Alejandro Solalinde, sacerdote y activista mexicano por los Derechos Humanos, condenó enérgicamente la desaparición de Joaquín Hernández Sifuentes, sacerdote de Saltillo. ‘’Exijo la aparición con vida de nuestro hermano sacerdote’’

En entrevista con VANGUARDIA, mencionó que es alarmante la situación que está viviendo el sacerdocio mexicano, sobre todo el que se incluye a los temas de la opinión pública y la política mexicana, y no está protegido por los grupos de poder.

Lamentó el hecho de que México sea un lugar que durante los últimos años se ha posicionado como los más peligrosos para esta tarea.

Solalinde Guerra, quien encabezó la marcha contra el gasolinazo durante el fin de semana pasado en la Ciudad de México, dijo que su llamado no puede ser hacia el Gobierno, puesto que toda la cúpula política del país es incapaz de garantizar la seguridad del pueblo, sino al contrario, hacer negocio con la misma.

“Mi llamado es para el pueblo, debe cuidar a los sacerdotes comprometidos, porque del alto clero se encarga el gobierno y son amigos”.

Convocó a la ciudadanía “de a pie” a luchar contra las amenazas que sufren mayormente quienes luchan por la igualdad, los excluidos y todas las víctimas del gobierno.

Dijo que la ciudadanía debe ayudar a proteger a los líderes sociales de todos los rincones del Estado, y aseguró que la desaparición de Joaquín Hernández, sacerdote de la diócesis de Saltillo ya se veía venir, puesto que el gobierno ha vuelto a callar todas las voces que opinen en su contra y que desnuden la serie de crímenes que ocurren en el País.