Un grupo de al menos 20 personas de la Caravana Migrante instalada en la frontera de Piedras Negras, denunció que la autoridad los ha acorralado, mientras que otro grupo, mostró agradecimiento ante el trato del gobierno. 

Hacia las afueras del albergue, el grupo inconforme señaló que a su ingreso en el país, el Gobierno Federal Mexicano, dio la orden de que podrían transitar libremente  en el país durante un lapso de dos meses, y a apenas un mes y medio, su salida de las instalaciones del albergue ya ha sido bloqueada. 

Veronica de un poblado cerca de Tegucigalpa, dice, que ella acudió únicamente a la Caravana para reunirse con su hermano, pues ella reside desde hace 11 años en Reynosa; sin embargo, la amenaza ha sido de que sí se retira del albergue podría ser deportada.

Por otro lado, Elmer, de San Pedro Sula, manifestó que estas quejas han sido provenientes de un “pequeño grupo”; sin embargo, asegura que en la Caravana hay otra cara que representa el agradecimiento con la atención que se les ha brindado en el camino por México.

“No todos somos iguales. Hay gente que se queja, pero nosotros estamos muy agradecidos con el pueblo mexicano. Se nos da comida, se nos dio transporte y una colchoneta, es mejor que dormir en el piso. Vamos a esperar qué pasa”, expresó.

Otro grupo de migrantes, denunciaron haber sido víctimas de robo por parte de uno de sus compañeros quien cuenta con visa para transitar por México, y al obtener la salida del albergue, ya no regresó con los más de cinco mil pesos en encargos que le realizaron entre sus compañeros.