Free Fire Battlegrounds, el desconocido que aspira a rey del Battle Royale
“50 Jugadores. 10 Minutos. 1 Ganador”. Esa es la carta de presentación de Free Fire Battlegrounds. También conocido como Free Fire, este battle royale vio la luz hace más de un año en teléfonos móviles, pasando bastante desapercibido en territorio occidental; pero ahora está comenzando a emerger y salir disparado hacia lo más alto de un terreno donde la competencia es realmente fiera.
EA y Respawn Entertainment hicieron hacerse con el trono gracias al golpe de efecto de Apex Legends. El BR de estos equipos sorprendió a todos por su inesperado anuncio y por partir de una fórmula de equipos de 3 y sistemas de clases en este ámbito de supervivencia a disparos; pero con el tiempo ha ido perdiendo fuelle y ha caído a merced de un Fortnite imbatible.
Fortnite, el juego de Epic Games, sigue manteniendo la corona como líder indiscutible de los battle royale. Nació después del éxito de PUBG, el que logró hacer que el género entrará en los radares de medio planeta; pero con el tiempo consiguió posicionarse por encima a base de méritos propios. Actualizaciones constantes, eventos periódicos y la fórmula del free to play le sirvieron para llegar a la cima y clavarse en ella.
Pero ahora llega Free Fire, un videojuego para smartphones que comenzó sin hacer demasiado ruido, pero que poco a poco ha ido haciendo acopio de munición y mejores armas para lanzarse de lleno a la guerra de los battle royale y dejar una buena ristra de bajas por el camino. Todo un fenómeno que nace de un gigante asiático, Garena.
Garena, el motor tras el éxito de Free Fire
Si conoces a Tencent, ya puedes hacerte una idea aproximada de qué es Garena. Se trata de un gigante de la industria del entretenimiento que se extiende por todo el sudeste asiático, ocupando el lugar por el que Tencent todavía no ha conseguido asentarse con su firmeza tan característica.
Su valor ya ronda los 3.000 millones de dólares, y su crecimiento parece imparable. La creación de una plataforma para juegos de smartphone y ordenadores pensada para territorios como Malasia, Vietnam o Singapur, así como la licencia de franquicias de gran renombre en otros territorios donde su competidora no ha llegado es lo que ha conseguido que se haga un enorme y privilegiado sitio en la industria del videojuego.
Dentro de todo el catálogo disponible dentro de la plataforma gaming de Garena podemos encontrar algunos nombres tan queridos y conocidos como el famoso League of Legends; pero sus creaciones propias son las que mejor están calando en su comunidad de jugadores. Heroes of Newerth ha captado la atención de los jugones de MOBA en PC, y Free Fire ha hecho lo mismo con los de battle royales en smartphones.
Y parece increíble, pero a día de hoy ya hay más de 100 millones de descargas de Free Fire Battlegrounds en teléfonos de todo el globo. Parecía imposible que, estando presentes tanto PUBG como Fortnite en este terreno, la propuesta de esta firma asiática consiguiera calar entre los usuarios, pero lo ha conseguido, y con una fuerza innegable.
También es cierto que tiene lógica. La escasa compatibilidad y los problemas de rendimiento de PUBG en móviles, sumados también al reducido rango de dispositivos plenamente compatibles con Fortnite, son factores que propician la búsqueda de alternativas, y ahí es donde entra en juego esta licencia.
De hecho, Garena no ha tenido que gastar ni un centavo en publicidad en los últimos meses. Su crecimiento se ha vuelto algo completamente natural, gracias al boca-oído entre jugadores y las partidas emitidas por estos mismos. Así, Se encuentra entre los 5 juegos más descargados en más de 50 países, y es el primero en otros 22. Tiene madera de líder.
La fórmula Free Fire
Pero, ¿cómo puede un Shooter conseguir algo así en una plataforma en la que es tan difícil moverse, apuntar y disparar? Free Fire ha apostado en primer lugar por ser modesto a nivel técnico para poder funcionar con total soltura en la inmensa mayoría de dispositivos. En segundo lugar, ha buscado una fórmula mucho más directa y menos estratégica para el juego.
Mapas más pequeños, 50 jugadores por partida y una duración máxima de 10 minutos por ronda para no tener sesiones interminables de juego y apostar más por escarceos rápidos. Su estructura encaja muy bien con la naturaleza de los móviles, para una partida en el bus o mientras esperas a coger ese metro que se ha retrasado.
La guinda del pastel viene con su planteamiento “gacha”, o lo que es lo mismo, por las recompensas aleatorias que se obtienen diariamente. Sumemos a eso la maestría de los desarrolladores asiáticos para construir un sistema de bonificaciones, objetos desbloqueables y elementos de personalización realmente adictivo, y ahí está el cóctel de Free Fire. Uno que engancha desde el primer sorbo y que le está proporcionando ese brutal éxito.