Los episodios de acoso sexual en Saltillo no cesan, prueba de ello fue la experiencia de una joven, quien relató en redes sociales cómo mientras se dirigía al trabajo en un taxi, el chofer la hostigó y posteriormente, la forma en que un conocido le mostró sus genitales a través de Facebook.

De acuerdo con la publicación de la mujer, el primer incidente lo vivió al abordar el auto de alquiler. Debido a que la tarifa de Uber e InDriver era alta a esas horas del día, optó por este tipo de servicio considerado por muchos de menor calidad o seguridad.

Al señalar el destino a su chofer, el hombre comenzó a quejarse de la lejanía y lo económico que saldría la tarifa, razón por la cual la cliente le ofreció bajarse, pero, el hombre se negó, a pesar de que todo el camino continuó quejándose y alegando que “por ese tipo de situaciones no tenía esposa”.

“En un principio no le había puesto tanta atención por traer mis audífonos, pero cuando vi por el retrovisor que movía la boca, comencé a escuchar que las mujeres éramos una molestia, sólo estamos ching... y sólo servimos para ser cog..., . También manejó muy rápido por Colosio, sin hacer ningún alto en los topes o semáforos”, relata la víctima en Facebook.

Las quejas del hombre fueron subiendo de tono hasta insinuar que el pago del servicio alcanzaría un encuentro sexual: “El tipo comenzó a decir que solamente me dejó abordar porque tenía el trasero grande, pero que mi cara era bastante fea, aunque eso al final no importaba mucho. Rápidamente, aproveché el rojo de un semáforo y me bajé, mientras él comenzó a gritar que era una zorra por no pagarle, me limité a ignorarlo porque me urgía llegar a mi trabajo”, detalla la joven.

Al finalizar su turno, fue recogida por sus padres y trasladada a su hogar. La mujer decidió ir a dormir mientras conversaba con sus amigos cercanos en línea, momentos después es contactada por Juan Carlos Garcés Sandoval, a quien calificó como conocido y quien quería sostener una conversación, a lo que ella no se negó.

“Él me llamó por Facebook chat y le contesté pero no hablaba, después presionó el ícono para tener una videollamada y la acepté, pues en un principio sólo aparecía su cara en la oscuridad, pero después enciende las luces y lo veo sin camisa enseñándome su pene”, dice sorprendida. La chica terminó la llamada y decide hacer públicas las agresiones.