A partir de las 10 de la mañana, hora del este de los Estados Unidos, la historia tuvo casi 200,000 visitas, según un contador en la página. A partir de las 11:00 a.m., la URL de la historia ha estado inactiva. Ni la empresa ni el autor aún tienen que responder a una solicitud de Quartz para comentar sobre la página que falta.

En su artículo, Mourdoukoutas argumentó que las bibliotecas locales ya no son útiles. Si las bibliotecas se cerraran, escribió, los contribuyentes ahorrarían dinero, y Amazon podría abrir librerías para proporcionar a esas comunidades libros físicos.

"[Las bibliotecas] no tienen el mismo valor que antes", argumentó el artículo. Las funciones de la biblioteca, dijo Mourdoukoutas, han sido reemplazadas: la comunidad y wifi ahora son provistos por Starbucks; alquiler de videos de Netflix y Amazon Prime; y libros de Amazon.

"La tecnología ha convertido libros físicos en artículos de colección, eliminando de hecho la necesidad de servicios de préstamo de la biblioteca", escribió Mourdoukoutas, a pesar de que las ventas de libros impresos de las editoriales tradicionales son constantes. 

Mourdoukoutas también hizo la afirmación sin fundamento de que "algunas personas han comenzado a usar su tarjeta de fidelidad en Starbucks más de lo que usan su tarjeta de la biblioteca".

Como han señalado los críticos, las comunidades que serían las más afectadas por el cierre de las bibliotecas serían las menos privilegiadas. Las bibliotecas ofrecen computadoras gratuitas y acceso a Internet para estudiantes y personas que no pueden pagarlas en casa. También brindan clases gratuitas de ESL y lectura; servicios para personas mayores, aspirantes a la universidad y empresarios; y comidas para niños en el momento del cuento.

"Las comunidades que se verían más afectadas probablemente serían las personas de bajos ingresos, los inmigrantes y, de hecho, los más marginados de entre nosotros", dice Paul Guequierre, director de comunicaciones del Urban Libraries Council, una organización de membresía para el público de América del Norte. "[La gente] no tiene que comprar una taza de café en la biblioteca", agregó.

Aparte de los beneficios públicos, ¿reduciría las bibliotecas públicas a los contribuyentes una cantidad significativa? La mayoría de los fondos de una biblioteca pública provienen de gobiernos estatales y locales, no federales. De acuerdo con un informe del Consejo de la Biblioteca de Ohio publicado el año pasado, el impuesto estatal a la biblioteca promedio de 2013 a 2017 fue de 1.39 millones, una tasa utilizada en impuestos que significa $ 1.39 por cada $ 1,000 en valor de propiedad tasado. Eso es alrededor del 25% (pdf) de la tasa promedio de impuestos a la propiedad de Ohio, la octava más alta del país el año pasado. Para el dueño de una casa promedio en el estado, eso habría sido alrededor de $ 65 el año pasado.

En todo el país, si se cortaran las bibliotecas públicas y se repartieran todos los fondos entre los estadounidenses, cada persona recibiría $ 36 de vuelta, dice Richard Auxier, investigador del centro de estudios Tax Policy Center.

En Twitter, Mourdoukoutas escribió: "Déjame aclarar algo". Las bibliotecas locales no son gratuitas. Los propietarios deben pagar un impuesto local de la biblioteca. Mi factura es de $ 495 / año. "La escritora Kashana Cauley respondió a Mourdoukoutas en un tweet con 14,000 Me gusta al momento de escribir," Déjenme aclarar algo. No quiero que la gente pobre y de clase trabajadora lea libros ".

Con información de Quartz