El arsenal de denuestos del presidente venezolano Nicolás Maduro contra el gobernante español en funciones Mariano Rajoy crece sin límites, a medida que se acercan las elecciones generales en España, mientras Venezuela sigue como manzana de discordia en la campaña electoral.

En círculos diplomáticos venezolanos se preguntan si las elecciones en España, el 26 de junio, serán el punto final de los agravios y comenzará la normalización de unas relaciones que van de sobresalto a sobresalto en los últimos años.

En los conflictos de antes, el presidente Hugo Chávez ventilaba abiertamente en sus reacciones contra el presidente José María Aznar las inversiones españolas en Venezuela (banca y comunicaciones, principalmente) y amenazaba con expropiaciones.

Tras una andanada reciente, Madrid llamó a consultas a su embajador en Caracas, Antonio Pérez-Hernández, en respuesta a una ola de insultos de Maduro contra Rajoy.

El representante diplomático regresó a Caracas y parecía que las relaciones tomarían un nuevo rumbo de mayor discreción. El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero vino a Caracas para impulsar un diálogo entre el Gobierno y la oposición, recibiendo unánimes respaldos.

Sin embargo, la posterior escala del líder del partido liberal Ciudadanos, Albert Rivera, descompuso el cuadro y Maduro consideró que el político vino a Caracas a sacar réditos políticos con miras a las votaciones del próximo mes.

El jueves, Maduro agregó a los agravios contra Rajoy petardos como "cobarde" y "ridículo". Además, lo acusó de intentar promover una intervención militar en Venezuela por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

"Están preparando una solicitud de intervención militar contra Venezuela y detrás de eso está Rajoy y la derecha venezolana", dijo en una arenga ante estudiantes afines al Gobierno.

"A la corrupción y a la incapacidad de la clase política española ahora se le suma la desfachatez de querer justificar con Venezuela el fracaso de todos ellos, los políticos y los partidos políticos de allá", agregó.

Según Maduro, la prensa española lo ha convertido en una figura habitual en los noticieros y primeras planas de los diarios, lo que califica como una "locura".

En un reto extravagante, exhortó a Rajoy a debatir en Caracas sobre las políticas socialistas en Venezuela y las "neoliberales" de España.

"Podemos debatir, Rajoy, punto por punto los derechos sociales del pueblo de Venezuela y el desastre y la tragedia social que ha hecho Rajoy y el neoliberalismo contra el pueblo de España", dijo el gobernante. "Si quieren debatir, vengan aquí, Rajoy, cobarde, y hacen el debate o de repente me lanzo yo y gano", agregó.

Los argumentos sonaron como una réplica a Rivera, quien en los tres días que estuvo en Caracas insistió en que el Gobierno de Maduro debe reconocer que el país sufre una crisis "humanitaria" por la escasez de alimentos y medicinas, agudizada por la inflación más alta del mundo.

"Unos vinieron a buscar dinero, otros venimos ayudar", señaló Rivera, al referirse a los líderes del partido de Podemos, tratando de acentuar los vínculos de ese grupo de izquierda con el Gobierno bolivariano.

El líder del Podemos, Pablo Iglesias, vio en el viaje de Rivera a Caracas parte de su campaña para sumar apoyos.

"Me pareció muy sensata la visita del ex presidente Zapatero. Otra cosa distinta es que candidatos a la presidencia del Gobierno, a un mes de las elecciones, quieran utilizar asuntos de política interna de otros países para condicionar la campaña", dijo.

Las asesorías que dio la Venezuela bolivariana a los líderes de Podemos, incluyendo al disidente Juan Carlos Monedero, han perseguido al partido como una sombra desde su ascenso en el apoyo popular.

Además, la oposición venezolana no ha dejado de comparar las propuestas de Iglesias y el modelo socialista bolivariano, haciendo énfasis en sus debilidades, abultadas en el presente ciclo de precios petroleros bajos.

Las relaciones de los líderes de Podemos con Venezuela podrían dar más de qué hablar en el mes de campaña antes de las elecciones españolas.

Podemos ha sido denunciado por presunta financiación ilegal por unos presuntos pagos del Gobierno del fallecido Chávez a una fundación en la que trabajaron Iglesias y otros miembros del partido antes de crearlo. La Justicia española archivó las denuncias.

Sin embargo, la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional de Venezuela dijo que el grupo investiga las contribuciones a Podemos. El jefe de la comisión, Freddy Guevara, señaló que espera informaciones en las próximas dos semanas para avanzar en el caso.

Además, rechazó unas declaraciones del líder del Podemos, quien dijo que este tipo de casos sólo puede ser ventilado por la Justicia Española.

"Iglesias dijo que le interesaba el pueblo venezolano. Nosotros tenemos parte en todo esto. Además, desconoce el derecho porque las investigaciones las podemos profundizar. Él muestra desprecio por el pueblo venezolano", dijo a dpa.

El diputado señaló que por el momento no tiene un monto de las contribuciones que habría otorgado el Gobierno a Podemos.

Es clara la insistencia de los conservadores en que los españoles se vean reflejados en la experiencia de 17 años de la revolución bolivariana, que, sin Chávez y sin el barril petrolero a 100 dólares, navega por una tormenta.