Una giganta, tres cabezas, un catrín, un caballo y otras esculturas visitaron la ciudad en el 2013, la gente pasó a observarlas, tocarlas y hasta abrazarlas, y ellas permanecieron quietas, pero continuaron su viaje porque estaban de gira. Se trata de la obra escultórica de José Luis Cuevas, las cuales se montaron en la Plaza Ateneo del Centro Histórico en un caluroso agosto. La exposición titulada “Cuevas Escultor” contó con nueve piezas, y en aquella ocasión el autor no pudo acudir al evento cultural, sin embargo su esposa, la señora Beatriz del Carmen Bazán estuvo ese día y habló tanto con los visitantes como con VANGUARDIA.

“Es maravilloso, sentir el bronce, el tocar las obras del maestro; ver las piezas, admirarlas”, dijo Bazán. En total fueron nueve “seres” los que conformaron la exposición: “La Figura Obsena”, “Caballo”, “Cabeza I”, “Cabeza III”, “Cabeza VI”, “Banca”, “Beatriz y José”, “Catrín” y “La Giganta”. Por su parte, la esposa del artista aclaró que estaba muy nerviosa porque era la primera vez que viajaba sin José Luis Cuevas, pero que estaba muy emocionada de estar en Saltillo, porque su esposo quería mucho a Coahuila.

En aquella ocasión, VANGUARDIA le pidió a sus lectores que, si acudían a la Plaza Ateneo, se tomaran fotografías con las esculturas, y dichas instantáneas se estuvieron mostrando en la página web, en donde jóvenes, niños, adultos y adultos mayores fueron partícipes de la exposición temporal, la cual celebraba los 80 años del famoso creador mexicano. Años antes, el artista expuso en la Galería del Icocult su obra pictórica. 

En 1985 el artista vino a Saltillo, tenía 51 años y el escritor Jorge Mejía Prieto presentaba el libro, “En Torno a Cuevas”. Luego, Cuevas inauguró la exposisición de Lola García Bravo, fotográfa de talla internacional, así una muchedumbre aprovechó el momento y hubo una petición de autógrafos. El escultor habló de política y de sus hijas, dijo que aún tenía mucho qué hacer (en cuanto al arte) y confesó que la mejor dieta excluye la sal y los carbohidratos.