Joven estudiante narra experiencia en edificio colapsado por sismo que albergaba una maquiladora ilegal
Usted está aquí
Joven estudiante narra experiencia en edificio colapsado por sismo que albergaba una maquiladora ilegal
Durante cuatro días consecutivos, Monserrat González colaboró como voluntaria en las acciones médicas para los rescatistas y voluntarios del edificio colapsado en la colonia Obrera de la Ciudad de México; donde se encontraban instaladas varias textileras que operaban de manera ilegal.
Debido a la cercanía entre los dos puntos, pocos minutos después de que el sismo sacudiera a la capital del País, “Monse” salió de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) con un grupo de compañeros, para ayudar a los atrapados en el edificio ubicado en Chimalpopoca y Bol. En él laboraban por lo menos 100 mujeres, tanto mexicanas como extranjeras.
“Había un caos, todo el mundo estaba llorando. Primero nos decían que era una escuela y todo mundo corrimos hacia allá. Empezamos a mover escombros en una cadena humana, y todos los pisos estaban empalmados un techo sobre otro”, dijo.
Narró que las primeras horas fue solamente la sociedad civil la que removió escombros y realizó actividades de rescate, logrando sacar a por lo menos seis personas; de las cuales cinco estaban muertas.
“Fui a casa para ver que todo estuviera bien, y cuando regresé estaba muy oscuro y ya había muchos grupos de topos y era más difícil entrar a ayudar directamente. Como estudié enfermería también, acudí con los topos y me tocó estar en esa área’’, dijo.
EMPRESA EN LA ILEGALIDAD
Dice que al día siguiente cuando ya había intervención militar, empezaron a trascender las versiones de que las empresas que ahí laboraban, y que estaban al mando de un hombre argentino que nunca apareció por la zona, operaban de manera ilegal
‘’Yo todas las veces que pasé por ahí veía que era un edificio abandonado, yo creí eso siempre. El edificio estaba detrás de una barda donde ponen anuncios publicitarios, y no se veía muy activo’’, señala.
Asegura, que la cifra de personas que sacaron, la cual asciende aproximadamente a 26 personas, no coincide con el estacionamiento, ni con las intenciones industriales con las que laboraban las empresas, pues incluso todavía se logró detectar que había una gran cantidad de telas y utensilios que no podían ser operadas por pocas personas.
En este edificio, se utilizó maquinaria pesada desde la noche del jueves, a pesar de que se aprobó que había otras mujeres de las cuales nunca fueron recuperados sus cuerpos, según las versiones de vecinos y colectivos feministas que aún se encuentran investigando la situación de este edificio que mágicamente concluyó sus labores en tiempo record a comparación de otros.
‘’Al día siguiente me uní al contingente feminista que reunió una lista de personas desaparecidas que estaban ahí dentro, había nombres de chicas coreanas. Desde el jueves que me fui estaba todo muy raro, y ya sólo faltaba de remover un piso de 4. Cuando regresé el viernes ya estaba el cerco a una cuadra de resguardo, y ya sólo estaba lleno de militares e incluso granaderos’’, expresó.
‘’Realmente hay mucha información que en verdad te hace pensar que lo que las autoridades dicen no es así. Yo dudo que la zona haya sido así como la dejaron al final. Las chicas feministas han estado recabando información con vecinos, gente que trabajaba ahí, familiares de las víctimas’’, señaló.
Por último, agregó que ya existe un grupo de abogados que está investigando el caso, y gente de la UACM, que desea obtener justicia para las personas que laboraban, en lo que podría ser un caso con posibilidades de clasificarse como trata.
‘’El estado no quería meterse en problemas con personas de otros países. Así como estaba el edificio, claro que pensábamos que las gentes que estaban ahí no tenían ningún tipo de seguridad social. Y no sabemos nada de las nacionalidades de todas las personas que laboraban ahí’.