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Fed advierte a Trump sobre los riesgos de una desregulación financiera
El vicegobernador de la Reserva Federal estadunidense, Stanley Fischer, salió al paso de los planes de desregulación financiera del próximo gobierno de Donald Trump y advirtió que ello puede regenerar los problemas que llevaron a la recesión de 2008.
En un discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, Fischer señaló que la gente parece olvidar que el origen de la recesión tuvo lugar por el "mal comportamiento" y "malas estrategias" de los organismos financieros privados de Estados Unidos.
"No podemos olvidarnos de eso, es sorprendente que en ocho años ya nos olvidamos, pero algo pasó y provocó tensiones. Muchos de los eventos subsecuentes han sido provocados por la crisis financiera global", advirtió.
Fischer hizo notas que desde la Gran Recesión se aumentó el capital en el sistema bancario, se modificó el comportamiento del mercado de derivativos y se inyectó mayor liquidez al mercado. "Mejor preservemos esto, porque si no, estamos invitando a mayores problemas que emanen del sistema financiero", indicó.
En relación a la posibilidad de un paquete de estímulo económico a través de dos de infraestructura en el país, Fischer consideró que podría tener beneficios. "Aunque hay desacuerdos sobre cuáles serían las políticas más efectivas, una combinación de mejor infraestructura pública, más educación, más aliento al capital privado y más efectiva regulación, todas probablemente fue en un papel en promover un crecimiento más rápido de la productividad y de los estándares de vida", dijo.
Agregó que tales políticas podrían también reducir la probabilidad de que la economía y por lo tanto el Banco Central tengan que contender más de lo necesario con una reducción efectiva hacia las tasas de interés.
Donald Trump puso como candidato un plan de estímulo económico de alrededor de 1 billón de dólares, para reactivar el crecimiento económico. Aunque el plan no ha sido endosado por los republicanos, los demócratas del Senado dijeron que estarían dispuestos a apoyar una iniciativa de tal tamaño, en tanto no afecte el presupuesto destinado a la atención médica y a la educación de Estados Unidos.
El presidente Barack Obama propuso durante su administración un plan de estímulo económico similar mediante proyectos de infraestructura, pero nunca fue apoyado por los republicanos.