de ganancias a la economía surcoreana aproximadamente 4.9 mil millones de dólares, lo que equivale a alrededor de 5.6 billones de wones surcoreanos.
El sencillo de BTS, “Dynamite”, la primera canción completamente en inglés del grupo, alcanzó el número uno en la lista global de Billboard, y permaneció en la lista durante 18 semanas. Esta canción por sí sola generó una impresionante cifra de 1.7 billones de wones surcoreanos (1.43 mil millones de dólares). De acuerdo con un estudio realizado por el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de Corea del Sur, se descubrió que los ingresos estimados de la canción proporcionaron 7 mil 928 empleos durante la pandemia de COVID-19, es decir que estos trabajos pudieron materializarse gracias a los ingresos de "Dynamite".
Para Corea del Sur esto no es nuevo, el país asiático recibió una gran ayuda cuando PSY lanzó su canción viral “Gangnam Style” en 2012. Este fue uno de los momentos más importantes para el K-Pop, ya que fue la primera vez que el mundo occidental experimentó este estilo de producción y música. En general, se dijo que "Gangnam Style" generó 8 millones de dólares solo en ingresos de YouTube. Por ello, no es de extrañarse que todos los días en las tendencias de Twitter encontremos a grupos de K-Pop, su popularidad genera ingresos directos para su país, en donde por cierto, BTS logró cambiar la ley para posponer su servicio militar obligatorio hasta los 30 años, dejando en claro las prioridades para los surcoreanos.
DE MCDONALD’S A LOUIS VUITTON
A principios de 2021, BTS colaboró con el Ministerio de Turismo de Seúl, para buscar mayores visitantes para Corea del Sur después de la pandemia de COVID-19. Esta decisión fue tomada con base en las cifras de 2019, ya que este país atrajo un número récord de alrededor de 17.5 millones de visitantes gracias a los conciertos de K-Pop. En octubre del mismo año, BTS realizó tres conciertos en el Estadio Olímpico de Seúl como parte de la gira “Love Yourself: Speak Yourself [The Final]”, y se estima que generaron ingresos de 922.9 mil millones de wones surcoreanos.
Esta semana, la banda también hizo historia dentro del mundo de la moda, ya que los cantantes protagonizaron un fashion film en donde lucieron las mejores prendas de la casa de modas francesa, Louis Vuitton. De hecho, la agrupación entró a los Récord Guinness gracias a su trabajo con McDonald´s. El 1 de junio pasado, BTS lanzó un menú especial preparado por el grupo con recetas tradicionales surcoreanas, tal fue el éxito que se vendieron 136 mil unidades en todo México. Esta cifra representa 60% del total de los paquetes que la cadena de comida rápida estimaba comercializar durante todo el mes, tiempo que estuvo disponible la promoción. Para el 4 de junio ya se habían vendido 80% de los combos The BTS Meal.
¿UN CULTO O UN ÉXITO TOTAL?
Entonces, ¿el K-Pop sostiene a la economía de Corea del Sur? ¿El K-Pop está fríamente calculado para ser un éxito? Parece que la respuesta a ambas preguntas es no, está claro que el K-Pop está haciendo una contribución importante al sistema económico de Corea del Sur, pero los ingresos del país asiático se basan principalmente en las industrias electrónicas como Samsung y en industrias automotrices como Kia Motors o Hyundai Motor Company. En cuanto a la estética de las bandas surcoreanas, más allá de ser un producto muy bien planeado, en verdad este género se ha ganado su lugar en la industria musical, como cuando los Backstreet Boys y las Spice Girls nos tenían encantados.